Facetas


La noche de horror de las mujeres de Luvungi, violadas por los rebeldes

AFP

12 de septiembre de 2010 12:01 AM

"Me dije que me llegaba el momento de morir", recuerda Anna Burano, 80 años, una de las 284 mujeres violadas en una noche de julio pasado por rebeldes hutus y milicianos congoleños que acataban órdenes, en Luvungi, este de la República Democrática del Congo. Anna es la decana de ese pueblo de 2.160 habitantes, situado en la ladera de una colina en el corazón de la selva del territorio minero (oro, casiterita) de Walikale, en la provincia del Norte-Kivu (este). Transcurrido un mes, Anna y otras mujeres contaron a la AFP las escenas de violencia planificadas, reiteradas, implacables, de esa noche de horror. La pesadilla empezó a las 20H30 del pasado 30 de julio, cuando, en grupitos de dos a siete, los rebeldes entraron por la fuerza en cada una de las cabañas de barro seco. Los maridos y los hombres huyeron o fueron utilizados como porteadores por los asaltantes, que habían bloqueado los accesos a los pueblos. En las casas, los agresores enfocaron con las linternas a sus víctimas, las golpearon y las desnudaron. Les preguntaron si tenían oro y hurgaron en sus partes genitales con los dedos, para comprobar si no lo ocultaban, y se los limpiaban luego en los rostros de las mujeres. Después, uno detrás de otro, cada miembro del grupo violó a las mujeres, en presencia de los niños que gritaban y lloraban. Luego los asaltantes saquearon las viviendas y se marcharon. "Me llevaron detrás de la casa, me desnudaron y me echaron al suelo. Me dije que me llegaba el momento de morir", cuenta temblando la octogenaria Anna, que aquella noche fue violada por cuatro hombres. "Chorreaba sangre por todas partes. Cuando aquello terminó, agarraron un machete para darme un corte entre el pulgar y el índice", añade, con la mano derecha envuelta con una venda sucia. El 3 de agosto, los rebeldes abandonaron la localidad sin ser inquietados. Las otras víctimas, algunas embarazadas, pudieron huir a la selva. Según el jefe del pueblo, Livingstone Bubusa, los asaltantes eran más de 350, en su mayoría miembros de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR), acompañados por milicianos congoleños Mai-Mai, todos muy presentes en la región, donde controlan canteras mineras. Bubusa, retenido en un pueblo vecino por los jefes rebeldes a los que iba a saludar, asistió muy a su pesar a la última concentración de los combatientes antes de que ocuparan Luvungi. Los hombres, armados con kalachnikovs y vistiendo uniformes militares, acataron las órdenes de un tal "Lionceau" (cachorro de león), coordinador de las FDLR en la zona, acompañado por un jefe Mai-Mai llamado Mayele. "No hubo ninguna vacilación, entraron directamente en acción (...) luego oía gritos y llantos de mujeres por todas partes", afirma Bubusa, utilizado como porteador y alejado rápidamente a la selva. En total, 284 mujeres y menores -de 13 a 80 años- fueron violadas solo esa noche en Luvungi, según Bubusa. En total fueron 384 según autoridades de Walikale. Los jefes rebeldes permanecieron en Luvungi hasta el 3 de agosto, pero sus hombres estuvieron en otros ocho pueblos cercanos, como Bitumbi, donde fueron violadas unas veinte mujeres. Una patrulla de la ONU que se dirigía a Luvungi el 2 de agosto sólo señaló los pillajes, no testimonios de violaciones. Más de 242 víctimas recibieron trato médico, según la ONG International Medical Corps, que apoya centros de salud locales.

Se ha producido un error al procesar la plantilla.
Invocation of method 'get' in  class [Ljava.lang.String; threw exception java.lang.ArrayIndexOutOfBoundsException at VM_global_iter.vm[line 2204, column 56]
1##----TEMPLATE-EU-01-V-LDJSON----
 
2   
 
3#printArticleJsonLd()
 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS