¡Por supuesto! Traer un hijo a este mundo implica, entre otras cosas, pensar muy bien si es el momento adecuado para aumentar la cifra de habitantes en el planeta; si tenemos el tiempo y las ganas suficientes para firmar un contrato con vigencia vitalicia y si estamos preparados para asumir con la mayor información posible cada una de las etapas del embarazo y la crianza del pequeño.
Sea cual sea su caso, debe saber que nunca como ahora han habido tantas alternativas al alcance de los padres para que conceptos tan importante como alimentación, higiene y seguridad sean más fáciles de garantizar. Un hecho que agradecen en mayor medida los padres primerizos.
Claro está que productos hay millones, muchos de ellos completamente inútiles. Pero serán las necesidades de cada pareja las que direccionen la elección adecuada de sus ‘aliados’ en esta etapa. De todas maneras, si ustedes no tienen experiencia en este tema, acá les van algunas recomendaciones.
¡PARA UNA CENA FELIZ!
1. Más natural
¡Cómo comenzar esta lista sin referirnos a los teteros! Seguramente es el artículo infantil que nadie duda en comprar, pues permite darle de comer al bebé cuando no estamos en casa, o mejor aún, turnarnos con la pareja en la noche, momento en que suele despertarse dos y hasta tres veces.
Por supuesto, en el mercado abundan las opciones. Los hay de todos los tamaños, de diferentes materiales y con diseños anatómicos. Pero hay algo muy importante a considerar: la mayoría de bebés se quedan dormidos mientras comen y por eso debemos ser muy cuidadosos con el dosificador. De hecho, algunos estudios muestran la relación que existe entre el diseño del biberón y la comodidad del pequeño, siendo los anatómicos más aptos para proporcionar bienestar.
Uno de los más recomendables es aquel que muestra un diseño natural de la tetina. En esta se aprecian los ‘pétalos’, los cuales logran un enganche natural, pues emulan el pezón. Así, al traspasar la leche materna al biberón (porque mamá debe salir de casa), el bebé no notará tanto la diferencia.
2. ¡Siempre limpio!
Aunque los teteros han sobrevivido al paso de los años, la forma de mantenerlos limpios y listos sí ha cambiado. Gracias a los avances tecnológicos, hace muchos años las madres dejaron de usar las ollas y la estufa para esta tarea, utensilios que no resultaban del todo aptos para semejante tarea.
Por eso, en la lista de compras no debe faltar el esterilizador, el cual no solo garantizará la higiene de los recipientes, también acelerará la limpieza. Los más usados son los de vapor, que funcionan con electricidad. Su diseño está pensado para facilitar al máximo el proceso de limpiado de biberones, tetinas y chupos. Y lo mejor es que no ocupan mucho espacio en la cocina, pues su tamaño es ajustable y las cestas que los componen admiten teteros de cuello ancho y estrecho.
3. Un dulce consuelo
En algún momento se dijo que los bebés que se aficionaban a los chupos corrían el riesgo de presentar problemas de formación en el paladar, la boca y los dientes; pero otras voces manifestaron las ventajas proporcionadas por esta forma de distracción. Al parecer, los chupos son una fuente de consuelo y también podrían evitar la muerte súbita. Según algunos estudios, los bebés que duermen con ellos “se profundizan menos”, lo cual les permitiría despertar más fácilmente.
Ante la polémica, varias marcas sacaron opciones ergonómicas que evitan la deformación del paladar. La mayoría de estas opciones tienen tetinas anatómicas, flexibles y simétricas. Por supuesto, el material debe ser el adecuado; por ejemplo, la silicona es una buena opción, ya que es insípida e inodora.
4. Jugando al ‘avioncito’
Hasta los seis meses, el bebé debe recibir únicamente la leche de su madre. Y a partir de esa edad, su dieta comenzará a ampliarse. Generalmente, es el momento de incluir papillas y compotas, por lo que el pequeño conocerá cubiertos como la cuchara.
Por eso es indispensable conseguir cubiertos que no atenten contra la delicadeza de su boca. Obviamente deberá buscar los propios para la edad, completamente flexibles, antideslizantes y ajustables.
5. Una comida colorida
Generalmente, los sets infantiles para comer están desarrollados con el aval de sicólogos especialistas. La idea es concentrar completamente al bebé en éstos, así que según la etapa del desarrollo del pequeño, están decorados con las formas y colores ideales.
Sin duda, uno de los objetos que más preocupan a los padres cuando su hijo atraviesa la transición nutricional, son los vasos. Por ello, la mayoría ya traen tapa rosca muy resistente y pitillos dosificadores, especialmente diseñados para los más pequeños.
Sin embargo, cuando crecen un poco más, las preocupaciones no se limitan a un posible ahogamiento; al tener más rango de movimiento, los bebés suelen decorar paredes, camas y sofás con el contenido de sus vasos. De ahí que los fabricantes hayan desarrollado un tipo de vaso con flujo rápido y antigoteo, perfecto para que el bebé pueda agitarlo, voltearlo o golpearlo tanto como quiera.
6. Garantice el calor
Así como el esterilizador soluciona el problema de la limpieza, los calentadores digitales garantizan la temperatura adecuada de biberones y alimentos. Estos artefactos están diseñados con lo último en tecnología para proporcionar seguridad y el punto perfecto de la temperatura.
