Cáncer, en la prevención está la vida

Como es sabido, el cáncer es un padecimiento que acaba con la calidad de vida de quien lo padece, toda vez que el tratamiento suele ser largo y lleno de procedimientos que si bien buscan acabar con la enfermedad, en ocasiones lleva a otro tipo de males.
Los avances científicos no se frenan cuando de atacar este mal se trata y si aún no se encuentra una cura definitiva, si se ha logrado llegar a la prevención, palabra y determinación clave para contrarrestarlo.
En Colombia y Latinoamérica, los tres cánceres que más cobran vida entre las mujeres son el de mama, el de cérvix uterino y el gástrico, éste último compartido con los hombres, el cual tiene mucho que ver con la parte ambiental y cultural.
El diagnóstico temprano es parte primordial en el éxito del tratamiento y en lo que tiene que ver con mama y cérvix uterino, están al alcance de la prevención con un sencillo examen, indica el cirujano oncólogo de mama, Luis Fernando Viaña.

Para tener en cuenta
La prevención del cáncer de cervix uterino está orientado al manejo actual de las vacunas contra el papiloma, que con grandes campañas y la aplicación de las mismas a niñas y niños desde los nueve años, se verá reflejado en una baja ostensible de la enfermedad en los próximos años.
Este avance, más la acostumbrada citología vaginal, siguen ayudando al diagnóstico temprano y por ende al tratamiento adecuado, logrando una disminución de este tipo de cáncer.
En cuanto al cáncer de seno, este tiene la gran ventaja en cuestión de prevención, toda vez que están “a la mano” de la paciente y el autoexamen mamario resulta vital mientras la mujer se conozca y pueda notar algún cambio que genere la consulta.
El autoexamen es indicado entre cinco y siete días después de iniciado el periodo menstrual, extendiendo el palpado a la axila y con responsabilidad consulte a su médico de acuerdo a edad y antecedentes.
Una herramienta importante que hay que explotar en la justa medida es la mamografía, pues se trata del único método que ha demostrado disminuir la mortalidad por cáncer de seno. El impedimento de la misma puede ser el costo, que limita la realización de programas extensos de tamización.
La mamografía debe realizarse mínimo cada dos años en las mujeres al pasar los 50 años, ya que la incidencia del cáncer de seno en Colombia va en aumento y se prevé un desarrollo para los próximos años, indica el doctor Viaña.
La mujer tiene que acostumbrarse a pedir el examen clínico por personal entrenado y obviamente hacerse la mamografía, pues los profesionales de salud están tratando de encontrar el cáncer de seno en una etapa lo más temprana posible.
Una célula mala para medir un centímetro requiere de 26 duplicaciones y eso lo logra en 6 u 8 años, pero de un centímetro a dos centímetros sólo se requieren de seis meses, por lo que el tiempo se acorta y las posibilidades de una recuperación rápida se desvanecen.
La fase preclínica es muy grande y para intervenirla sólo es posible la mamografía, de allí su importancia. Está hecha para detectar lesiones no palpables y por tanto aumenta el porcentaje de curación.
De otra parte, cada mujer debe conocer la historia familiar, pues de esta manera se mantendrán alerta y la prevención será certera toda su vida.