Al atardecer, luego de un día laboral extenso, Luis Daniel sintió que cargaba el mundo en su espalda. Lo suyo no era cansancio físico. Se trataba, quizás, de un agotamiento interior ocasionado por la simple rutina en la que se había vuelto su vida.
Cada día sale de su casa antes de que se asome el sol, desde un barrio en la zona suroriental de la ciudad, y regresa al anochecer luego de más de 8 horas de trabajo y dos trayectos de casi hora y media cada uno en una buseta.
Son las 6 de la tarde del martes y antes de abordar la ruta de transporte público que lo llevará a su casa prefiere caminar para despejar la mente.
Caminar siempre fue una vía para encontrarse consigo mismo, aunque la dinámica y el clima de la ciudad lo llevaron a perder la costumbre.
En su camino, por una de las playas de Bocagrande, decidió mejor recorrer el nuevo paseo peatonal, al que solo conoce por las polémicas que a veces lee en la prensa local.
Sabe que aún no está inaugurado y por eso lo sorprende ver la cantidad de personas que ya usan ese espacio.
Llegó con la idea de encontrarse con obras en mayor estado de retraso, pues había visto las declaraciones en Twitter del director del Departamento Nacional de Planeación, Simón Gaviria, que alertó que el avance físico de los trabajos está apenas en un 88%. (Lea: Director del DNP preocupado por atrasos en obras del paseo peatonal).
Al entrar al paseo no le pareció tan grave el estado de las obras, aunque sí le dio la razón a quienes protestan por el paisajismo que debe acompañar a un escenario como estos. Pocos árboles, y entre los que hay, algunos están secos. En todo el tramo, solo pequeños trayectos poseen grama y el recorrido carece de estética.
Decir que no hay estética en ese sector es una paradoja. La vista de la bahía por sí sola es un espectáculo para cualquier transeúnte que la observe desde allí a esa hora, en la que el sol dice hasta mañana al pintar el cielo con el anaranjado del crepúsculo.
Desde el paseo peatonal se puede divisar el Castillo de San Felipe, el Cerro de la Popa, el puerto de Cartagena, la base de la estatua de la virgen que está en reparación luego de que un rayo la partiera el 9 de agosto de 2015, varios yates en los que se ven a mujeres en bikini bailando una champeta o un reguetón, y los edificios cada vez más elevados de Bocagrande.
Durante el recorrido notó que el paseo peatonal ya es uno de esos pocos espacios en los que coinciden todo tipo de personas, que le dan usos diferentes.
Se encontró a niñeras paseando a pequeños en coche. A hombres, mujeres, jóvenes, adultos y mayores trotando. Hasta las mariamulatas se paseaban campantes entre los peatones.
Para algunos, la protección del sol que les ofrecen los edificios a esa hora los lleva a ver pasar el tiempo de la tarde en las bancas acomodadas en las 13 rotondas que se hicieron en el paseo.
A medida que camina por el sendero parece ingresar en un escenario deportivo. Primero aparece un niño en una patineta que avanza lo más rápido que puede mientras su madre acelera el paso para no perderlo de vista.
Después se encuentra a una menor en patines que llama la atención de un par de turistas sonrientes. Esa misma niña sería la fotógrafa de un señor que paseaba en una bicicleta y que buscaba quien le sacara una ‘instantánea’ en su celular.
Con pocas ciclorrutas en Cartagena, el paseo peatonal es una de las opciones que tienen los amantes de la bicicleta para circular sin correr mayores peligros. Y eso se nota por la cantidad de personas movilizándose por allí. Algunos, más que por deporte o afición, lo hacen porque eligieron una 'bici' como medio de transporte.
En cierto punto de su caminata, Luis Daniel se ve acompañado solo por el silencio de la bahía, que parece bostezar cuando la corriente golpea al agua contra las rocas de contención que se instalaron para evitar inundaciones y erosión, entre las que están las válvulas de pico de pato, que evitan que se filtre el agua hasta la avenida cuando se incrementa la marea y que a la vez drenan las calles cuando la lluvia las inunda. La consecución de esas válvulas ocasionó parte del retraso que sufrieron las obras y que impidieron que el paseo se inaugurara en las fechas que se programaron al principio.
Las obras del paseo peatonal no fueron ajenas a los retrasos que suelen sufrir los grandes proyectos de infraestructura que se realizan en Cartagena. Su reconstrucción arrancó el 4 de mayo de 2015 y debió terminarse el 4 de marzo de 2016. Pero, según el interventor Edgardo Martínez, esas fechas tuvieron que aplazarse para el 20 de agosto próximo debido a demoras en la aprobación para comprar las dichosas válvulas.
Durante la parte final del recorrido, Luis Daniel tuvo que cruzarse con obreros trabajando en la instalación de bancas y a medida que se apagaban los rayos del sol notó que las luminarias no se habían instalado y que a simple vista, los postes en las que se instalarán parecen débiles.
Lo motivó ver que durante el recorrido se encontró a varios bachilleres de Policía, pues le dan una apariencia de seguridad al lugar, y que en los 2,5 kilómetros de extensión hay varias canecas de basura.
Al salir del paseo tras haberse cruzado con todo tipo de personas y mientras veía a una pareja de novios agarrados de la mano con unos cascos de moto al lado en uno de los muelles, sintió que la caminata le había servido para descargar el estrés de su rutina. Entonces pensó en volver a caminar por allí para ser testigo de los avances y la calidad que muestren las obras con el paso del tiempo.
[bitsontherun F1OkobFM]
“Está en un 97%”: Interventor (RECUADRO)
El Universal habló con el interventor de la obra, Edgardo Martínez, quien respondió a las recientes declaraciones del director del Departamento Nacional de Planeación, Simón Gaviria, quien sostuvo que los trabajos están retrasados y solo tienen un avance del 88%.
Martínez aseguró que el paseo peatonal tiene un avance del 97% y sostuvo que lo que falta se reduce a 17 bancas por instalarse, y a la iluminación.
Asimismo, dijo que tiene actas de las reuniones que se realizaron para socializar el proyecto con la comunidad y que a esas reuniones asistieron personas que ahora denuncian que no se socializó el proyecto.
"El proyecto se ha mejorado sustancialmente en sus características, en sus espesores, en su calidad de concreto, todo eso ha sido concertado con la comunidad. Todo ha sido concertado con ellos y de eso pueden dar fe los veedores", contó.
Explicó que no mantiene comunicación con Planeación y que las obras no tienen los sobrecostos que anunció el Distrito. "Nosotros mensualmente enviamos a la Alcaldía los informes con los avances y las inversiones que se han hecho. El contrato original es de 8 mil 800 millones de pesos y se adicionaron unos 2 mil millones por el cambio de las válvulas y por la parte eléctrica".
Además, dijo que la parte de paisajismo le corresponde al EPA y reconoció que piensan hacer ajustes a detalles estéticos del paseo peatonal.
Comentarios ()