Entre la maleza, escombros y raíces de los árboles se esconden los más hermosas y creativos mausoleos, bóvedas y osarios que evocan la época de la Colonia y la República.
Las primeras construcciones arquitectónicas del cementerio Santa Cruz de Manga, están fabricadas con mármol traído por los barcos, como lastres, desde la ciudad de Carrera, Italia.
No en vano se considera como la primera obra arquitectónica realizada en, ese entonces, la isla de Manga, después del “Fuerte del Boquerón” y del “Pastelillo”
El abandono opaco el brillo de las esculturas, los ángeles, santos y diseños, algunos de los cuales han caído al piso o están desfigurados y mutilados por los vándalos que alguna vez ingresaron al Cementerio para extraer el mármol y el bronce de los mausoleos donde yacen los cuerpos de la aristocracia cartagenera desde el siglo pasado, junto a los parientes de las familias prestantes de la ciudad como los Lemaitre, los Vélez, Muñoz, Calvo, Rumie y los Lecompte.
También se dice que allí fueron sepultados los mártires de la Independencia, fusilados en 1811 por Pablo Murillo; están los restos de Juan José Nieto, el primer y único presidente negro de Colombia, quien falleció el 16 de julio de 1866; Rafael Núñez, autor de la letra del Himno Nacional también fue enterrado en ese cementerio al igual que la madre de Gabriel García Márquez quien falleció en el 2002, entre muchos otros.
A pesar de que fue construido inicialmente para la clase social alta, en 1849 la epidemia de cólera que atacó a la población cartagenera llegó a que se enterraran en fosa común aproximadamente 6.000 personas víctimas de una peste de Cólera.
Lo que hoy podría ser un Monumento Histórico y Arquitectónico de la ciudad, tiene la apariencia de un lugar en ruinas. No se identifican los senderos, los patios son escombreras y basureros.
Este Campo Santo fue declarado Monumento Nacional, de conformidad con el decreto 1911 de 1995, así como Patrimonio Arquitectónico Distrital, pero nada de esto parece haberlo ayudado.
Rigoberto Pino, el sepulturero, trabaja en el cementerio desde hace 15 años. Él mejor que nadie conoce la historia y el decaimiento del lugar.
Hace 14 años entró a trabajar allí y aún recuerda lo hermoso que era cuando llegó.
“Todo estaba bien organizado y bien cuidado porque no estaba en manos del Distrito sino de privados y ellos si se preocupaban por cuidarlo, pero cuando pasó a manos de la Administración se empezó a deteriorar, muy pocas veces le hacían mantenimiento. La maleza alcanzaba varios metros y muchos de los restos estaban por ahí tirados”.
Tránsito Pérez, quien hace 15 años enterró a su abuela, recuerda ese día y asegura que el cementerio era hermoso, no había maleza, se veía bien mantenido.
“El cementerio era administrado por privados y era hermoso hasta que pasó a manos de la Administración Distrital. Ya nunca más volvió a ser igual hace un par de años y todavía hoy, encontramos restos humanos por ahí, eso no se veía antes”.
Los vecinos también han sido testigos del deterioro y a lo largo de los años han denunciado aspectos relacionados con los problemas de salubridad. Dicen que han visto a las afueran del Campo Santo, osamentas, aguas estancadas en sus canales pluviales y la calle, y basuras.
Será recuperado
En los últimos años la belleza arquitectónica, histórica y cultural del Cementerio Santa Cruz de Manga, ha sido opacada por la negligencia de las Administraciones Distritales que al parecer nunca le dieron la importancia que realmente tiene para la historia de la ciudad.
Sin embargo una nueva esperanza de vida ha surgido. El Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC) invertirá unos 286 millones de pesos en mantenimiento.
Según Dora Carmona, funcionaria de la entidad, se realizará mantenimiento de senderos, muros de encerramiento, la fachada, la cubierta de acceso, poda y desmonte de maleza, esto como parte de la formulación del Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP), instrumento de gestión que establecerá las acciones necesarias para garantizar la protección, conservación y sostenibilidad del bien inmueble y de sus esculturas.
La obra hace parte de otras tantas que se están realizando en la ciudad por el Bicentenario.
Carmona aspira a que el Campo Santo se convierta en un Parque Cementerio como los que hay en otras ciudades y países del mundo a donde llegan turistas y visitantes.
En cuanto al tema de mantenimiento de los mausoleos dijo que aún no se ha establecido quienes serán los responsables, pero presume que deben ser las familias propietarias.
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