Las marcas apelan a diversas estrategias para ganar terreno en el mercado. La más actual, en el caso de Ford, es abrir un nuevo espacio en el de las pick-up de entrada a la gama: aquellos modelos destinados a ser el “caballito de batalla”, que dejan de lado el confort para calzarse el overol y ser una fiel herramienta de trabajo.
Así es la nueva Ford Ranger XL, una bestia para las trochas, con buena capacidad de carga e ideales para el trabajo pesado que requieren sectores industriales como la minería, la construcción y la petrolera. Además, como valores agregados combina apariencia, fortaleza, potencia y funcionalidad.
¿Qué hay de nuevo?
La marca estadounidense nos presenta esta opción equipada con un motor Puma diésel de última generación, con 16 válvulas y una cilindrada de 2,2 litros que entrega una potencia de 123 caballos a 3.700 rpm y un torque de 33,6 kg-m entre las 1.750 y 2.300 rpm.
Se acompañan de una caja manual de 6 velocidades que la hace mucho más eficiente y llamativa en el segmento, pues su competencia directa tiene solo cinco marchas. La transmisión se destaca por tener relaciones cortas en las tres primeros cambios, esto permite aprovechar el torque a bajas revoluciones y así poder llevar con solvencia una carga pesada en su platón.
Por supuesto, este nuevo jugador está por debajo de las características de lujo de su hermano de mayor cilindrada y potencia: tiene lo básico, no es un velocista por lo que no se esperan aceleraciones fuertes. Aquí prima su capacidad.
Y precisamente en este aspecto es donde encontramos una de sus cualidades. Su platón ofrece 1.251 kilogramos de capacidad de carga, 240 kg más que las versiones tope, gracias a que las paredes del platón miden 5,1 cm de altura. Si bien la capacidad es mayor, la de remolque es inferior: 1.600 kg frente a 1.800 kg que tiene su hermano mayor.
Con todo y su peso sobre el platón, la Ranger XL está preparada para enfrentar las condiciones de carga más difíciles. Cuenta con una impresionante capacidad de sumergimiento de 80 centímetros, todo un anfibio, sin necesidad de tener snorkel.
En cuanto al rendimiento, la nueva integrante de la familia Ranger se mostró más amigable con el bolsillo, aunque a la hora de exigirla el incremento del combustible es mayor. La compañía habla de 11,8 litros por cada 100 kilómetros de recorrido en ciudad, pero a nosotros nos parece que fue menor, pues con todo y peso, sigue manteniendo una muy buena autonomía.
Para los terrenos difíciles cuenta con un sistema de transferencia 4x4 ESOF (Electronic Shift On the Fly). Precisamente su sistema de tracción en las cuatro ruedas es el punto que más resaltamos. Ford decidió facilitarnos el trabajo, ya que no hace falta poner el vehículo en neutro para activarlo, sino que la camioneta adopta la función 4x4 en movimiento, con velocidades de hasta 120 km/h sin problemas.
Sin embargo, en lo que a buen arranque se refiere, a la XL es necesario llevar su motor bien revolucionado para que se empiecen a notar sus bondades.
Pero este pequeño detalle pasa por alto a la hora de tomar el control, puesto que es una camioneta que no sufre sobresaltos, toma muy bien cada cambio y emite sonidos muy mínimos dentro de la cabina, a pesar de ser un vehículo con motor diésel.
Apariencia rústica
Como es normal en este tipo de modelos de entrada de gama, la apariencia es más austera, aunque funcional. En la Ranger XL desaparecen las molduras del color de la carrocería y los plásticos prevalecen en la parrilla.
Los paragolpes son negros al igual que las manijas de las puertas, mientras que los rines de 16 pulgadas son de acero. Cuenta con dos ganchos delanteros para remolque y uno trasero, mientras que el platón ofrece ganchos de sujeción para la carga.
La cabina, con capacidad para cinco pasajeros, sigue los lineamientos del exterior y está configurada para del uso diario y el trabajo fuerte. Las sillas están elaboradas de un material de vinilo y en el volante no encontramos comandos. Cuenta, eso sí, con una pantalla multifunción HMI de 4,2 pulgadas más pequeña que en las variantes tope.
El ajuste de los espejos se hace manualmente, así como ocurre con los vidrios del vehículo. Sin embargo, el seguro de las puertas es automático y cuenta con mandos adicionales en la consola. Extrañamos la conexión de puerto USB, tan necesaria, así como un conector auxiliar.
El hecho de ser un modelo austero en equipamiento, no lo es en el apartado de seguridad. Esta Ford cuenta con dos airbags delanteros, para el piloto y el copiloto, así como frenos ABS con discos ventilados delanteros. Además, incluye asistencia para el frenado de emergencia (EBA), luz de frenado de emergencia (EBL) y distribución electrónica de la fuerza de frenado (EBD).
Con todo esto, la Ford Ranger XL cuenta con las cualidades requeridas para las carreteras colombianas y el trabajo pesado, superando la media disponible en el mercado.
NUEVO FRENTE
Con un estilo deportivo, la Ford Ranger XL cuenta con un renovado frente que incluye luces delanteras anchas en forma de bumerán y un parachoques más grueso y envolvente, con ópticas rectas, pero a la vez agresivas. Además, ofrece prominentes guardabarros que fortalecen su aspecto. Extrañamos en esta versión las exploradoras, que pudieron darle un agregado más para destacar.
PORTAFOLIO COMPLETO
En Colombia se comercializan tres versiones de la Ranger: la XL, de la cual nos referimos en estas páginas; la XLT, mucho más equipada y con parachoques del color de la carrocería, y la Limited LT, que cuenta con un motor superior de 3.2L y detalles más finos como los cromados en el frontal.
CLAVES PARA COMPRA
- Ahorro: impresionante ahorro de combustible en ciudad.
- Capacidad de carga: la mayor capacidad del segmento y una de sus virtudes.
- Transmisión: única pick-up del mercado colombiano de 6 velocidades
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