En el año 2001, cuando la quinta generación del Chevrolet Corvette estaba vi-gente, se presentó la versión Z06, marcando el regreso de un paquete opcional que había estado disponible en unidades limitadas entre 1963 y 1964. Un motor más potente, materiales más ligeros y modificaciones a varios sistemas hacían del Z06 el Corvette más potente de ese entonces.
Esto se traducía en el motor LS6, inicialmente de 385 caballos de potencia y posteriormente modificado para llegar a los 405 caballos. La reducción de peso se daba gracias a un sistema de escape de titanio y un capó en fibra de carbono, que en conjunto con un chasis más rígido, mejor suspensión y frenos le permitían superar en casi todo al ZR1 de la anterior generación.
Posteriormente, en la sexta generación del Corvette, el Z06 regresó para imprimirle a este modelo la misma receta que antes con el motor LS7, un V8 de 6.2 litros y 430 caballos de potencia. Si bien este Z06 fue superado por el ZR1 de esa generación, sus características y rendimiento eran dignas de admiración.
La historia del Corvette continuó en 2013 con la introducción de la séptima generación, que además revivía el nombre Stingray, en desuso desde 1976. Pero como ya era de esperarse, los seguidores y fanáticos de este modelo sabían que pronto vendría algo más allá de los 455 caballos de potencia provenientes del V8 de 6.2 litros del Stingray. La espera terminó a principio de año durante el Salón de Detroit.
La bestia
La piel amarilla de esta esperada bestia se hincha tratando de esconder los músculos que buscan salir a flote para marcar la calle y las pistas con el rastro de las llantas Michelin Pilot Super Sport. Para dar cabida a estos inmensos cauchos de medidas 285/30 (rin 19) adelante y 335/25 (rin 20) atrás, los pasos de rueda debieron ser ampliados en 56 mm y 80 mm, respectivamente.
Esto desemboca en que frente al Stingray los rines del Z06 también son más grandes, y que con los pasos de rueda ensanchados la presencia es aún más musculosa e intimidante.
El frontal también colabora con esta imagen al incorporar una parrilla más amplia que mejora el flujo de aire para la refrigeración. Tan efectivo es este sistema que Chevrolet asegura que de esta forma se dirige más aire al motor que si no se tuviera la parrilla.
Enfocados en optimizar al máximo el downforce, los creadores del Corvette Z06 diseñaron tres paquetes aerodinámicos. El de serie incluye un splitter frontal que se extiende hasta los pasos de rueda, un capó en fibra de carbono con una gran entrada de aire y el spoiler trasero del Z51 Performance Package del Stingray. Un paquete aerodinámico opcional en fibra de carbono agrega alerones de diseño de aviación al splitter frontal, paneles inferiores en fibra de carbono y un spoiler trasero más grande.
El último paquete disponible, el Z07, adiciona alerones aún más protuberantes al frontal, un spoiler trasero diseñado especialmente para uso en pistas y unas llantas Michelin Pilot Super Sport Cup 2, convirtiendo al Z06 en el auto de producción con más downforce aerodinámico que haya creado Chevrolet.
Ahí está el principal desarrollo del nuevo Corvette Z06, es la clave que promete llevar a este ícono estadounidense a donde antes solo habría podido en sueños. Con un flujo de aire óptimo que logre crear el mayor downforce posible, las posibilidades dinámicas del auto crecerán ostensiblemente y, al trabajar en conjunto con una fuente de poder fuera de lo común y sistemas de avanzado desarrollo, no restará sino encontrar retadores suficientemente valientes.
Más que poder
La fuente de poder en la que recae gran parte de esta tarea es el nuevo motor LT4. Con el fin de contribuir a mantener el peso lo más reducido posible pero mejorando el rendimiento, frente al LT1 del Stingray este bloque tiene un supercargador más compacto haciéndolo apenas 25 mm más alto. A pesar de esto, logra un 37% más de potencia y 40% más de torque que el LT1.
¿El resultado? Chevrolet aún no anuncia cifras definitivas, pero el Z06 dispondrá de al menos 625 caballos de potencia y 861 Nm (87,79 kg-m) de torque que se enviarán a las ruedas traseras por medio de una transmisión manual de siete velocidades o una nueva transmisión automática de ocho velocidades (8L90) con modo manual.
La primera utiliza un volante de inercia de doble masa, embrague de dos discos y la función Active Rev Matching que iguala las revoluciones al rebajar marcha para estar siempre en una zona óptima. Por su parte, la nueva transmisión automática está diseñada para realizar los cambios de forma inmediata.
Según Chevrolet, su controlador analiza y ejecuta comandos 160 veces por segundo y los cambios los hace hasta ocho centésimas más rápido que la transmisión de doble embrague del último Porsche 911.
A la suma de estas novedades se agrega lo mejor del Stingray, empezando, por supuesto, con su excelente chasis que le permite al Z06 ofrecer por primera vez un techo removible que no afecta la rigidez estructural (de hecho, es 60% más rígido que el modelo anterior con el techo en posición).
También se suman el Launch Control para lograr la mejor aceleración, el control de estabilidad, control de tracción, diferencial electrónico de deslizamiento limitado y el Performance Traction Management para la pista.
No hay duda entonces que cuando Chevrolet llama al nuevo Z06 como el Corvette más capaz de la historia tienen argumentos de sobra para respaldarlo. Aquellos adinerados que hayan caído en sus encantos seguramente no esperarán a que se anuncie su precio para decidir su compra, aunque sí deberán esperar a que inicie la producción que será a comienzos de 2015.
AIRE DEPORTIVO
El interior del Corvette Z06 parte de un esquema de colores especial. Según las preferencias se puede elegir unas sillas GT enfocadas al confort o las Competition Sport diseñadas para ofrecer una mejor firmeza en la pista, ambas con una estructura de magnesio. El copiloto cuenta con una barra de sujeción en la consola central y según el equipamiento, se puede optar por cuero de Napa, aluminio, fibra de carbono y gamuza.
C7.R EL MÁS CAPAZ
Junto con el Corvette Z06 2015 Chevrolet también desarrolló el C7.R, su hermano entrenado para las pistas. El chasis y el paquete aerodinámico es el mismo para ambos modelos, pero en el caso del C7.R el motor es más pequeño para cumplir con el reglamento de la categoría en que competirá, que por cierto también requirió modificaciones en la suspensión para dar cabida a las llantas y frenos más grandes.
MUCHO MÚSCULO
De su estética destacamos el diseño de la zona posterior, con formas agresivas, cuatro salidas de escape centrales y unos grupos ópticos cuadrados con luces tipo LEDs, los que también se usan para la nueva mirada en el frontal con el contorno de la iluminación diurna que flanquea los faros. Con sus pasos de rueda anchos, sus salidas de aire en las aletas delanteras o su capó abultado se dibuja un deportivo puro con mucho músculo.
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