Agua y café. El músico quiere mojar sus labios antes de cantar con su voz, porque la guitarra la puso a sonar hace unos minutos. La señora Julita aparece sonriente e impecable -como siempre- con un pocillo, un vaso y una servilleta. Pone la bandeja en la mesa. Vicente García, el músico dominicano, abandona la guitarra y saborea el primer sorbo de café...deja el pocillo y vuelve a la música.
Suena la guitarra.
Vida que ha venido pa’ llenarme de color el alma...hoy navego en tus lunares y en tus labios carmesí -canta fuerte-. Cómo se cuece el calor de tu piel en mi piel, y haces del cuento fantasía, amada mía, oooh, que dibuja mi sol.
Y mientras canta su Carmesí, tan impecable que no parece en vivo, pienso que Vicente no tiene cara de ingeniero electrónico. Los ingenieros son cuadriculados y él...él tiene rastas. Rastas y gafas negras y un collar de pepitas blancas.
Y pienso también que esta escena de hoy comenzó a gestarse hace más de treinta años, allá en su natal Santo Domingo, la capital de República Dominicana.
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Aunque él no lo sepa, esta travesía comenzó hace años.
Empezó en una de esas noches de domingo húmedas de Santo Domingo, cuando su mamá, doña Ani Guillén, lo llevó a ver el show de unos payasos...máquinas incansables de chistes y risas que actuaban en El Malecón. Pero la parte favorita del pequeño Vicente siempre fue el final del espectáculo. No porque no le sacaran una carcajada, sino porque solo al final dejaban los micrófonos y solo al final podía subir a la tarima y hablar, y gritar...y, lo más importante, cantar. Apenas tenía cinco años.
Y la música siempre irrumpía en su vida. Siete años después volvió a aparecer, esta vez para quedarse.
A los doce años, Vicente García Guillén se “robó” la guitarra de una tía. ¿Tenía algo especial aquel instrumento? No. Era una guitarra común, café y corriente...y reveladora: le mostró que la música no volvería a ser un juego jamás. Ahora sería su vida, y la vida no es un juego de niños.
Esa especie de delito inocente lo hizo entender que había cosas que aprender, acordes, notas musicales...tenía que aprender a tocar la guitarra en serio. Y empezó a componer. Y aprendió a tocar un poco de piano, el tres cubano, percusión menor...Y empezó a componer una ráfaga de canciones malísimas que ya ni siquiera recuerda. “Sólo me acuerdo que eran malas, pero no recuerdo ni cómo decían, nada”.
Por suerte, después de tantas canciones malas, y de bastante lucha, por supuesto, vino el primer álbum, Melodrama (2001), cargado de éxitos como Mi balcón y Cómo has logrado. Vino luego Te soñé y vinieron los elogios del maestro...qué digo maestro: del maestrazo Juan Luis Guerra...y vino la vida en Colombia, porque República Dominicana le quedó chiquita a Vicente y tuvo que agarrar sus maletas para perseguir el éxito. “Muchos se van a Miami, pero no, yo quise Colombia. Y no me equivoqué, este país me ha enseñado a crecer como compositor, como músico y como persona”.
Y aquí está en Cartagena, hablando de bachata y de gaitas. ¿Quién iba a decir allá en El Malecón de Santo Domingo que el destino iba a llevar a ese chiquitín bullero a Bolívar y a los Gaiteros de San Jacinto?
Porque Vicente llegó a El Universal a mostrar A la Mar, su segundo álbum. Y el departamento de Bolívar está ahí, como una de sus creaciones más hermosas y sentidas, un reto convertido en música, la canción Espuma y arrecife, que grabó con los míticos Gaiteros de San Jacinto.
Y dice así: Me quedaré en la arena, mientras el sol me calma, y esperaré las olas que me arrastren a tu playa. Y te daré los besos, que quedan en mi boca, que sea mi pasatiempo, recordarte a cada hora...
¿Qué significa para Vicente García Espuma y arrecife?
-Es una fusión súper interesante e importante para mí como dominicano que vive en Colombia. Fue tomar la base rítmica de un género que se llama congo de villameia, traerlo aquí a Colombia y fusionarlo con el maracón, la tambora y las gaitas...y lograr que todo tuviera cohesión para mí fue importante musical y personalmente, fue algo muy simbólico que quedó hermoso.
¿Y cómo te contactas con los Gaiteros de San Jacinto?
-El disco empezó de una forma muy dominicana e interna, investigando y buscando en las raíces de la República, pero con el tiempo se fue expandiendo a varias regiones del Caribe y zonas aledañas. El disco fue producido por Eduardo Cabra, de Calle 13, y él había trabajado con los Gaiteros y me hizo la propuesta, me encantó y empezamos a ver cómo podíamos fusionar los ritmos. Los contactamos e hicimos este sueño realidad.
Háblame de referentes...
El principal es Juan Luis Guerra por su visión y por su manera de ver la música. No tiene un género en específico, sino que juega a través de los ritmos y los mezcla de forma mágica. A veces hace algo movido y otras algo muy tranquilo en la guitarra....en ese mismo sentido, Roby Drako Rosa y un norteamericano que se llama Paul Simons.
Eres ingeniero electrónico...
Sí -ríe-, terminé el colegio y mis papás querían que estudiara algo. La idea era estudiar ingeniería de sonido, pero en República Dominicana no había esa carrera y por ahí fui buscando hasta que llegué a la ingeniería electrónica.
Lo de ingeniero le sirve para comprar viejos equipos de sonido y grabadoras y usarlos como rompecabezas. Los arma y desarma con la paciencia de Job. Y ahí, detrás de esa pequeña obsesión, aparece otra vez la música. Es que nunca se ha ido. Sigue ahí, en su corazón, como cuando tenía cinco años y esperaba que el show de los payasos acabara en Santo Domingo para subir a la tarima y cantar. Y vivir de verdad.
Más de Vicente
El 30 de marzo de 1983 nació Vicente García Guillén. Tiene 33 años.
En 2011, Vicente se mudó a Bogotá buscando un mercado más amplio para su música.
2 álbumes ha grabado el dominicano. El primero, Melodrama salió el 2011 y tiene 11 canciones. El segundo, que acaba de lanzar, se llama A la mar e incluye una fusión con los Gaiteros de San Jacinto.
Te soñé, una de las canciones más reconocidas de Vicente, relata la historia despecho de un amigo suyo, otro músico.
Oficio de enamorado, de Juan Luis Guerra, es una canción para escuchar en las noches de Vicente.
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