Mariana es su fuerza. Tiene solo 13 años, pero Natalia siente que llegó a su vida para enseñarle… y mucho. Su hija cuenta con una información poderosa, la cual Natalia París intenta captar, decantar y aplicar en su día a día; y asegura que siempre tiene atentos los cinco sentidos a todo lo que Mariana le puede aportar.
Así es la relación de una de las modelos más conocidas del país con su hija, a quien –a propósito- nunca le han faltado las ofertas para entrar al mundo de las pasarelas y de las sesiones fotográficas. Pero a Mariana esos asuntos no le interesan. Porque una de sus grandes aficiones es la música, pasión que comparte con su famosa mamá. Una mamá que después de ser por varios años DJ, decidió dar un paso adelante: realizar sus propias canciones.
TODO VALIÓ LA PENA
Nada de lo que hace esta hermosa paisa pasa desapercibido. Cada escalón conquistado en su vida profesional ha contado con el apoyo incondicional de sus miles de seguidores, pero también es cierto que algunos sectores suelen arremeter contra la rubia que bien tiene el secreto de cómo mantenerse vigente en el efímero mundo de la moda y el entretenimiento.
Ante las críticas, algunas constructivas y otras destructivas, Natalia París no suele responder o salir al choque. Incluso, y de manera muy inteligente, muchos de esos comentarios los ha utilizado para el propio bien de su carrera.
Primero como modelo; luego en su faceta de empresaria, con sus productos de belleza, así como sus líneas de jeans y ropa interior, en medio de una tremenda cantidad de seguidores y compradores, las críticas no faltaron. Pero jamás hicieron dudar a Natalia del camino profesional que venía recorriendo, y hoy afirma que “valió la pena dar la pelea”.
CON MÚSICA PROPIA
“Hace un poco más de cinco años viajé a Ibiza (España) y allí, en sus hermosas playas, vi a una hermosa chica que estaba mezclando música… y lo hacía muy bien. El lugar, la forma cómo lo hacía, lo que sonaba, su estilo y toda la atmósfera que generaba, me atrapó. Fue ahí donde dije: ‘Yo quiero hacer eso’”.
Así comenzó su nuevo reto: mezclando música. Y como siempre lo hace, se preparó para ello antes de dar un paso de semejante magnitud.
“En mi casa, con un profesor particular, empecé a estudiar. La música siempre ha sido para mí un pasatiempo, una pasión. Poco a poco comencé a mezclar en fiestas pequeñas, hace ya unos tres años”, recuerda Natalia.
Fueron tres años de muchos cambios en su vida, tanto personal como profesional, y con la distancia que da el tiempo se atreve a confesar que hacer música le causa algo de temor, pero mucha emoción.
“Llevaba una carrera de modelo desde que era una bebé. Luego seguí con mi empresa y mis productos. Allí inicié una búsqueda que me llevó a la actuación: prepararme, hacer una película, una obra de teatro y también televisión. Una búsqueda que ahora me lleva a la música, campo donde tengo, y quiero, mucho por hacer”.
Pero Natalia no solo va a quedarse mezclando música. Hace un año y junto a su pareja, el reconocido músico Andy Z, desde el estudio de grabación en su casa, ha estado trabajando en sus primeras canciones propias. Experimentando, buscando, grabando, borrando y volviendo a grabar, hasta encontrar el ritmo y la identidad que le quiere dar a este proyecto, el cual espera que el público comience a escuchar a partir de los primeros meses del próximo año.
“En cada paso que he dado en mi carrera he tenido la fortuna de rodearme de buenos aliados para que el proyecto salga adelante. Andy Z es un músico genial, ha sido baterista de 'Diva Gash' y productor musical. Junto a él he podido trabajar con grandes músicos de conservatorio que han llegado para aportarle a este proyecto”.
Todo esto de manera independiente, con autogestión, sabiendo que una buena canción debe contar con un buen video en estas épocas en que la música es completamente audiovisual…, y así irá lanzando canción por canción.
“LA MÚSICA ES MI NUEVO RUMBO”
Así como Natalia aprovechó en sus comienzos como DJ ser un personaje de la moda -pues lo usual era que la invitaran a amenizar las fiestas fashion y los desfiles tanto en Colombia como en otros países de América Latina-, ahora espera que ese medio también sea un buen canal de difusión de su nueva propuesta.
“La música es mi nuevo rumbo. En muchas ocasiones he dicho ‘no’ a propuestas en el campo del modelaje porque quiero dedicar la mayor parte del tiempo a prepararme mejor en la música”.
Aunque concentrará gran parte de su atención a la música, no dejará al modelaje del todo. Seguirá siendo imagen y promocionando los productos de su propia marca, la cual ha desarrollado durante los últimos 17 años.
Una agenda completa que no ha logrado arrebatarle la magia del espíritu de la Navidad, aunque tantas han sido sus ocupaciones que en casa no hay todavía árbol navideño. Pues a diferencia del mundo del modelaje, en la música estas son las fechas de mayor volumen de trabajo.
“Tenemos toques hasta el 31 de diciembre, pero siempre le veo el lado bueno a todo. Ya he tenido bastantes festividades para descansar y ahora me toca trabajar… pero en algo que disfruto mucho”.
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