Un día cualquiera empacaron maletas, dijeron adiós y dejaron todo atrás para arrancar de ceros, echar raíces en tierras ajenas. Cada vez son más los venezolanos que llegan aquí, a Cartagena, huyendo de la escasez, del hambre y de la inseguridad.
Valentina Suárez* pisó suelo cartagenero hace año y medio. Entró legalmente al país. Sin conocer a nadie, absolutamente a nadie. Contó con suerte, mucha suerte. La primera noche, encontró alojamiento en Pasacaballos, al día siguiente tenía un trabajo informal.
“Una muchacha que también es estilista, me habló de esta ciudad, me dijo que era una buena opción por ser turística, lo que yo trabajo gusta mucho acá. Me vine sola, era la primera vez que salía de Venezuela”, me comenta, mientras espera clientes en una peluquería del Centro.
Aquí, no solo logró establecerse. Se enamoró de un colombiano y hace dos meses nació de ese amor un bebé. Dio a luz en la clínica Maternidad Rafael Calvo.
Entre enero y julio de 2016, el Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis) ha emitido órdenes para atender a 84 pacientes extranjeros, de los cuales 74 han sido venezolanos, 54 de ellos mujeres embarazadas. Entre esas, Valentina.
“Chamo, de dónde iba a sacar yo millón y puya de pesos para pagar eso, no los tengo”, me cuenta, entre risas, mientras pinta de rojo intenso las uñas de una clienta. Este año, al Dadis le ha costado $135 millones la atención de esos 84 extranjeros.
Desde Cuidad Ojeda, tercera más grande del Estado fronterizo de Zulia, llegaron hace un mes la madre de Valentina, una hermana con sus dos hijos y el esposo. Quisieran traer a más familiares.
“Estaban pasando mucha necesidad, mi mamá sufre de hipertensión y allá no hay medicinas. Uno no consigue nada, ni en la tienda del barrio y lo que hay está exageradamente caro, el sueldo no alcanza, mi papá tiene los carros dañados y no consigue repuestos”, explica.
Los deportados
Ni las mismas autoridades saben cuántos nacionales del país petrolero han llegado a Cartagena en los últimos meses. Es difícil establecer la cantidad. Quienes ingresan legalmente por los 39 puestos de Migración Colombia pueden ir a cualquier ciudad del país. La gran mayoría, más del 70 %, entra en condición de turista, el resto lo hace con permisos especiales o de trabajo.
También están los ilegales que entran por trochas fronterizas. No todos tienen la misma suerte de Valentina. Franklin Gómez* tiene 23 años, y mientras prepara comidas en un restaurante de un centro comercial de Cartagena, le es inevitable pensar en que sus papás, a quienes dejó en la ciudad de Valencia, no tienen qué comer.
“Tenía mi trabajo fijo en una tienda de computación, soy técnico en servicios administrativos, renuncié y con la liquidación me vine en noviembre del año pasado. El primer mes estuve a punto de regresar, fue duro, muy fuerte. No salía por temor a que me deportaran”, recuerda.
Datos de Migración Colombia indican que este 2016 de Cartagena deportaron a 13 venezolanos por ingresar al país de forma irregular. Dependiendo del caso no podrán regresar, por un periodo que va entre seis meses y 10 años, según la sanción.
“Me tocó entrar a Colombia por una trocha por La Guajira, fue la hora más terrífica de mi vida, tenía mucho miedo porque era una zona muy peligrosa. A muchos los roban y los dejan sin nada”, narra.
“Al tiempo regresé a Venezuela para sellar el pasaporte. Ahora estoy legal acá y tramitando la cédula de extranjería, me está yendo súper bien, mi familia me está dando mucho ánimo, es duro estar aquí solo, sin tú saber si ellos están comiendo, cómo están pasando”.
Convertirse en colombianos
Érika Guerra, de 31 años, llegó hace 20 días. Espera obtener la nacionalidad colombiana, a la que tiene derecho porque sus padres son de aquí, aunque viven en Venezuela.
“Vengo de Barquisimeto, Estado Lara, con mis 4 hijos, de 11, de 8 y unos morochos (gemelos) de año y medio. Viajé con un hermano, mi marido quedó cuidando la casa. La semana pasada encontré un trabajo de ayudante de cocina, mi hermano todavía nada, busca en el Centro, pero no tiene papeles y se ha encontrado a varios venezolanos en la misma situación”.
En muchos casos, quienes llegan de Venezuela son colombianos que durante la época de bonanza económica del país vecino, se marcharon buscando nuevas oportunidades.
“Soy colombiana, tenía una vida hecha en Venezuela hace más de 20 años. Vivía en Maracaibo, pero por la falta de alimentos, de medicinas y por el problema del gobierno contra los colombianos, estamos acá nuevamente”, explica Dalis Silva Púa. No regresó sola, lo hizo con siete hijos, cinco de ellos venezolanos.
“Tengo una hija que es especial, tiene hipoxia cerebral. Necesita una ayuda. Ya tiene los papeles colombianos, pero no ha recibido medicamentos, no he conseguido sacarle el Sisbén, cada vez que están por hacerle la visita nos toca mudarnos, no hemos encontrado un lugar fijo donde vivir”, comenta.
Dalis vive en El Pozón, aunque desde su llegada hace menos de un año, ha pasado también por Colombiatón y Flor del Campo.
Filadelfo Montero, líder comunitario de El Pozón, asegura que cada día en ese sector se notan más los venezolanos.
“Llegan con la intención de buscar un registro civil para convertirse en colombianos, entonces lo buscan a uno que es gestor social para que los ayude, pero yo no me presto para eso, las cosas tienen que ser a lo legal.
El estado colombiano lamentablemente no previene las cosas, tienen que tomar acciones preventivas, porque eso va a ser un problema grande”, sostiene Montero.
*Nombres cambiados a solicitud de la fuente.
Más datos
Durante este año, la Regional Caribe de Migración Colombia ha realizado solo en Cartagena el registro de visa y expedición de 230 Cédulas de Extranjería para venezolanos, que presentan visa expedida por el Ministerio de Relaciones Exteriores Migración Colombia. Es decir han solicitado permisos ya sea para estudiar o trabajar.
También han expedido, en el mismo tiempo, 227 salvoconductos para venezolanos, que pueden ser de permanencia hasta por 30 días. Este documento se expide mientras se tramita la visa ante el Ministerio de Relaciones Exteriores o para salir del país luego de haber sido sancionado al vencerse el término autorizado para permanecer en el territorio Nacional.
Controles
El Concejo de Cartagena recientemente pidió más controles para venezolanos que ingresan ilegalmente a la ciudad, que estarían realizando actividades ilícitas y ejerciendo la prostitución. Según Fernando Niño, vienen realizando operativos de verificación en conjunto con Migración Colombia, en varios sectores. “Tenemos conocimiento que muchos de estos venezolanos están asentados en el corregimiento de Bayunca y ahí hemos ido a verificar antecedentes y a prestar todas las ayudas porque muchos tienen enfermedades, están sin empleo y sin alimentación. A los que tienen doble nacionalidad los estamos vinculando a diferentes programas”, afirma.
Comentarios ()