Revista turbo


Adrenalina sobre rieles

REVISTA TURBO

17 de diciembre de 2014 12:02 AM

Hablamos de las montañas rusas, esos pequeños carritos puestos sobre rieles y con ruedas semejantes a las de un tren, que funcionan gracias a la gravedad y a otra serie de mecanismos como los neumáticos y campos más avanzados como los magnéticos.

Su funcionamiento es más sencillo de lo que parece, solo se necesita de un motor en el inicio de su recorrido para llegar hasta la altura indicada y luego iniciar así la gran aventura. En su recorrido no se utiliza ningún otro mecanismo mecánico, ya que estas se basan en la ley de conservación de la energía.

Hablamos de la energía cinética y la potencial, la cuales están presentes en el movimiento y en el posicionamiento, respectivamente. Ahora bien, en el momento en que los carritos van subiendo, van ganando energía potencial, entre más altura se logre, habrá mayor velocidad  de bajada, es decir, se obtendrá más energía cinética para lo que resta del trayecto.

La fuerza de gravedad es la responsable de que el vehículo, puesto sobre los rieles, vuelva a bajar sin necesidad de un motor que lo empuje. Esa energía potencial ganada con anterioridad y conservada gracias a las leyes de la física, es la que hace que el carrito vuelva a subir y el mismo proceso se logre una y otra vez.

Un freno al final del recorrido es el método más común para detener la hilera de carros que conforman la montaña rusa. Los frenos neumáticos que funcionan por fricción, y los magnéticos, compuestos por unos imanes y  una lámina de cobre en la parte inferior del vehículo que, al pasar entre ellos, produce corrientes eléctricas que van deteniendo suavemente el tren, estos actúan de forma directamente proporcional a la velocidad, sin aportes eléctricos, siendo más suaves y seguros.

 

MUCHAS SENSACIONES, MUCHAS FORMAS
El diseño de los vagones de las montañas ha sido transformado sustancialmente; hasta el piso se ha eliminado, por lo que el aventurero puede experimentar un recorrido con las piernas libres, otros pueden viajar de pie, mientras que algunas montañas llevan al usuario sentado en dirección contraria al avance, lo que comúnmente se conoce como ‘backward’.

Otra innovación que ha marcado la pauta son las atracciones donde las personas van tumbadas bocabajo la mayor parte del trayecto y solo van sujetadas por un arnés para dar la sensación de volar, es el caso de Manta, ubicada en Sea World Parks, Orlando, una montaña voladora única en su tipo. 

Viajamos al estado de la Florida en Estados Unidos, la casa de las atracciones más importantes del mundo, ya que alberga los parques temáticos más temerarios de todo el continente.

Allí nos topamos con una atracción que recientemente abrió sus puertas, se trata de Falcon’s Fury, la torre de caída libre independiente más rápida de toda Norteamérica y única en su tipo, ubicada en Tampa, en el famoso parque Busch Gardens conocido no solo por sus fuertes montañas rusas de gran variedad de inversiones y suspensiones en el aire, sino por sus shows de animales salvajes, especialmente de África.

Como su nombre lo indica, Falcon´s Fury está inspirada en el ave más rápida del mundo, el Halcón, una especie que es capaz de desarrollar velocidades de hasta 321 kilómetros por hora cuando se lanza en picada para atrapar a su presa, el equivalente a todo el poder del Lamborghini Huracán.

Esta atracción logra visualizarse desde cualquier parte del parque, incluso desde Tampa Bay, gracias a su altura de 335 pies, es decir 102 metros. Está compuesta por ocho cilindros de acero, el primero de ellos subterráneo para darle estabilidad. Todas las piezas fueron traídas desde Europa y cada una tiene hasta seis metros de diámetro y pesan alrededor de 95 toneladas.

El protagonista de esta atracción es una gigantesca góndola que sostiene 32 asientos, agrupados alrededor de la torre octagonal. Cada uno de los ocho lados tiene capacidad para cuatro aventureros, quienes irán sujetados por un cinturón de seguridad y bases sobre los hombros, conocidas como alas de fibra de carbono para reforzar cada extremo de los asientos.

Un carro de captura es el encargado de subir la góndola, la cual, con todo y ocupantes pesa más de 68 toneladas. Este aparato de forma cuadrada está compuesto por cuatro motores de corriente con suficiente fuerza para elevar a los usuarios de Falcon’s Fury, una acción que dura alrededor de un minuto, mientras que ellos admiran la vista del parque y de Tampa.

