Solo los vampiros deberían mantenerse alejados del ajo. Su olor característico después de consumido desaparece con un buen lavado de boca o masticando unos chicles de menta, una hojita de hierbabuena o una semilla de cardamomo, así que esa excusa no se vale. ¡Es hora de aprovechar sus múltiples virtudes!
Por ejemplo, la de combatir parásitos tan fuertes como la tenia, las amebas y otros microorganismos que incluso han creado defensas contra los tratamientos médicos tradicionales. Y no solo limpia toda la trayectoria de los intestinos sino que evita que esos “bichos” vuelvan a anidar allí.
Mientras las abuelas lo usan también para “limpiar” el hígado y combatir los cálculos, las personas hipertensas pueden aprovechar otros de sus beneficios: por su efecto vasodilatador disminuye la presión arterial. El ajo tiene la fórmula mágica para hacer menos espesa la sangre –de ahí que evita los coágulos-. Y claro, además de ayudar a prevenir la arterioesclerosis y los ataques al corazón, reduce los niveles de colesterol malo y aumenta el bueno.
MÁS BENEFICIOS
No más tos
El jarabe de ajo es buenísimo para detener los accesos de tos, los síntomas de la gripa y tratar otras afecciones respiratorias. Se prepara así: machaque 5 dientes de ajo, hiérvalos en ½ litro de agua durante 15 minutos, adicione el jugo de 1 limón y 3 cucharadas de miel, siga hirviendo por 5 minutos más. Se toma una cucharada tres veces al día.
Varias Vitaminas
Como en su contenido tiene vitaminas de la familia B, C y mucha A, ayuda a tener una buena visión, a fortalecer el sistema de defensa contra las enfermedades y a que nuestros pulmones y riñones funcionen correctamente.
Antiséptico
Si “se le mide” a comer un diente de ajo crudo una vez a la semana, tendrá a su disposición un poderoso bactericida. Esto porque contiene alicina, sustancia que combate varias clases de bacterias y de virus.
Contra la diarrea
Ante un episodio de diarrea y cólicos estomacales, pruebe a picar muy bien 2 dientes de ajo, hiérvalos en 1 pocillo de leche y tome la preparación dos veces al día. Y si su problema son las flatulencias, cómase 1 diente de ajo crudo rociado con sal después del almuerzo.
Anti- “depre”
El ajo es también ideal para quienes andan “bajos de nota”, pues aumenta los niveles de vitalidad. Es más: investigaciones intentan confirmar que incrementa los niveles de serotonina en el cerebro, lo cual significa que es un buen coadyuvante en los tratamientos contra la depresión.
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