En el 2000, mientras muchos esperábamos el fin del mundo por el cambio de siglo, en el centro de Europa, a más 8 mil kilómetros de Cartagena, Tom Lugo, Max Alberti y el Sam Hopf -conocido como ‘Samy Danger’-, tres enérgicos estudiantes de colegio fusionaron su pasión por lo que mejor sabían hacer: música, y dieron vida a Jamaram.
Así bautizaron a la banda alemana que ahuyentó las oleadas de frío interpretando ritmos caribeños como el reggae, pero que también era capaz de experimentar otros sonidos como el ska, balkan beats y afrobeat. Gracias a eso su música empezó a permear las fronteras hasta llegar a nuestra ciudad, en donde los intercambios con artistas locales dieron origen a sonidos auténticos.
Jamaram acaba de cumplir 18 años desde que su música explotó por primera vez en los oídos del mundo, y lo que fue conocido alguna vez como un trío se convirtió en un octeto con la llegada de otros cinco integrantes. Tienen diez discos de estudio, un EP (Extended Play o reproducción extendida) y dos Dvd’s, han colaborado con artistas de muchas partes del mundo, y participado de giras e intercambios culturales como el Festival Internacional de las Artes de Harare (HIFA), en Zimbabwe (África), en 2012, y el año pasado visitaron varias ciudades de Colombia, entre ellas Cartagena, donde compartieron escenario con el rey de la champeta, ‘Charles King’.
Han demostrado una ética de trabajo férrea, capaz de llevar mensajes con cada letra, sin importar cuál sea el ritmo elegido, haciendo que la respuesta de los fanáticos sea abrumadora. Hace unas semanas, tras cumplir un año de haber visitado por primera vez Cartagena y luego de pasar una etapa intensa en la promoción de su último álbum, ‘Freedom of screech’, Samy Danger, vocalista y guitarrista de la banda, volvió a La Heroica y se tomó un tiempo para hablar con calma y con una amabilidad generosa.
Para la entrevista no hizo mayores requerimientos, la cita fue en la sala de la Casa Cultural Colombo Alemana, donde pasó la mayor parte del tiempo de su estadía. Es un hombre espontáneo y descomplicado. En la comodidad de unos tenis, suéter y bermuda de algodón, nos cuenta sobre los inicios de la banda, la situación de la industria musical, la labor social de la agrupación y sus proyectos como solista.
¿Cómo termina una banda de alemanes en Cartagena?
-Vinimos el año pasado e hicimos un intercambio cultural, lo cual nos trajo aquí, porque el Centro Colombo Alemán ofrece intercambios entre artistas alemanes y colombianos. La verdad siempre habíamos querido venir acá a Colombia y a Sur América para tocar música, aprender e intercambiar ideas y ritmos musicales.
No todos ustedes son alemanes, inclusive tú eres de Suiza y Tom de Puerto Rico, ¿cómo conformaron la banda?
-Nos conocimos cuando aún estábamos en la escuela, yo tuve que mudarme a Alemania desde los Estados Unidos. En Múnich, la ciudad donde llegamos, hay mucha gente internacional, quizá logramos unirnos porque todos éramos ‘extranjeros viviendo en Alemania’.Todos nos conocimos cuando aún estábamos en la escuela, yo me acababa de mudar de USA a Alemania, Tom desde Puerto Rico, y es que la ciudad a donde llegamos es un tipo de "ciudad internacional". Tal vez todo pasó porque todos éramos extranjeros allí, congeniamos fácilmente y nos gustaba esa idea de ser expatriados. La mitad de la banda es extranjera y la otra mitad es originaria de Alemania y por eso siempre peleamos (risas).
El reggae, un género caribe, es el que predomina en sus producciones, ¿por qué?
-Cuando comenzamos la banda, año 2000, el reggae era muy popular en Alemania, y ¡diablos! es Alemania, hace frío, no es nada cálido como el Caribe, entonces la gente necesitaba un poco de esa calidez, aman el reggae porque allá es frío la mayor parte del tiempo, además es muy bailable y transporta a otros lugares.
¿Por qué los animales en sus carátulas?
-Esa es una muy buena pregunta. Los animales son como atributos, es como si pudieras atribuirle un personaje a cada animal, por ejemplo: el león es el rey, ¿cierto? El gorila es el más fuerte, el elefante es el más majestuoso, por eso hemos usado animales en las portadas pasadas y es así como formamos este cuento folclórico alemán con animales africanos en la portada. En el último álbum, ‘Freedom of Screech’, que suena como Freedom of Speech (Libertad de discurso), pero quiere decir ‘libertad de alarido’, tenemos un papagayo haciendo como grrr, ¿cierto? Es porque este álbum es acerca de gritar tu mensaje.
¿Cartagena ha influenciado su música?
