Un libro sobre el magnicidio de Álvaro Gómez Hurtado

¿Quiénes estaban detrás de este magnicidio? Sin pretender acusar ni dar juicios, Enrique Gómez Hurtado acaba de presentar en el Caribe colombiano su libro “¡Por qué lo mataron?”, 251 páginas y 40 anexos, publicado por ediciones Controversia. El libro figura entre los libros más leídos del país en las últimas dos semanas.
¿Quién estaba interesado en asesinar a su hermano Álvaro Gómez Hurtado?
Mire, en este libro yo no hago acusaciones, no soy investigador, mi objetivo es informar, luego de 16 años del magnicidio de mi hermano Álvaro Gómez Hurtado. El libro tiene 251 páginas y en lo hemos publicado en editorial Controversia, para aclarar en qué circunstancias se produce el asesinato en aquel 1995 y qué pensamiento defendía Álvaro Gómez en ese momento histórico de Colombia, cuyo presidente fue elegido por la mafia. Recopilamos documentos. Los lectores sacarán sus propias conclusiones y entenderá qué sectores de la sociedad colombiana estaba interesada en quitarlo del medio.
¿En qué se ha avanzado en la investigación?
Al día siguiente del magnicidio empezaron las especulaciones y aparecieron tres testigos falsos: El Grupo de Sincelejo, el Grupo de Bogotá y el Grupo Cazadores. Gente interesada en cobrar una recompensa. El coronel Bernardo Ruiz Silva fue condenado y posteriormente absuelto, también por testigos que luego se retractaron.
¿Cuántos fiscales han investigado y se han hecho cargo del proceso de Álvaro Gómez? La investigación lleva 150 mil folios. Los fiscales no terminaban de leer los expedientes cuando ya eran reemplazados. Ha habido 20 investigadores, casi uno por año. Escribí el libro para buscar una mayor claridad y acelerar el proceso de investigación. Es curioso que mientras en el magnicidio de Luis Carlos Galán ha sido importante el testimonio de Popeye, para el caso de Álvaro Gómez no ha valido el testimonio de Rasguño.
¿Qué pensamiento defendía su hermano Álvaro Gómez Hurtado?
El pensamiento de Álvaro Gómez Hurtado alertaba a la solidaridad nacional por la salvación de las instituciones, cuando supo que el presidente fue elegido por la mafia. Hay que leer sus últimos editoriales en El Siglo para comprobarlo.
El 17 de agosto editorializó contra el poder del presidente así:
“Un gobierno que tiene que hacerse perdonar todos los  días y que está sujeto a las sorpresas de que se descubran nuevos actos ilícitos, no puede tener iniciativa, no consigue convocar, no logra dominar la economía, no puede mantener la...”.

   ¿Cómo era Álvaro Gómez Hurtado como ser humano, intelectual e ideólogo?
Era básicamente un profesor, con una enorme capacidad de transmisión de pensamiento. Escribió 20 ó 25 libros, entre ellos, un Manuel de Periodismo, de 60 páginas, que es muy práctico y consultado. Escribió sobre muchos aspectos de la cultura y la política. No tenía la espectacularidad que proyectaba nuestro padre Laureano Gómez, quien practicaba sus discursos frente al espejo. Su presencia ponía a temblar  a mucha gente. Álvaro no tenía esa condición. Era un conversador. Un docente. Era agradable escucharle hablar del país, con su verbo rico y sencillo.
    Era además, un pintor de caballos...
Sí, le encantaba pintar caballos, estudiarlos anatómicamente, dibujar la composición muscular de los caballos. Por allí se conservan algunos de sus dibujos. Le gustaba ir a los pueblos a caballo. Era un conocedor del arte. Identifica una obra de cualquier época, el autor, la técnica. Daba gusto verlo en París explicándonos el origen de las estatuas.

    ¿Qué impacto ha tenido su libro?
El libro figura entre los primeros puestos de lectura en el país, y su primera edición de 15 mil ejemplares se agotó. Ya está en la segunda edición.
¿Cuál cree que es la vigencia del pensamiento de su hermano en el contexto contemporáneo?
Bueno, como dice Ortega y Gasset, cada ser es también su circunstancia. No se puede separar al ser con su tiempo. Hoy Álvaro tendría 93 años.