Es tal vez una de las figuras públicas más seguidas por los televidentes. Y con todo lo bueno que esto tiene, ese hecho también significa un exceso de atención, y por qué no decirlo… de chismes. Es por ello que con el tiempo aprendió a guardar su vida privada con constancia, a hacer caso omiso a las críticas y a reírse de las historias que conoce sobre ella misma a través de los medios, como la boda con Pipe Bueno, de la cual hace tanto se está especulando.
Lo cierto es que después de la mala experiencia que vivió por el procedimiento estético que puso en peligro su vida –y del cual supimos por su testimonio en el programa de Pirry-, siente que Dios la bendijo con la posibilidad de tener una segunda oportunidad. Ahora está concentrada en sus proyectos (que son varios) y en la posibilidad de vivir su vida lo más felizmente posible.
“Fui una herramienta de Dios para dejar un mensaje. Pequé por estar mal aconsejada de una persona sin ética moral ni profesional… ¡y por desagradecida! Porque me sometí a algo sin necesitarlo. Lo cierto es que son muchas las mujeres famosas -presentadoras, modelos, reinas, cantantes y actrices- que pasaron por lo mismo que yo, pero que no hablaron por miedo al ‘qué dirán’.
Para mí fue diferente –continúa Jessica-, di el paso para hacerlo público porque uno debe reconocer sus errores, prestar un servicio social, ayudar a las mujeres que experimentaron igual situación y agradecer a Dios, quien me regaló una segunda oportunidad de vida”.
Y es precisamente por eso que la base de sus decisiones actuales es el amor propio. No está dispuesta a volver a jugar con su salud, pues entendió que sin esta no puede haber bienestar y mucho menos belleza.
Su fortaleza fue reconocida y admirada por el país, y el balance que puede hacer en este momento es absolutamente positivo. De hecho, no deja de agradecerles a sus seguidores el apoyo. Cuenta cómo la gente en la calle solo le deja buenos comentarios y mucho cariño, y por eso afirma ser lo que es hoy en día gracias al público.
Justamente hace poco retomó su rutina en Estilo RCN y Nuestra Semana Nuestra Tele, programas que le ocupan buena parte del tiempo, y que complementa con su trabajo de modelo. Una muy cotizada por cierto, pues actualmente es la imagen de cuatro marcas, entre ellas, una multinacional de relojes llamada Mulco. “Todo en mi vida se encuentra de maravilla. Solo agradezco y agradezco y agradezco lo que Dios me regala y pone en mi camino”.
En pantalla grande
Pero tal vez la mejor forma de terminar este año –y sobre todo, comenzar el otro- fue su participación en la película Todos para uno, dirigida por Harold Trompetero, la cual se estrenará el 10 de enero del 2014. Cuando la llamaron a presentar el casting para el papel protagónico, lo primero que atinó a decir es que ella no era actriz sino periodista y presentadora. Pero la voz al otro lado del teléfono le dijo que sí, que lo sabía, y que de todas formas la querían ver en la prueba. Así que después de reírse un rato y colgar, decidió consultarlo con la familia, con su novio (Pipe Bueno) y con uno de sus mejores amigos, Nelson Martínez.
No era la primera vez que le ofrecían actuar, pero la verdad es que hacer cine es una propuesta capaz de tentar a cualquiera, y luego de reunir las opiniones de sus allegados, pero sobre todo las fuerzas necesarias en ella misma, decidió asistir.
- ¿Cómo se da el acercamiento con Harold Trompetero y la producción de Todos para uno?
Lo considero un regalo que Dios me puso en el camino, porque la propuesta llegó sin estarla buscando. El primer casting fue muy positivo y me dijeron que estaba muy cerca de ganarme el papel. Días después presenté otra prueba, esta vez con el protagonista, Santiago Alarcón.
Obviamente estaba muy nerviosa porque él es una persona a quien admiro y respeto mucho. Además, ese día me encontré con grandes actrices del país. Por eso decidí dedicarle a Dios la prueba y la película. Y finalmente, después de dos días me confirmaron que era la protagonista. ¡Me sentí inmensamente feliz, sorprendida y agradecida!
- ¿Cómo se preparó para este nuevo reto?
Jamás en la vida he tomado un curso de actuación. Siempre me habían hecho la invitación, pero no tomaba la decisión. Con la película finalmente di el paso; algo en lo profundo de mi ser me impulsó a hacerlo y por fortuna los resultados fueron positivos.
Antes de empezar el rodaje tuvimos 10 días de ensayos. Este tiempo fue lo mejor, porque aprendí de todos, y sobre la marcha. Realmente fue un regalo empezar con dos ‘grandes’, me dio toda la responsabilidad para estar a la altura de la situación. También recibí una clase del maestro Alejandro Aguilar, quien me enseñó mucho, y por supuesto, me ayudó a aterrizar la psicología de María, un personaje muy lindo y con muchas cualidades.
- ¿Cuál es la anécdota que más recuerda?
Las escenas de besos. Jamás en la vida había tenido esa clase de contacto con alguien que fuera ajeno a mis sentimientos. Recuerdo que estaba muy nerviosa, temblaba, estaba fría y paralizada del susto. Pero afortunadamente conté con un compañero maravilloso como Santiago. Totalmente respetuoso, profesional, generoso y que me enseñó todo el tiempo.
- ¿Seguirá explorando la actuación? ¿Dejaría la presentación a un lado?
En este momento de la vida solo puedo decir que disfruté esta experiencia al máximo. No sé si me vaya a quedar en este campo o no. Pero en el aquí y el presente, fue algo bello y mágico.
Comentarios ()