“Lo que más me afecta es levantarme y no tener un caldo de costilla con arepa asada al desayuno, y la aguapanela caliente, que nunca puede faltar en mi casa”.
¿Aguapanela?, ¿arepa?
María Alexsandra Mercado Herrera es cien por ciento cartagenera, pero de sus padres adoptivos, Carmen Alicia Suárez y Pedro Cortés, aprende, no sólo a apreciar la gastronomía de Norte de Santander, sino a no rendirse jamás.
“De la Costa heredé la alegría, los costeños somos alegres por naturaleza, y de la cultura santandereana aprendí que las mujeres sí podemos salir adelante solas, ¡wow! mi mamá es increíblemente independiente, autónoma, ella es berraca, nunca dice no, yo soy muy servicial gracias a eso”, explica esta morena de 1, 83 cmts de estatura. “Pero soy la oveja ‘negra’ de la familia”, bromea.
Es imponente, delgada, con un rostro de facciones envidiables. Su cabello se alborota al ritmo del viento en su barrio, Marbella. “Mis padres siempre me enseñaron que el estrato lo tienes adentro, que todo es cuestión de actitud, de la valoración y la aceptación que te da Dios. Siempre he estado muy conectada con Dios aunque en mi casa unos son católicos y otros son cristianos. Nunca, nunca me sentí excluida, para mí no había este tema de que me hicieran bullying”.
Acepta que hace años fue una persona rebelde, siendo una de las pocas niñas de su colegio de piel negra, pero las críticas no lastiman si hay amor propio. Fija entonces su mente en el deporte, empezando con el baloncesto y desde ahí empieza a cosechar éxitos en cada actividad que desempeña.
Le da gracias a Dios por el título de Capitana Nacional del Mar. La única Capitana de piel negra que ha tenido este concurso, que año tras año lleva a las más bellas y atléticas del país hasta Santa Marta para celebrar las Fiestas del Mar.
“Yo no sabía que era la primera ganadora negra en la competencia. Me enteré y no pues, imagínate, para mí fue un gran orgullo”. 
Durante el recibimiento que ofrecen amigos y familiares en el centro de eventos de Caribe Plaza, a su llegada desde “La perla del Caribe”, se derraman lágrimas de amor verdadero, de satisfacción, de un “ya era hora”.
El ‘perrenque´ no tiene edad
Deja sueltos sus rizos aun cuando muchos le aconsejan alisarlos. Desde que tiene uso de razón, los desfiles y los aplausos han danzado en su mente como una meta, y pese a sólo tener 21, tiene planeado desde hace varios años su proyecto de vida. El inglés, el francés y el italiano los ha aprendido casi de forma autodidacta, aunque haya estudiado idiomas en el Instituto Técnico de Capacitación, Intec. Su carrera como modelo le abre los ojos hacia el mundo del que quiere ser parte. Como mesera, el contacto con otras culturas la impulsa a hacerse entender. A los 16 años ya es auxiliar de Estética y Cosmetología, gracias a que su hermana le propone trabajar con ella en un centro de belleza, para costearle sus estudios. Estudia Turismo e Idiomas y su premisa, basada en la Biblia es “Pedid y se os dará”.
“Hoy en día para que tú obtengas algo, lo tienes que trabajar, no por ser linda uno merece todo. Siempre he sido autónoma, siempre me ha gustado modelar, siempre me ha gustado ser reina, nadie me ha obligado a hacer nada”.
Cree que la mujer puede lograr lo que se proponga, sola, y entiende, desde la tercera vez que no puede competir en el Reinado de la Independencia, que la vida le prepara cosas más grandes. “No culpo a nadie, no era la que soy ahora. Cada vez que me daban un ‘no’, lloraba. Una vez lloré dos días seguidos y bueno, ahí estaba siempre mi familia diciéndome que no se ha perdido lo que no se tiene, ‘tú vas para mejores cosas’”.
Su madre la besa con afecto. “Esto es un sueño cumplido, se lo dedico a mi mamá. Es el sueño de toda mi familia. Es una Capitanía y sé que me va a abrir puertas, pues quiero ser Señorita Colombia. Estoy tocando puertas ahora. Ya toqué esa puerta de ir a la Capitanía y lo obtuve y sé que van a venir más oportunidades”.
Ya tiene un contrato por un año para ser la imagen de una de las inmobiliarias más grandes de Santa Marta y también es la imagen de los Juegos Bolivarianos que en 2017 escogieron a Santa Marta como sede.
Pero lo mejor está por llegar. ¡En próximos días tiene casting para optar a una pasarela en Milán! “Cuando modelo quería estar en estas pasarelas, siento que este es el año de mi vida, así que bueno, ¡mándenme toda la energía!”.
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