Facetas


María Guerrero, graduada de la Universidad a sus 73 años

Ayer en el Centro de Convenciones, junto a sus compañeros, María Guerrero recibió su diploma y dos menciones por haber alcanzado su logro de superación personal.

Eso era lo que quería hacer María Guerrero: Estudiar. Pero tuvo que esperar criar a sus 5 hijos y apoyar a sus 15 nietos, sus 10 biznietos y un tataranieto, para cumplir su sueño: graduarse a sus 73 años.

Desde que era una niña, soñaba con ir a la escuela, pero para ese entonces no tenía ninguna opción porque la prioridad era aprender todos los quehaceres de la casa y prepararse para casarse.

En 1998, después de haber criado a sus cinco hijos y sacado a la familia adelante tras la muerte de su esposo y una separa-ción, decidió entrar al colegio.
“Un día me dije a mi misma que era hora de cumplir con mis sueños, le comenté a mis hijos y me matriculé en primaria, en el nocturno de la Institución Educativa 20 de Julio y cuando terminé no quedé contenta, sentía que quería seguir estudiando, entonces busqué la manera de matricularme en el bachillerato.
En el 2001 terminó su bachillerato, pero tampoco estaba conforme. “Me gusta tanto estudiar que lo único que quería era seguir aprendiendo. Me presenté dos veces en la Universidad de Cartagena para estudiar Literatura, pero no pasé”.
Su condición económica, dice, no le permitía pagarse una Universidad privada así que empezó a hacer cursos de construcción civil, de gestor social, de gestor local, de reportería y otros que ya ni se acuerda.
Pero su deseo de entrar a la Universidad seguía en su mente. Así que escuchó hablar de la Universidad de Pamplona y se fue a averiguar.
Dios y sus hijos la ayudaron y se inscribió en Licenciatura en Lengua Castellana y Comunicación.
Aunque sus hijos le daban todo para que estudiara, dice que todos los sábados caminaba desde el barrio El Libertador, dónde vive, hasta el colegio Inem donde se dictaban las clases, de 8 de la mañana a 1 de la tarde.
En la semana se dedicaba a hacer las tareas y los quehaceres de la casa.
En la Universidad, comenta,  encontró a Gissela Escudero y Erika Peña, dos jóvenes, que se convirtieron en sus me-jores amigas. Al resto de compañeros y docentes a quienes también aprecia, los define como muy buenos compañeros.
“A pasar de ser la más vieja, no tengo quejas de mis compañeros porque todos fueron muy respetuosos conmigo y me tuvieron paciencia”.
“Es una señora digna de admirar, a la que le gusta mucho investigar, es muy puntual y responsable con el estudio”, asegura Gissela Escudero.
En diciembre del año pasado terminó las clases y ayer sábado en una ceremonia, en el Centro de Convenciones, recibió junto a otros estudiantes y compañeros su diploma que la acredita como profesional graduada en Licenciatura en Lengua Castellana y Comunicación, también recibió dos menciones por haber alcanzado sus logros de superación personal.
A diferencia de otras señoras de su misma edad que desean descansar, María siente que le queda mucha vida y ánimo por delante por lo que ahora su meta es conseguir un trabajo y seguir estudiado, pero esta vez  Promoción Social.
“Cuando hice el curso de gestora social me gustó y creo que sería bueno estudiar Promoción Social, ya la averigüe en el Colegio Mayor.
Mientras, María sigue en su casa estudiando por su cuenta, repasando las lecciones.
Su hijo Fernando dice que al igual que sus hermanos está dispuesto a apoyarla como lo han hecho.
“Ella se esforzó bastante por educarnos y ahora nosotros hacemos todo lo que está a nuestro alcance por hacer que ella cumpla sus sueños”, dice Fernando y asegura que gracias a la actitud de su madre ha logrado que muchos jóvenes en el barrio se superen.
“Cuando uno estudia se siente realizado, el conocimiento que se obtiene no se compara con el que se aprende en la calle. Es maravilloso estudiar y preparase. A veces veo a los jóvenes que tienen una vida por delante y todo el apoyo de sus familia-res y no quieren estudiar. Es triste ver como les pasan los años sin hacer algo”, comenta.
UNA FUNDADORA DEL BARRIO
María vive con uno de sus hijos en una casa de tablas, en el barrio El Libertador, del que dice, fue una de las fundadoras.
“Yo viene acá cuando esto era montaña. Antes vivía en el barrio el Zapatero hasta que Provivienda, creo que así se llamaba, nos capacitó para que viniéramos a vivir acá, en donde lo único que había era monte. Con el tiempo más familias empezaron a llegar y el barrio empezó a tomar otro aspecto”, recuerda.
De sus hijos solo tres lograron estudiar carreras técnicas. “Una de mis hijas es peluquera y la otra es docente y tengo un hijo que es trabajador social”.
Para sacar adelante a su familia trabajó en casas de familia y fue vendedora ambulante.

 

Se ha producido un error al procesar la plantilla.
Invocation of method 'get' in  class [Ljava.lang.String; threw exception java.lang.ArrayIndexOutOfBoundsException at VM_global_iter.vm[line 2204, column 56]
1##----TEMPLATE-EU-01-V-LDJSON----
 
2   
 
3#printArticleJsonLd()
 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS