Aparte del creciente apoyo a la Selección Colombia por parte de mujeres que no saben ni por qué se cobra un tiro de esquina, nunca había visto a tantas personas opinar sobre algo que normalmente no les llama la atención, en este caso: hombres hablando sobre el Concurso Miss Universo.
Y es que todo lo acontecido en esta versión del certamen de belleza universal ha dado para eso y mucho más. No solo por el momento tan penoso al que fue sometida la bella Miss Colombia, Ariadna Gutiérrez Arévalo y que le valió la solidaridad todo el mundo, sino también por toda la polémica que se ha desatado.
De una parte están los que se quejan porque la reina colombiana, por su evidente belleza física, merecía ser la ganadora y no la filipina Pia Alonzo Wurtzbach, quien finalmente se quedó con la corona (luego del error del presentador Steve Harvey al anunciar a Miss Colombia como Miss Universo). Por el otro lado, están quienes consideran que fue una acción premeditada para aumentar el rating del concurso.
Según los medios de comunicación, este tipo de eventos han ido perdiendo importancia para el público en general; sin embargo, los certámenes de belleza en Colombia atraen a gente de todos los estratos, donde se realiza desde el Concurso Nacional de Belleza hasta el reinado del Bollo Limpio en Cereté, Córdoba.
“En Colombia no es fácil el acceso a las formas que garantizan la movilidad social, como por ejemplo la educación, el trabajo, los ingresos, que son procesos que garantizan a la gente mejorar la calidad de vida. Cuando esto ocurre aparecen ciertas ‘alternativas’ que se convierten en atractivas para los niños y para las niñas. Por ejemplo para los niños fue durante mucho tiempo el boxeo, hoy en día ser futbolista, son formas que le permiten de alguna manera sobresalir y salir adelante. En el caso de las mujeres -de alguna manera- ha sido el ideal de ser reinas porque así se proyectan hacia otras posibilidades como ser actriz, o presentadora de televisión y se considera como un peldaño de movilidad social. Este tipo de eventos, como se ha dicho en muchos medios de comunicación, son decadentes y este tipo de escándalos solo sirven para volverlos a reencauchar”, señaló Jair Vega, sociólogo y magister en estudios políticos.
Que Paulina Vega Dieppa ganara el título de Miss Universo por segunda vez para Colombia, ha despertado el interés de muchas personas que calificaban estos eventos como una completa “tontería”.
Locura en las redes
Después de la gala de Miss Universo la semana pasada, como era de esperarse, las redes sociales fueron el escenario para manifestar la indignación por haber perdido una corona que solo se tuvo por un par de minutos. (Vea: Foto: Los memes que dejó la equivocación del presentador de Miss Universo)
Los “memes” en Internet no tardaron. Unos fueron ofensivos y discriminatorios, otros denotaban frustración y burla. Óscar de León fue uno de los más mencionados tras el “epic fail” por su parecido físico con el presentador de Miss Universo. Su canción “Llorarás” animó la noche y la organización de belleza fue tendencia en el ciberespacio y quizá logró su cometido, como muchos lo han expresado, para volver a ganar relevancia. (Lea también: Oscar D' León matoneado en redes, lo confunden con presentador de Miss Universo)
En una columna de opinión, titulada “La baja autoestima de los colombianos”, Omar Rincón, periodista y crítico de televisión, expuso su posición sobre lo que nos sucedería en estos casos: “Esta baja autoestima nos lleva a enarbolar como orgullo a una selección de fútbol, a una reina de belleza, a un ciclista, a una cantante, a un chiste. Y como son orgullos débiles, nos desbordamos en una euforia de lo efímero. Y cuando alguien nos toca estos orgullitos, nos molestamos con una furia infinita y sacamos al verdadero ser nacional: el vengativo, el matón de esquina, el narquito que llevamos adentro”.
La periodista y escritora Melba Escobar, dijo en una de sus columnas: “Vergüenza producen nuestros instintos asesinos. La proliferación de imágenes de Pablo Escobar anotando el nombre del presentador en una libreta, la oleada de comentarios racistas, la furia colectiva que al menor error salta enardecida a hablar de ‘monopolios’, de ‘complots’, con ese complejo de inferioridad tan colombiano que repetidamente nos lleva a sentirnos víctimas de abusos premeditados”.
Jair Vega, candidato a doctor en Comunicación y docente en la Universidad del Norte de Barranquilla, agregó que “cuando a nivel internacional surge una situación como la que pasó con la reina, en lugar de generar un elemento positivo hacia adentro lo que hace es mostrar lo peor de nosotros, los memes de Pablo Escobar, las características xenofóbicas, racistas. Lo que al final va a quedar en la imagen internacional no es algo muy positivo de todo este escándalo, sobre la imagen del colombiano y su identidad (…) los reinados no le aportan a la identidad sino al contrario, los reinados se nutren de la identidad”.
Rincón, en su artículo afirma: “Nos indignamos porque nos ofenden en el fútbol, en las reinas, en la música, en el humor. Nos indignamos porque nos llaman narcos. Vivimos indignados porque afectan nuestras apariencias de ser una nación fuerte y pudiente. Nos indignamos porque sabemos que no somos lo que creemos ser y cada vez que nos recuerdan nuestra baja autoestima, nuestra tendencia a que perder es ganar un poco, nuestro vueltarepismo para quedar bien con todos…”.
A pesar de todo el escándalo, las críticas y los debates que puedan surgir a raíz de este error inesperado, hay quienes creen que nuevamente a nuestro país le jugaron sucio, como en el Mundial Brasil 2014 en el partido con el equipo anfitrión, y lo que en esa ocasión “era gol de Yepes”, ahora se repitió porque Ariadna era la Miss Universo 2015. (Lea más información sobre Miss Universo 2015)
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