Artífice de nuevos espacios

Heredero de un arte que lo ha llevado a ver su ciudad de otra forma, Car-los Samudio también tiene la misión de demostrar su trabajo, que ahora se des-liga totalmente del terreno ganado por su padre, el ar-quitecto restaurador Al-berto Samudio. Egresado de la facultad de arquitectura de la Uni-versidad Jorge Tadeo Lo-zano justo en una época de crisis para el sector de la construcción, Carlos viajó a Estados Unidos, donde afianzó sus conocimientos en diversos trabajos. Todo este periplo por diferentes firmas de ar-quitectos lo llevó a crear su propio estilo, diferente al de su padre. Carlos tiende a la arquitectura contemporánea, paisajista y de líneas frescas, mien-tras que su papá es un restaurador que propende por la conservación de un entorno histórico. Estados Unidos tam-bién le brindó la oportuni-dad de formar su familia y de trabajar con dos compa-ñías, en una de ellas estu-vo a cargo del departa-mento de creación de ma-quetas, donde perfeccionó la habilidad de hacer toda clase de trabajos que más que arquitectura, reflejan su sensibilidad como ar-tista. Proyectos y opiniones Teniendo como marco una ciudad que crece en modernismo, Carlos ha emprendido nuevos pro-yectos que se erigen en las zonas de mayor desarrollo, con diseños que evocan el Caribe, su fuente de inspi-ración. No obstante la diferen-cia existente entre los tra-bajos de su padre y de él, Carlos también ha tenido la fortuna de acompañarle en algunos proyectos en el Centro Histórico. Considera que la cons-trucción pasó por un buen momento el año inmedia-tamente anterior, actual-mente ha decaído, por la saturación del mercado, pero sigue siendo una fuente de trabajo en una ciudad que busca su cre-cimiento. Advierte de la misma manera, que si no existiera tanta burocracia, este de-sarrollo avanzaría de otra forma, con más celeridad, porque para él, la arqui-tectura es más una pasión, como lo son todas las ar-tes. Cuando Carlos Samudio habla de este progreso en Cartagena, indica que las vías cambian mucho el as-pecto de una ciudad. Cuando se inicia la amplia-ción de calles y avenidas, sus vecinos se unen táci-tamente en torno a ese proyecto y todo va en be-neficio de la ciudad. Eso es lo que está y se-guirá pasando con la im-plementación del nuevo sistema de transporte ma-sivo, algo que ya se nota en muchos sectores donde avanzan notoriamente. Algo negativo según este arquitecto es tal vez la falta de civismo, que muchas ciudades como Medellín profesan y se de-vuelve en el beneficio para sus habitantes. Un portal para las reinas El arte fluye en las ma-nos de Carlos Samudio, el arquitecto que muestra en sus proyectos la experien-cia y el profesionalismo que lo mantiene en la misma oficina con su pa-dre, aun cuando el trabajo sea diferente. Atendiendo al llamado de sus habilidades, em-prendió una misión que lo “reclutó” de manera inde-finida. Se trata del cambio de las placas que hacen alusión a cada una de las reinas que han obtenido el título de Señorita Colom-bia. El lugar es uno de los más transitados de Carta-gena, sobre el Portal de los Escribanos, frente a la se-de del Concurso Nacional de Belleza, donde ahora reposan los rostros de las beldades en una técnica llamativa que tiene como base el mármol negro. El ingenio de Carlos Samudio, aliado a la tec-nología, revivió esos ros-tros a partir de pinturas, un proceso dispendioso que requiere del láser para grabar la imagen que in-mortaliza las reinas co-lombianas. Muchos proyectos ocu-pan la agenda de Carlos, es un trabajo que hace con pasión y que se nutre de vivencias cercanas, pero haciendo diferencia con otras ciudades, porque Cartagena es única y re-quiere de una arquitectura propia.