Facetas


¿La virgen llega al altar?

“Hoy la persona que decide llegar virgen al matrimonio es más cuestionada que la que no lo hace. A mí me decían: ‘¿tú, virgen?’, ‘¡Iraa!, has tenido que acostarte con tu novio’, ‘¿tantos años de noviazgo y no han hecho nada?’, ‘eso no se aguanta’, y muchas otras cosas, pero entendí que no me importa lo que diga la gente sino lo que establecen mis principios y lo que me permite hoy estar casada y sentirme una mujer feliz. Llevo cuatro meses casada y es el tiempo más feliz de mi vida. Si me muero mañana lo hago feliz porque descubrí la sexualidad en el matrimonio y es el mejor regalo que uno puede recibir”.

Esto narra Mariana*, una joven profesional, muy segura de sí misma, de sus principios y creencias. Es cristiana y se casó hace cuatro meses. Llegó virgen al matrimonio y afirma que esa es una de las determinaciones más inteligentes de su vida. Dice que la razón por la que lo decidió, más allá de lo que piense la sociedad, es porque forma parte de unos principios, que más que aprendidos en su familia, están en la Biblia: su manual de vida. “Más que un acto religioso lo considero una decisión de vida”, remata.

Con su esposo mantuvo un noviazgo de más de tres años, tiempo en el que tuvo que soportar señalamientos, especulaciones y preguntas incómodas sobre su sexualidad de personas que no concebían cómo una mujer con una relación estable durante mucho tiempo se abstuvo de disfrutar del placer sexual.

Pero, ¿cómo frenar sus deseos y ser fiel a sus principios? “Era difícil contenerme, eran momentos donde sentía muchas emociones y ganas de tener relaciones con mi pareja, pero para eso uno inventa situaciones o espacios donde no estemos solos, compartir con amigos, con familia, nunca compartíamos espacios a solas a menos que fuera una cena o una fecha especial, pero eso no significaba dar el siguiente paso”, cuenta.

Antes, lo raro era que una mujer no llegara virgen al matrimonio, hoy es todo lo contrario. En la sociedad actual, resulta “extraño” o poco común que mujeres (e incluso hombres) inicien su vida sexual después de casarse.

La teóloga Érica De Ríos Tobón argumenta que “hoy se ha perdido esa idea de llegar virgen al matrimonio, que en otras épocas se sostenía como un gran valor para la vida de pareja. Parece que el amor y el romanticismo pasaron de moda y llegó un libertinaje desmedido, en donde el sexo se convirtió en el centro de atención de toda relación de pareja. Que las relaciones prematrimoniales sean más comunes en la actualidad no significa que sean lo mejor. Se han venido desvirtuando los valores en la búsqueda del placer por el placer. Hombres y mujeres se sienten más experimentados y preparados frente a la vida sexual si ya han tenido vivencias antes de casarse, pero nada más engañoso que esto. La sexualidad es un regalo dado a la humanidad por el ‘Creador de la vida’ para ser cuidado y disfrutado. Pero es claro para nosotros, que debe ser tratado dentro de unos parámetros para que funcione y cumpla sus propósitos”.

“Me acosté con muchos”
En el otro extremo está Ximena*. Cree en Dios pero no forma parte de ninguna religión. Dejó de ser virgen a los 18 años con su primer novio y desde entonces tuvo relaciones sexuales con más de uno.

“Para mí lo importante no es tanto perder la virginidad a una edad determinada, o en el matrimonio, lo importante es saber que estás preparada para hacerlo. Eso de conservar la vagina intacta me parece un poco ridículo. Uno tiene que vivir su sexualidad, obviamente estar muy seguro. Es respetable que una persona decida llegar virgen al matrimonio pero también me parece que eso puede traer ciertos problemas. A veces uno tiene relaciones sexuales con una persona y no hay conexión, no te excitas, quieres que todo termine, entonces sería cruel que tú escogieras estar con una persona el resto de tu vida y resulta que no se entienden en la cama”.

Contrario a Mariana, Ximena piensa que la virginidad es algo sobrevalorado que muchas personas consideran como algo sagrado. “Cuando supe que quería estar con mi novio no me puse a pensar que le entregaría un cofre, un tesoro, o que me iba a casar con él. Simplemente pensé en explorar mi sexualidad conscientemente y sabía que quería que fuera con él porque era una persona responsable, respetuosa, que nunca me obligó a hacerlo. Después de eso, lastimosamente mi vida sexual fue muy agitada, me acosté con muchos hombres. Ahora estoy feliz con mi pareja y sé que esa es la persona con la que voy a vivir el resto de mi vida. No es que me enorgullezca decirlo, pero yo sí disfruté mucho mi sexualidad, eso sí, con protección”, dice entre risas.

“Yo creo que las mujeres que deciden llegar vírgenes al matrimonio es más que todo porque practican alguna religión. Es como un mandamiento y ellas quieren agradar a Dios. Ya otra cosa son las viejas que están ponchadas, que no consiguen con quien tener relaciones y no han perdido la virginidad por eso, porque no han encontrado la persona adecuada”, remata.

Érica, la teóloga, no está de acuerdo con Ximena y explica su situación diciendo que la mujer ha logrado tener un lugar más importante en la sociedad y por ende puede decidir sobre su vida sexual, sin pensar en las consecuencias o cuestionamientos de tipo moral.

“A las mujeres que se mantienen vírgenes hasta el matrimonio, se las considera raras o con algún problema de autoestima e inseguridad. Además se les tiene por santurronas, anticuadas e inexpertas. Las relaciones sexuales son muy importantes, no solo porque las mujeres se han reivindicado, diciendo que ya no quieren un mundo machista en el que la virginidad de la mujer sea un requisito para el matrimonio. Tanto hombres como mujeres son más libres con eso. Pero en nuestro caso, es de gran trascendencia en cuanto a transmitir y mantener los valores y principios de la familia. Dios siempre ha dejado claro que no debemos dar mal uso a nuestro cuerpo y a nuestra vida de intimidad sexual”, dice la experta.

¿Qué dice la sexóloga?
En una entrevista en la universidad Sergio Arboleda de Santa Marta, la sexóloga Flavia Dos Santos expresó que lo que se debe tener en cuenta al momento de tener la primera relación sexual es la madurez, no solo física sino psicológica para poder disfrutar de la sexualidad.

“Creo que la idea de conservar la virginidad hasta el matrimonio está mandada a recoger desde hace mucho tiempo. Esas son determinaciones del patriarcado. La virginidad y el control de la sexualidad femenina viene desde el momento que se crea la propiedad privada y que los hombres necesitan estar seguros de su herencia y de su propiedad, entonces la mejor forma de hacer eso es aplastar la sexualidad femenina, controlarla y dominarla cada vez más”.
                ***
Mientras que para Mariana la mujer debe guardarse para su esposo, como lo establece la Biblia, para Ximena la virginidad ya no importa y no determina que una mujer sea buena o valga la pena. Y para usted, ¿la virgen llega o no al altar?

*Nombres cambiados.

Se ha producido un error al procesar la plantilla.
Invocation of method 'get' in  class [Ljava.lang.String; threw exception java.lang.ArrayIndexOutOfBoundsException at VM_global_iter.vm[line 2204, column 56]
1##----TEMPLATE-EU-01-V-LDJSON----
 
2   
 
3#printArticleJsonLd()
 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS