Hay quienes creen que el blanco Palacio de la Aduana necesita una limpieza profunda para exorcizar los demonios que lo habitan. ¿Será que lo habitan demonios? ¿Es el edificio o la gente en él? ¿O fuera de él?
Hay quienes creen fervientemente que la mala suerte recubre con su manto, no bendito, a la Alcaldía de Cartagena y que energías negativas no dejan florecer su prosperidad.
Y que, como un ser oscuro, esas malas energías, escondidas en un rincón de ese palacio, se frotan sus manos, con recelo, mirada pícara, sonríen mostrando sus dientes, grandes, blancos y filosos. Hay quienes ni siquiera creen en la buena o mala suerte.
Y es que la suspensión del periodista Manolo Duque Vásquez del cargo de alcalde ha dado para hablar de todo, en el afán de buscar responsables. Desde corrupción, de justicia y hasta de supersticiones. Así es, de cosas raras y paranormales.
Pero, con la mano en el corazón: ¿Cree usted que la suspensión del Alcalde, que lo sucedido con el también periodista Campo Elías Terán Dix y el que la ciudad haya tenido otros seis alcaldes desde 2012, sea el producto de alguna fuerza oscura? Hay quienes creen que tal vez la fuerza sea oscura, pero para nada paranormal.
La mala racha
Recordemos que Cartagena ha tenido ocho alcaldes en cinco años. El bastón de mando también lo han llevado Carlos Otero (Q.E.P.D.), Bruce Mac Master, Dionisio Vélez Trujillo, Felipe Merlano, Óscar Brieva y ahora Sergio Londoño Zurek.
En las próximas semanas, tal vez, la lista aumente a nueve. Esto, cuando el presidente Juan Manuel Santos designe a un integrante de la terna propuesta por Primero La Gente, para reemplazar a Manolo, mientras se define su situación.
No se sabe cuánto podría tardar eso. No se sabe qué pueda pasar, ni cuántos alcaldes más tengan que pasar para que se “estabilice” la gobernabilidad de Cartagena.
Entonces, con este panorama, se habla de que la ciudad “está salada” y en una “mala racha” que no ha dejado a sus últimos alcaldes terminar sus periodos de mando. Incluso se ha llegado a decir que todo tiene que ver con supuestos rituales practicados en una anterior administración.
Se ha "resucitado" en los anaqueles políticos, de amigos y rivales, un supuesto episodio que algunos, deliberadamente, se atreven a vincular con este difícil momento de la historia de Cartagena.
“Al comienzo de esa administración, trajeron unos cubanos a hacer un ritual para que sacar todo lo que se había quedado de corrupción. Desde esa administración para acá, la ciudad se desmoronó”, afirma Jorge Pérez, un líder comunal del barrio Santa María.
Él mismo pide intervención divina y dice: “ojalá cuando llegue el Papa lo suban al despacho” del Alcalde porque “ahí hay una maldición”.
El “cuento chino”
“Eso sí pasó, en ese momento no se le ha dio importancia, porque esa clase de rituales los hacen otros gobernantes, pero en este momento se le ha dado una connotación diferente, con todo lo que ha pasado. La gente sabe que eso pasó, vino una señora que hizo unos rezos en el despacho y dijo que ese periodo de Alcaldía se terminaría completo”, comenta una periodista de la ciudad.
Tanto el líder cívico como la periodista afirman que el supuesto acto se dio al comienzo del periodo de Judith Pinedo Flórez, quien culminó sus cuatro años de mandato sin interrupciones. ¿Verdad o pura superstición?
La exalcaldesa desmiente que un ritual de tal naturaleza haya sucedido bajo su cargo. “Si la Tuna de la Presentación que me recibió en mi despacho se puede calificar como santería, pues sí, me recibieron con ella. Todo lo demás es absurdo y cuento chino… Para aclarar, jamás hubo ningún ritual”, explica la exalcaldesa Pinedo y opina que este tipo de comentarios generados últimamente son “tonterías” de la gente.
Hay que decir que los rituales con chamanes son usados habitualmente por políticos. “Tengo entendido que, por ejemplo, Santos hizo un ritual con indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta al comenzar su presidencia y anteriormente muchos gobernantes, como Fidel Castro, hacían esas cuestiones de espiritualidades, sobre todo las ancestrales, para que los acompañen en el desarrollo de sus actividades como gobernantes.
“Pero sí, es normal que algunos mandatarios lo hagan. Es una cuestión que no dicen, pero hacen. Es una práctica que viene de la época colonial, no tiene nada de malo”, comenta el investigador y escritor africanista Antonio Prada.
Epílogo
La suspensión del periodista Manolo Duque Vásquez del cargo de alcalde ha dado para hablar hasta de superstición. Lo más importante es que a los cartageneros no se nos olvide cuál es y cuál ha sido la realidad de Cartagena en los últimos años. Y lo más importante: que el futuro de la ciudad también está en nuestras manos.
Comentarios ()