Esa sensación de libertad que se puede lograr a través del ballet y la danza, puede además transmitir una serie de valores que se van acrecentando con el correr del tiempo.
Es un arte que tienen tantos beneficios al practicarlo, que se une a las actividades escolares para fomentar niños y jóvenes responsables. Otro de los grandes privilegios que se logra por medio del ballet, es el desarrollo de la imaginación, advierte la profesora Doris Esquivel, quien indica a la vez que esta práctica es comparada a un deporte exigente, toda vez que requiere de gran concentración y mucha disciplina.
La edad ideal para visualizarlo de forma profesional, es a los siete años, pero se recomienda iniciar a las niñas desde los tres, a fin de familiarizarlas con los ritmos y la postura que va mejorando a medida que crecen.
El ballet es exquisito, enseña a manejar la expresión en toda su magnitud, pues se pueden contar historias con cada movimiento del cuerpo y expresar lo que se desea en giros mágicos que llenan de encanto y fascinación. Inicialmente se recomienda el ballet, después se adentran en los bailes folclóricos, indica Doris Esquivel, pues con esto se logra formar una artista integral que disfruta a plenitud la magia de la danza. Ventajas El ballet es un arte, pero también se compara con un ejercicio físico que ofrece múltiples beneficios a lo largo de la vida de quien lo practica.
Ejercita la coordinación, la agilidad de movimientos y el equilibrio. Estimula la circulación sanguínea y el sistema respiratorio. Ayuda a la eliminación de las grasas. Corrige malas posturas. Ayuda a ganar elasticidad Es perfecto para el desarrollo muscular y la forma de la columna. Desarrolla psicomotricidad, agilidad y coordinación de los movimientos. Mejora equilibrio y reflejos. Desarrolla expresión corporal, el oído y la memoria. A nivel personal Si bien la práctica del ballet ofrece todo lo anterior, es de enumerar otras utilidades que genera en las niñas a nivel personal.
Por tratarse de un ejercicio muy estricto, que exige y enseña disciplina, influye positivamente en el desarrollo de la personalidad. Desarrolla la sensibilidad, permitiendo que fluyan sentimientos con total libertad. Ayuda a la socialización y a superar esa timidez. Es un relajante que supera el estrés. Mejora la autoestima y aumenta la confianza.
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