Cáceres, el senador que despierta amores y odios extremos

En su natal Cartagena, el senador Javier Cáceres despierta tantos ‘amores como odios’. Ahora cuando se ve involucrado en el escándalo de la parapolítica, contradictores y amigos suyos destacan diferentes aspectos de su personalidad. Controvertido y “amado”, destacado pero reprochado, así es el popular senador cartagenero Javier Cáceres, quien durante sus 28 años de vida en la política ha logrado despertar tantos “amores como odios”. Desde sus inicios en el ámbito público, Cáceres ha logrado convertirse en una de las figuras más destacadas de la costa Caribe, ascenso que le ha costado más de un contradictor. Ahora cuando su nombre se ve envuelto en la parapolítica, las reacciones son diversas. EL ASCENSO Nacido el 26 de enero de 1958 en San Francisco, uno de los barrios más pobres de Cartagena, desde niño Cáceres se convirtió, según su hija, la diputada Luz Estela Cáceres, en el abanderado de las soluciones a las necesidades de su comunidad. Ella no duda de sus cualidades. “Ha sido ampliamente conocido por su transparencia. Él es un hombre destacado aquí en Bolívar y en todo el país”, dice Luz Estela, quien afirma que más de un cartagenero “conoce de sus bondades”. Durante su adolescencia y debido a la difícil situación económica de su familia, se desempeñó como monaguillo de las iglesias del Centro de Cartagena, como embolador en Maicao y hasta boxeador. Sin embargo, fue como guía turístico en Cartagena en 1975, donde logró su mayor reconocimiento. Su facilidad para hablar con la gente y su amplio sentido del humor, lo llevaron rápidamente a incursionar con éxito en negocios relacionados con el turismo, como joyerías y similares. Fue por este hecho que la gente en la calle comenzó a conocer a Cáceres, y eso le sirvió para desempañarse años más tarde como líder barrial. Cáceres llegó a ocupar la presidencia de la Asociación Latinoamericana de Guías de Turismo, y mientras trabajaba en este sector, se graduó como técnico turístico en el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y cursó estudios de francés, gestión pública y administración pública. En una de sus primeras entrevistas a la prensa –ya como senador– recordó con agradecimiento dicho oficio: “Durante año y medio recorrí el país buscando futuro en muchas partes, pero regresé a Cartagena para convertirme en guía turístico, oficio que heredé de mi padre, y para ayudarle a mi mamá con los gastos”. PRIMEROS PASOS Si bien fue su popularidad lo que le ayudó a ir ascendiendo en el ámbito público, varios políticos locales de la época le tendieron la mano. Dicen que uno de sus primeros mentores fue el entonces concejal conservador Fernando Marrugo, a quien llamaban “el Burro”. Gracias a su trabajo en la Asociación Latinoamericana de Guías de Turismo, su carrera tomó un impulso enorme: fue tres veces concejal de Cartagena (1984-1991) y uno de los inspiradores del deno-minado “Partido Único del Concejo” (PUC), que apoyó la elección de varios alcaldes y funcionarios de la ciudad. En ese momento aparecieron sus primeros contradictores, ya que el PUC empezó a ganar poder y dentro su círculo más cercano aparecieron personajes polémicos, como los hermanos Curi Vergara (Fuad, Nicolás y Abraham) y Turbay Turbay (David y José Félix); Gabriel García Romero, Alberto Barboza Sénior y José María Imbett Bermúdez. Nicolás Curi, Gabriel García y Alberto Barboza encabezan la lista de los alcaldes más cuestionados del país; Álvaro Benedetti, David y José Félix Turbay estuvieron detenidos por el Proceso 8.000, y José María Imbett lo estuvo también por la “parapolítica”. En algunos medios periodísticos se considera que son aliados suyos los ex senadores Vicente Blel y William Montes, quienes tuvieron líos con la justicia por presuntos nexos con el narcotráfico y los paramilitares. DE TALLA NACIONAL A pesar de las dificultades de muchas personas cercanas a él, Cáceres siempre salió victorioso y nunca se le pudo comprobar algún comportamiento irregular. Por tal razón llegó a la política nacional e incursionó al Congreso de la República entre 1998 y 2002. Identificándose al principio como liberal pastranista, adelantó sonoros debates en los que acusó a varios funcionarios de Gobierno de entonces por corrupción. Una de sus principales actuaciones en el Congreso fue la relacionada con el escándalo de Dragacol. En ese momento, con el lema “Chuzo contra la corrupción”, Cáceres empezó a distinguirse como un congresista que se dedicaba con fuerza a denunciar acciones irregulares en muchos sectores estatales. Por su estilo de trabajo, Cáceres encontró las puertas abiertas en el Polo Democrático Alternativo y obtuvo por segunda vez curul en el Senado (2002-2006). Ya con una carrera consolidada como congresista, con el objetivo de llegar al parlamento por tercera vez en el 2006, Cáceres se retiró del Polo para formar parte del Partido Cambio Radical, colectividad a la que pertenece en la actualidad. EN EL OJO DE LA OPINIÓN Ahora, luego de haberse desempeñado sin problemas como presidente del Senado en el anterior periodo legislativo, se ve en problemas por sus presuntos nexos con los paramilitares. La Corte Suprema de Justicia ordenó su detención, por el presunto delito de concierto para delinquir agravado, considerando que hay pruebas de vínculos con el ex jefe de la Autodefensas Salvatore Mancuso y grupos paramilitares del sur de Bolívar.