-Claro. Desde que estamos aquí hemos tocado con varios artistas locales, hemos tocado con Charles King, ‘el rey de la champeta’, y hemos escrito nuevas cosas con un estilo influenciado por la champeta y sí hemos tomado algunas cosas para nosotros, ya veníamos con esa onda de reggae-caribeño, pero ahora tenemos esa onda caribeña-costeña colombiana.
¿Quién escribe las canciones?
Simplemente pasa, cualquiera del grupo viene con una canción y la banda dice: Ok, haremos la canción o, si la canción es una mierda, le decimos que se la puede quedar (risas), o cuando estamos tocando en los ensayos por lo general aparecen las ideas.
En 2012 fueron a África, ¿cómo fue la experiencia en Zimbabwe?
-Fue fantástico, esa vez también habíamos ido a través de un intercambio cultural entre Zimbabwe y Alemania, allí conocimos a muchos músicos y tenían el Festival Internacional de las Artes de Harare (HIFA), donde invitan a artistas a tocar música acústica. Tenían un evento llamado ‘La noche acústica’ y en esta noche tocaban los mejores, además todos tocaban géneros completamente diferentes y era increíble. Fue muy enriquecedor participar de él, escucharlo y verlo suceder, y también es África, ¿sabes? El enfoque que se le da a música desde la perspectiva africana es muchas veces diferente al del alemán o el europeo, y ver cómo hacían música de manera tan natural fue grandioso.
¿Por qué decidiste ser músico?
-Bueno, soy guitarrista y músico. Dios, buena pregunta, pienso porque nunca desee trabajar (risas). Nunca lo quise, pero desde que me convertí en músico caí en cuenta de que -¡mierda!, es demasiado trabajo pero lo amo, es una forma de expresar quién eres.
¿Qué concierto recuerdas?, alguno muy especial…
-Cuando tocamos en Harare. La banda que supuestamente debía tocar la última noche no tenía permitido entrar al país porque era una especie de banda de oposición proveniente de Suráfrica, entonces no les estaba permitido entrar y de todas las bandas que estaban nos pidieron a nosotros dar el último concierto de este gran Festival en Zimbabwe y nosotros como que: ‘¡Ok, sí, claro!’. Y tocamos y la verdad fue un concierto bastante loco, había 50 mil personas, era una noche hermosa y el sonido era muy potente, con músicos de todo el mundo. Fue fantástico.
¿Qué piensas de la industria de la música en el mundo?
-Pienso que como la música es más accesible, más intercambiable, puedes escuchar todo cuando tú quieras, donde tú quieras, gratis, pero pienso que por eso la industria de la música popular se ha vuelto uniforme, conforme a ciertos parámetros. Me refiero a que en los 90 ya era bastante uniforme, ahora lo es todavía más. La industria de la música solía, antes de que fuera tan accesible, invertir en bandas que sonaran diferente a lo más común, es por esto que Nirvana se volvió mundialmente famosa, eso no pasaría en el mundo de la música ahora, esa fluctuación de sonidos y estilos no pasaría en la industria musical de estos días. Ahora todos van a lo seguro. Eso lo que hace es detener a muchas bandas con estilos diferentes y alejarlos de los grandes eventos y tarimas del mundo.
¿Qué le dirías a una persona joven que quisiera hacer música?
-Le diría que sus oportunidades de lograrlo son mejores si trata de alejarse de lo común, es mejor resaltar, que ser uno más del montón, lo mejor que puedes hacer es hacer lo que te guste hacer tu propia cosa, lo tuyo.
Ayudan a niños con sus conciertos, ¿de qué se trata?
-Empezamos haciendo eso por un proyecto para hacer una escuela en Suráfrica, eran como mil euros y empezamos a recolectarlos de nuestros conciertos, pasábamos el sombrero al público y reunimos los mil euros en más o menos dos semanas y quedamos como: ¡Dios, ayudamos a estos niños en solo dos semanas! Como nos pareció tan fácil hacerlo, ¿por qué no seguir haciéndolo? Desde 2006 apoyamos también a la organización de ayuda Go Ahead, a través de recaudar fondos en conciertos. Buscamos que los niños puedan asistir a las escuelas.
¿De qué se trata tu proyecto como solista?
-Ya llevo 4 años trabajando en él. Es algo totalmente diferente a lo de la banda, porque tiene canciones tristes y sombrías pero eso no significa que solo sean de ese tipo.
¿Cómo es la dinámica?
-Es más acústico, mi proyecto solo está concentrado en un género, un solo cantante y solo mis canciones.
¿Por qué quisiste iniciarte como solista?
-Escribo tantas canciones para el grupo y había algunas que yo componía que no llegaban a ver la luz con el grupo y se quedaban apiladas en una caja, debido a eso me dije: hay que hacer algo.
Si te tocara escoger entre la banda y tu carrera como solista, ¿por cuál te decidirías?
-Eso no te lo voy a responder, es como si me pusieras a elegir con cual de mis dos hijos me quedo.
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