*Orlando tiene casi 70 años. Es gay y no le da pena decirlo. Sus amigos y familia aceptan su condición, aunque reconoce que al principio, cuando se declaró homosexual, fue complicado, más teniendo en cuenta que hace unas décadas la aversión era mayor.
Hoy, a pesar de que la comunidad Lgbti (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgeneristas e Intersexuales) ha avanzado en que les reconozcan sus derechos, sigue existiendo un rechazo social. Orlando, quien toda su vida se ha movido en el mundo de la música, lo sabe más que nadie. Dice que de no ser homosexual seguramente habría llegado más lejos en su trabajo y condena a quienes llevan una doble vida para progresar. Pero quién mejor para contar su cruzada por el respeto que él. Aquí está su relato.
"A los 15 años decidí ir al seminario, muy influenciado por la iglesia Católica, y mi padre y mi madre, que eran muy conservadores. A esa edad, se despertó en mí el homosexualismo. En mi barrio ya había tenido la inclinación hacia la mujer. Tuve dos novias.
"Tuve que hacer muchas cosas para que creyeran que yo era un hombre. Mi primer sueldo, por ejemplo, me lo gasté con prostitutas, no por convicción sino por aparentar a mis jefes de turno que yo era un macho, para salir del comentario de que era gay. Solo hasta después de los 30 años le dije a todo el mundo que soy homosexual.
"He llevado una vida súper desordenada. He tenido cinco amigos (se refiere a parejas), han sido relaciones largas, de cinco y diez años. La última, con un 'pelao' fastidiosamente machista, es la que más me ha dado duro, porque no me puedo exhibir, no podemos ir a ninguna parte.
"El tema no es el sexual solamente, es la amistad, la parte espiritual, porque el rato sexual es fugaz. Vine a este mundo a amar y me frustra saber que no soy amado y que el castigo, el karma mío, es tener que sobornar la conciencia de un joven para poder darle satisfacción a mi cuerpo. A veces me engaño creyendo que es homosexual, pero no, sé que no lo hace por gusto sino por el dinero que yo le doy, el cual se gasta tomando ron o con su novia.
"Descalifico al homosexual que decide hacer infeliz a una mujer y a unos hijos llevando una doble vida, preferiría, como lo hice yo, que asuma su homosexualidad sin afectar a nadie. No tengo inconveniente en que la sociedad sepa y me adelanto a la pregunta, pero no puedo hacer infeliz a una mujer y estigmatizar a mis hijos por un apetito sexual desordenado. El que nace homosexual es homosexual así tenga que taparlo. Tengo un familiar gay que me aseguró que se tuvo que casar porque ocupaba cierta posición en la sociedad y la familia le exigía matrimonio, además, porque quería tener hijos. Triste, ¿no?
"No soy feliz, cómo voy a serlo si me he pasado toda la vida comprando ratos de pasión. Llegué a mi vejez y no me ama nadie. Lloro mi soledad, pero no se puede hacer nada, me toca aprender a envejecer solo. Creo que ya no encontraré mi felicidad. Lo que me haría más feliz es que mi amigo de hoy me amara y que, si él quisiera, pudiera tener su novia. No me importaría. Lo que no permitiría es que estuviera con varias mujeres al tiempo. Alguna vez, la novia de un amigo que tuve sabía de su doble vida y lo aceptaba, me aceptaba, pero el actual no acepta que su novia sepa. Lo saben su mamá y sus hermanos, pero tiene bastantes limitaciones por la cultura.
"El amor es el verdadero motor de la vida. No concebiría la vida sin amor. A veces he intentado sacar a ese muchacho de mi vida, pero no he podido. Y sé que él, y todos esos muchachos que estuvieron conmigo, lo han hecho por dinero, un dinero que me ganaba decentemente y que terminaba convertido en drogas y alcohol al caer en las manos de esos jóvenes.
"Nunca pensé en tener un hogar homosexual, porque no soporto la idea de estar con una persona que también sea homosexual. Un hombre que tiene relaciones sexuales con un homosexual no es homosexual, es heterosexual. Lo que quiero decir es que el acto como tal sí es homosexual pero para que un hombre sea homosexual debe sentir amor por un gay, no solo acostarse con él.
"Si Dios se apareciera y me diera la opción de elegir entre ser homosexual o heterosexual, sin duda preferiría ser heterosexual, para gozar de un amor pleno. Hay muchas parejas, ambos homosexuales, que sí son felices, pero como a mí me gustan los hombres no homosexuales... ellos no me pueden amar".
***
Por otro lado está *Camilo, un joven de 28 años. Es profesional y cursa un posgrado. No ha salido del clóset. Es apuesto y sería difícil concluir que es gay a menos que él mismo lo reconozca.
De su familia solo lo saben algunos primos de mucha confianza. Su madre lo sospecha pero no se ha atrevido a preguntarle.
Quiere conformar una familia y, por qué no, adoptar niños si se aprueba la ley en Colombia, y espera, algún día, no tener que esconder su homosexualidad.
"Me empecé a dar cuenta de que me gustaban los hombres con un compañero de clases. Me preguntaba qué era lo que me estaba pasando. Poco a poco fui descubriendo esa parte de mí. La verdad, me asusté mucho y lo que más me asustaba era no tener con quién hablarlo. Uno a veces quisiera atreverse a preguntarle a su mamá o a su papá, pero pensamos que nos van a atacar porque obviamente no esperan eso.
"Hasta los 20 años tuve una novia. Pensé tener esposa, hijos, que es lo que siempre me inculcaron, pero dónde estaba lo que yo sentía cuando veía un hombre. No solo se trata de tener sexo, sino de conversar, de pasar buenos momentos con la otra persona. Eso también enamora.
"Tuve una pareja homosexual con la que duré casi siete años. Terminamos por cosas que pasan, por las metas, los sueños. Con esa persona conocí el verdadero amor. Aún seguimos manteniendo una buena amistad, de pronto más adelante volvamos.
"Siempre he pensado que la sexualidad es muy íntima. No es necesario estar divulgándola. En mi casa poco a poco se han ido enterando que soy gay. Además lo sospechan porque a esta edad creen que uno debe estar casado.
"Tengo amigos que todavía están también en el clóset y tratamos de llevarlo muy seriamente. Lo profesional a veces tiende a perder estatus frente a esas tendencias homosexuales y lo he visto en mi trabajo, con compañeros. A mí me ha ido muy bien, afortunadamente. En el trabajo, hay hombres que sospechan que soy gay y se me insinúan, también mujeres, pero trato de mantener mi posición.
"Tengo compañeros que son homosexuales y no lo han dicho abiertamente, pero como decimos: “ojo de loca no se equivoca” y siempre hay algo que lo delata. Nunca he buscado preguntarles o comentarles que yo también lo soy.
"Y no solo se trata de decirle a mi mamá o a mi papá, sino a toda la familia. En mi casa ya se vivió un caso y fue el “acabose”, fue con un pariente que al final se casó, tuvo hijos, pero no es feliz. Porque no te puedo negar que la familia es un poco machista, la cultura Caribe.
"Soy como todos me ven, serio, discreto, formal, es mi personalidad. No soy de estar tirando plumas, pero llegará el momento en que decida contarlo y espero que ese día no me pierdan el respeto o me señalen".
*Nombres cambiados a petición de las fuentes.
Comentarios ()