Lo único que debe hacer es configurar un par de opciones y automáticamente calculará el tiempo de calentamiento. Al igual que el esterilizador usa un vapor controlado, lo cual se traduce en un calentamiento rápido y uniforme. De todas maneras, a través de su pantalla digital, se puede saber fácilmente qué conviene más según el tipo de alimento.
Y MAMÁ… ¿QUÉ?
1. Alimentación 24 horas
Uno de los productos que les hacen más fácil la vida a las madres trabajadoras es el extractor de leche. Como bien sabemos, los bebés deben tener una lactancia exclusiva hasta los seis meses. De modo que si sus horarios laborales no le permiten darle pecho las veces necesarias a su hijo, el extractor le ayudará a mantener las reservas de alimento para que se le ofrezca en tetero. Aunque los hay eléctricos, uno manual es muy buena opción. Lo importante es que la parte que entra en contacto con el pecho sea suave y ergonómica. De hecho, muchos de los extractores disponibles tienen un cojín masajeador, encargado de estimular ligeramente el flujo de leche.
2. Contra el dolor
Ya sea por falta de técnica, sensibilidad o una mala posición, los primeros días de la lactancia suelen ser dolorosos para la mayoría de mujeres. Mientras sus pezones se acostumbran, una alternativa para calmar el dolor y agrietamiento, son los protectores de pezones.
Al igual que con los chupos, es indispensable esterilizarlos y asegurarse que no alteren el sabor de la leche. De ahí que también se fabrican en silicona ultrafina suave, inodora e insípida. Solo se recomienda usarlos en momentos de dolor, pues una vez sus pechos estén sanos, podrá disfrutar de una lactancia placentera.
3. Una cura sencilla
Una complicación extra a la hora de darle leche a su bebé pueden ser los pezones planos o invertidos. Pues bien, la ciencia focalizada en la lactancia desarrolló el Niplette, un utensilio que ayuda a solucionar la situación. Por supuesto, antes de usarlo es mejor consultar al médico.
A través de una suave succión, el Niplette –clínicamente probado- saca el pezón hacia una pequeña copa de plástico parecida a un dedal. Y al llevarlo varias semanas, se logra que permanezca erecto. Se aconseja usarlo durante los seis primeros meses de embarazo para conseguir una corrección duradera. Por el contrario, no es recomendable llevarlo en el último trimestre.
4. En pro de la comodidad
Sobre todo en los primeros meses de lactancia estamos expuestas a que incluso sin succión, la leche siga saliendo. Esta situación no es cómoda, así que buscar discos absorbentes desechables es una solución efectiva y al ser cambiables, garantizan una higiene permanente. Son ideales para usarlos entre la piel y el brasier, y como están hechos en materiales suaves y antideslizantes no se resbalan ni dejan pasar la humedad. Y son invisibles.
5. Nada de goteos
Las conchas de leche, sin orificios, se usan en el pecho contrario durante el tiempo de lactancia o cuando se acciona el extractor de leche. También ayudan a los pezones agrietados a curarse más rápido. Y la suave pero constante presión que ejercen en la zona, alivia la congestión.
¡INFALTABLES!
1. Un alivio necesario
Justamente después de los seis meses, muchos bebés comienzan a sufrir el proceso de dentición y con éste, la irritabilidad e incluso la falta de apetito. Aunque todo esto es normal, podemos ayudarlos a calmar la comezón de las encías, y de paso evitar que al meterse a la boca objetos que no están esterilizados, sufran infecciones intestinales.
La solución son los mordedores o rascaencías, muchos de ellos diseñados para guardar en la nevera. Mientras dan sensación de alivio, la temperatura fresca ayuda a calmar la desinflamación.
2. La seguridad, ante todo
Hace años los ‘vigilabebés’ son usados por infinidad de parejas, pero claramente la fidelidad del sonido ha evolucionado. Su utilidad es incuestionable, sobre todo si hemos decidido que el bebé duerma en su propio cuarto.
Una nueva tecnología, además de garantizar la ausencia de interferencias, permite elegir el mejor nivel de sonido para el entorno. Además, algunos tienen una unidad recargable pequeña para poder usarla sin cables durante 24 horas.
3. Cuidando la temperatura
Cuando necesitamos medir temperatura hay dos opciones. La primera, los reguladores digitales diseñados para medir la del ambiente donde está el bebé; la segunda, distintos diseños de termómetros para registrar la corporal. El regulador, también conocido como display digital de temperatura, monitorea constantemente los cambios de humedad, frío y calor de la habitación, gracias a un sensor electrónico.
Y en las opciones más novedosas para tomar la temperatura corporal, está el termómetro chupete, que usando los mismos materiales del chupo, permite saber -sin molestar al bebé- si tiene fiebre.
4. Inteligencia al servicio de su colita
Los fabricantes de pañales nos asombran cada temporada con sus diseños. Estos son anatómicos, van cambiando a medida que el bebé crece para que esté más cómodo y las bandas de los lados se pegan y despegan las veces que se necesite sin que se rompan. Incluso algunos tienen en su interior un gel que no solo absorbe sino que da a la orina consistencia de gelatina… así nunca hay contacto con la piel del bebé.
Y aunque todavía no han sido lanzados al mercado, en unos años los padres podrán acceder a los llamados “pañales inteligentes”, capaces de detectar infecciones en la orina, alteraciones renales y hasta deshidratación.
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