A pesar de las dificultades, en su infancia gozó de dos bendiciones: sus padres apoyaron su pasión por la actuación y siempre la hicieron vivir sintiéndose inmensamente rica. Las cosas que hacían para apoyarla a ella y a sus hermanos conformaron historias que solo conoció cuando grande y que cada día le recuerdan de dónde viene; un hilito amarrado al tobillo no la deja levitar ahora, cuando cientos de personas la reconocen.
Su infancia en Cali tiene olor a naranja, a los salpicones que vendía con sus padres en el Parque del Ingenio, a las tardes de natación que eran sagradas, a las pelucas que desde niña le regalaron para que imitara a Celia Cruz y a Michael Jackson. Por eso supo siempre que la riqueza de sus papás no estaba en la cuenta del banco sino en lo visionarios que fueron al apoyarla en una carrera que ni en las familias más prestantes suelen invertir.
“Cuando estás en televisión la gente se empieza a meter en un ‘video’… Y acordarse de dónde viene uno hace que los pies estén sobre la tierra. Además me acuerdo que cuando estaba en once no pensaba en que quería ser famosa o si podría vivir de esto, no me preocupaba por el futuro. Lo que pasa es que siempre supe que no quería hacer nada más”.
UN REGALO DE DIOS
Mientras estudiaba Arte Dramático en la Universidad del Valle la llamaron para diferentes trabajos. Presentó varios programas regionales y pasó el casting de Perro come perro, una de las películas colombianas más premiadas en festivales internacionales. Un tiempo después llegó Bazurto, su primera experiencia en televisión, medio al que pocas ganas le tenía.
Estando allí se le quitaron los prejuicios y se dio cuenta de que ser un buen actor en televisión es mucho más difícil por factores como el tiempo. Así que cuando llegó La Selección, ya estaba más familiarizada con el tejemaneje del asunto.
A partir de allí comenzaron a llegar los regalos, los cuales le atribuye a Dios, porque ella siempre pone en sus manos cada uno de sus sueños y proyectos. ¡Así que cuidado, porque cada cosa que desea Gianina, sucede y muy pronto! Y así justamente, nos cuenta, fue como sucedió lo de su viaje a China.
Después de enterarse que estaban buscando una colombiana que hablara inglés para filmar una película en Beijing, comenzó un proceso de selección que ganó. Allí estuvo dos meses largos, y mientras cumplía ese sueño ya estaba visualizando otro: hacer teatro musical (porque además baila y canta muy bien).
De regreso a Colombia se encontró justamente con que uno de los mejores profesores de teatro musical de Broadway dictaría un taller en Cali. Allá llegó Gianina, y pronto se había ganado una beca para estudiar en la meca del teatro estadounidense.
Al terminar el curso volvió a Bogotá para hacer teatro, pero si situación financiera no era la mejor, así que empezó a cuestionarse si en realidad era buena para actuar. Fue entonces cuando dice que ocurrió. Dios le mandó a Xiomara Cuero (su personaje en Niche), la oportunidad que estaba esperando y con las condiciones que había pedido.
Hoy está justamente nominada a Mejor Actriz Revelación en los premios Tv & Novelas por ese papel, un reconocimiento que agradece, pues valora que las personas reconozcan el trabajo hecho. Sin embargo, y en honor a la verdad, la fama no la trasnocha y lo único que pide es que no le falten oportunidades para actuar. “Siempre es chévere hacer bien el trabajo y que el público lo vea, pero prefiero no montarme en esos videos porque la gente te sube pero luego te baja, así que la aprobación no puede estar en los demás”.
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