Ya en la cima, ocurre lo verdaderamente extraordinario y novedoso de esta atracción. Los asientos se inclinan 90 grados hacia delante, dejando a los pasajeros viendo hacia abajo. Después de cinco segundos o el tiempo que considere correcto el computador que la controla, el carro de captura deja caer la góndola, momento en el cual alcanza un velocidad de 60 millas (97 km/h).

Aproximadamente en la mitad de la torre, los asientos rotan rápidamente a su posición horizontal y entra en funcionamiento un sistema de freno de corrientes parásitas, mejor conocido como frenos magnéticos, lo último en tecnología para montañas rusas. Es allí donde los viajeros experimentan una aceleración de 3,5 Gs, conocida como Fuerza G. 

 

LAS MARCAS Y SUS ATRACCIONES
Y hablando de montañas rusas, debemos decir que diferentes marcas de autos se han dejado tentar por el bichito de las atracciones extremas.

La marca italiana Ferrari no solo es conocida en el mundo por tener los superdeportivos más veloces, sino por poseer su propio parque temático en la Isla Yas de Abu Dhabi en los Emiratos Árabes. Se trata del Ferrari World, un parque de atracciones dedicado exclusivamente a la compañía del Cavallino Rampante, inaugurado hace tan solo cuatro años.

Allí encontramos la montaña rusa más rápida del mundo, la Ferrari Rossa, una poderosa máquina que desafía todos los límites al alcanzar una velocidad de 240 km/h y tener una caída de 51 metros; aunque no es la más alta, sin duda alguna su velocidad dejará a más de uno sin aliento.

Lo más curioso de esta atracción son sus carritos, que simulan a un vehículo de la Fórmula 1, con su impactante color rojo y prominentes ruedas.

Quienes acepten este desafío extremo deberán usar unas gafas de protección para cuidar sus ojos de la arena, ya que este parque está en medio del desierto. El lugar cuenta con 18 atracciones más entre las que se destacan un cinema, simuladores y espacios dedicados a los autos más emblemáticos de Ferrari.

No muy lejos de nuestro continente, en Orlando, se hallaba una de las máquinas más representativas del mundo de los motores: el famoso DeLorean de Volver al futuro, ese clásico auto de la compañía DMC capaz de viajar a través del tiempo en una de las películas más exitosas de Robert Zemeckis.

Era una de las atracciones más importantes de Universal Studios, donde los seguidores de Marty McFly podían montarse en este vehículo que trabajaba como un simulador. Lamentablemente en el 2007 fue reemplazada por The Simpsons Ride, aunque en Universal Japón se halla una réplica.

Por otro lado, aunque no vemos grandes montañas rusas, Mercedes-Benz en su museo en Sttugart, Alemania, dispuso de una atracción única en su clase. Una torre de aire con una altura de 43,4 metros que forma el mayor tornado artificial del mundo.

Para recrear este fenómeno, dispone de 144 turbinas de forma permanente, capaces de mover 28 toneladas de aire a gran velocidad, lo que les ha permitido prescindir de puertas anti incendio, pues funciona como un evacuador de humo en caso de una emergencia.

Asimismo, dos décadas atrás, Volkswagen nos sorprendió con su parque temático AutoStadt, una especie de museo que aguarda a 200 automóviles de 50 marcas; rodeados de máquinas interactivas que permiten conocer su funcionamiento.

 

1959: LA ERA DEL ACERO
Disneyland fue el primer parque que introdujo el acero tubular en sus atracciones para 1959, una de las más grandes novedades de este mundo. Matterhorn Bobsleds fue la primera coaster en usar una vía con rieles de acero en forma tubular, lo que permite que las pistas se puedan doblar en cualquier dirección y de esta manera incorporar giros, inversiones y otros elementos de diseño que generan mayor adrenalina. Actualmente, la mayoría de montañas rusas en el planeta están construidas con acero. Sin embargo, esto no ha implicado que se haya abandonado la construcción en madera. De hecho, los mejores parques pueden presumir de tener al menos una de ellas.


LA MÁS ALTA DEL MUNDO
Kingda Ka, ubicada en el parque Six Flags Great Adventure en Nueva Jersey, es la montaña rusa más alta del mundo y catalogada por muchos como la mejor del planeta. Durante cinco años ostentó el título de la más rápida, hasta que fue desbancada hace cuatro años por Ferrari Rossa. Esta poderosa máquina es capaz de acelerar de 0 a 206 km/h en solo 3.5 segundos, algo que ningún vehículo comercial ha logrado a lo largo de la historia. Y es que este monstruo de acero incluye una subida de 139 metros para conseguir así una veloz bajada de 127 m, un reto dirigido especialmente a temerarios.  


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*Asistimos a Busch Gardens, Tampa (EE.UU), por invitación de Seaworld Parks & Entertainment 

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