Jugando con sus hermanos, con improvisados arcos de madera, en una finca en San Jacinto del Cauca (Bolívar), Andrés Pila descubrió su pasión por el tiro con arco.
Ese juego de niños terminó por convertirse en un estilo de vida y en la mejor forma que halló para mejorar su calidad de vida.
Su tía, Bienvenida López, presidente de la Liga de Tiro con Arco en Bolívar, insistió en que viniera a Cartagena a practicar esta disciplina. Luego de pensarlo un tiempo, tomó, según él, una de las decisiones más asertivas en su corta vida.
Los primeros días que llegó a la Liga no se sintió cómodo. No hacía amigos y se sentía en el lugar equivocado. Dejó de asistir por más de una semana. Su tía le insistió en que tenía todo lo que se necesitaba para ser un buen arquero, de modo que regresó.
Para esta ocasión se sintió más en confianza, tenía amigos y su técnica mejoraba día tras día. Son 3 años los que lleva practicando. Hasta la fecha ha ido a varios campeonatos que le han permitido subir su puntaje y mantener un buen nivel.
Sin embargo, haber asistido a los pasados Juegos Nacionales y ganar tres medallas de oro y tres de bronce para su departamento catapultó su carrera.
Asegura que no se imagina practicando otro deporte, le gusta la sensación que le deja cuando dispara la flecha.
“Lo que más me gusta es el momento en que disparo la flecha. Me gusta que es un deporte más relajado, en comparación con otros como el atletismo. Es más de concentración y de atinar al blanco”, explica el joven arquero.
Cuenta que aun cuando le fue muy bien en los juegos, su propósito era ganar cinco medallas de oro y no tres como ocurrió.
“Practiqué mucho estando en Bogotá y en Medellín. Allá como que me lastimé el hombro, así que cuando vine para los juegos me comenzó a doler y doler y no pude darme totalmente como lo tenía planeado”, dice Pila.
Sueña con una casa
Explica que en Bolívar pagan cuatro millones de pesos por cada medalla de oro; dos millones, por la de plata; y un millón, por la de bronce.
De modo que obtuvo en total 15 millones de pesos, luego de su participación en los recientes juegos.
Con ese dinero aspira comprar una casa en un buen sector de la ciudad o en Medellín, donde vivió un año y medio.
Y quiere una casa porque le toca estar viviendo con su tía y siente que ya es hora de hacerse un espacio e ir consiguiendo sus cosas.
Junto a él están sus dos hermanos: José David y Luis Alberto. Ambos practican también tiros con arco y por la disciplina y constancia que muestran, parecen ser promesas de este deporte.
Andrés nació en el municipio San Jacinto del Cauca (Bolívar), de allá también era su papá, quien falleció cuando él tenía sólo 4 años. Se crió con su abuela y su mamá. A esta última la va a visitar cada vez que puede a una finca en San Marcos (Sucre).
Cuando no está practicando trata de ir a cine, le encanta ver películas. También le gusta ir a rumbear con sus amigos.
¡No hay cancha para entrenar!
El deportista del año, como se le ha denominado al joven arquero, afirma que en la ciudad no existe un escenario con las condiciones adecuadas para entrenar.
Por ello hace un llamado a las autoridades para acondicionen un lugar y ellos puedan seguir mejorando su técnica.
“Acá en Cartagena no tenemos cancha donde entrenar. Le estamos pidiendo al gobernador, Juan Carlos Gossaín, también al señor Dumek Turbay, que nos ayude a conseguir un sitio donde podamos entrenar bien”, dice, el joven de 19 años.
Andrés practica todos los días en el Coliseo de Combate, pero el escenario no es lo suficientemente grande como para probar otras distancias.
“En la parte de atrás del Coliseo tenemos para entrenar hasta 50 metros, pero queremos un espacio más grande. Nosotros disparamos 90 metros, 70 metros, 50 metros y 30, que son las cuatro distancias, entonces ese espacio no lo tenemos y, si nosotros no desarrollamos esa distancia, no nos va a ir muy bien en las competencias”, explica.
Su carrera va en ascenso y ganar 6 medallas en total en los Juegos Nacionales fue el estímulo que necesitaba para reafirmar su amor por esta disciplina. Sin embargo, hay un objetivo que aún tiene por cumplir.
“Mi sueño es ir a los Juegos Olímpicos y ganarme una medalla de oro, de plata, de bronce, de lo que sea. ¡Qué importa!. Yo sólo quiero llegar allá”, concluye.
Facetas
Andrés Pila: La vida, un tiro al blanco
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