Antes de que existieran las túnicas y las cruces, la naturaleza era el centro de la atención. Era venerada y señalada como la responsable suprema del diario vivir. El sol era el centro de la existencia y se vivía para adorarlo. Apareció la religión y no admitía exigencias. Era más allá de una doctrina, una obligación que prevalecía sobre los más fuertes y los más débiles. La “rebeldía” de la sociedad era un problema a corregir. Luego, las normas y los estatutos religiosos y morales se transformaron.
Cada uno de los siguientes seres humanos escogieron su camino debido a un llamado divino, siguiendo las creencias de su familia o simplemente no creyendo.
Catolicismo
Constanza* vive en Houston y tiene un hijo de 13 años y una pequeña niña de 7. Ella es católica y su esposo es bautista. Se conocieron cuando ella decidió abrir su vida y corazón al señor así que la religión que practica su pareja no fue impedimento. Todas las mañanas abre los ojos y experimenta el deseo de agradecer con una oración a Dios. “Por el solo hecho de estar respirando”, dice realmente emocionada. Al menos cinco días a la semana va a la exposición del Santísimo, uno de los muchos altares que existen como objeto de devoción y adoración de Cristo. Constanza desde muy pequeña perteneció a grupos juveniles puesto que su mamá es católica, teniendo así “un encuentro más íntimo con el Señor” según me comenta. Hoy en día no lo abandona y en la rutina de su familia se encuentra Dios.
Movimiento Raeliano
Los raelianos adoran a los Elohim o aquellos que vinieron del cielo. Este movimiento busca recibir a sus creadores en la tierra y cuando esto suceda, a través de sus avances tecnológicos y su inteligencia genética, podrán alcanzar la inmortalidad. Dios no existe para ellos, es una invención del hombre y por lo tanto no creen en la resurrección ni en un futuro después de la muerte.
Ángel*, quien es raeliano, mira la muerte como algo natural, sin trascendencia. “Somos materia, unidades de carbono, cuando morimos regresamos a la tierra de donde surgimos”. En cuanto a la homosexualidad Ángel tiene claro que “nacemos heterosexuales, bisexuales, homosexuales, transgénero y nadie puede cambiar nuestra genética”. Para ellos, matar es lo peor que puede hacer un ser humano. Mientras conversamos, su cabello negro, largo y rizado cae sobre sus hombros.
Ateísmo
Carlos* es ateo y sostiene la inexistencia de las deidades. Se ha desenvuelto en una sociedad católica. “Yo no creo en Dios porque he leído la historia del cristianismo. La verdadera historia y las atrocidades a los que sometían a los “incrédulos” para que caminaran por un solo camino. Durante la Inquisición por ejemplo, se oprimía a las mentes que ponían en duda lo que estaba consignado en las escrituras, es solo ver el mundo”, me dice Carlos, y me concentro en unos rojizos lunares que sobresalen en su cara y me recuerdan a Carlitos de “Rugrats”. “¿Esto (las tragedias del mundo) es lo mejor que la omnipotencia y la omnipresencia del ser más poderoso del mundo puede hacer?, somos el producto de azares de la biología a través de 4500 millones de años”.
Piensa que hay infinitas pruebas científicas que constatan que no existe Dios. La figura del “creador” es para él, la modificación de leyendas y mitos de antaño. “Es simplemente impresionante lo efectivo que resulta el lavado de cerebro por parte de las religiones. El mito religioso es el método más efectivo jamás creado para manipular y controlar sociedades, otorga poderes a quienes lo predican y sirve como suelo psicológico sobre el cual otros mitos pueden prosperar”, me cuenta. Carlos se va, un poco airado, en su bicicleta.
Ministerio Creciendo en Gracia
Juan* pertenece al Ministerio Internacional de Creciendo en Gracia. Esta secta era liderada por el desaparecido José Luis de Jesús Miranda, quien afirmaba ser Jesucristo resucitado y el anticristo. En esta secta no hay mandamientos, y sus adeptos se alejan de los criterios y mandamientos cristianos. “Nosotros sabemos que la verdad es que nosotros ya somos santos” comenta. Para él, las leyes “viejo- testamentarias” que rigen el catolicismo no existen. Las discusiones religiosas de la actualidad no les interesan, es así como expresa que los seres humanos “siempre mentimos, matamos. La pornografía es tan igual como tomarse una cerveza y la homosexualidad es algo que no se puede juzgar”. Esto me cuenta mostrando un dentadura perfecta y blanca que sobresale en su piel negra.
Cuando murió de Jesús Miranda, el Ministerio Internacional envió un comunicado al mundo, donde expresaron que José Luis tenía que ser “desligado de ese cuerpo de muerte y debilidad en el cual fue menospreciado”.
El Vaisnavismo
Nitia* práctica el Vaisnavismo, él adora a Krisná. Esta religión que deriva del hinduismo cree en los descensos y encarnaciones de Visnú y a su actitud es de adoración amorosa.
Se le nota relajado en su camisa de lino. “Todas la prácticas bien llevadas se pueden realizar (me dice cuando le pregunto sobre las religiones existentes). Dios (Krisná) ha hecho todo para que cada uno tenga lo que necesita”. Habla de la muerte y dice que “si nosotros al momento de la muerte estamos pensando en nuestros deseos materiales, vamos a volver a la tierra, vamos a tener el sufrimiento que adquirir un cuerpo material trae, pero si nos aferramos a Krisná, vamos a llegar donde Dios, allí vamos a estar libres de todo ese sufrimiento que trae el mundo material”. Nitia* no juzga a nadie por su condición y vive para adorar a su maestro espiritual.
Cientos de doctrinas y religiones se han creado alrededor del mundo. Cada una de ellas tiene una particular forma de ver la realidad y sobretodo de adorar al ser supremo, "hacedor de todo". Por otro lado, hay quienes no creen y se concentran en vivir haciendo caso omiso a las deidades existentes. La tolerancia ante los universos que existen en la cabeza de cada quien es la clave para desenvolvernos en una sociedad cada vez más diversa y que poco a poco, pierde con más facilidad el control de sus actos.
*Todos los nombres cambiados
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