Catalina Escobar: comprometida con la vida

Una prueba de que los sueños se pueden cumplir, está en Cartagena y lo mejor, ayudando a las comunidades más vulnerables, porque ese fue el sueño y la misión de Catalina Escobar de Gómez.No ha sido fácil. Doce años han transcurrido desde cuando su hijo Juan Felipe se marchó, pero a su vez dejó una luz de esperanza y a Catalina comprometida con la vida.
Hoy, la Fundación Juan Felipe Gómez Escobar está en pleno funcionamiento y Catalina comenta que entran alrededor de unas mil personas diariamente al complejo social, entre niños, madres adolescentes y pacientes.
Las estadísticas no mienten y a fin de este año, por medio de la Fundación ya se habrán atendido unos 100 mil pacientes de extrema vulnerabilidad atendidos, 3 mil bebés salvados, 2 mil madres adolescentes capacitadas y han sacado de la desnutrición crónica alrededor de 4.800 personas.
De otra parte, terminan  2012 atendiendo a 150 niños en el Centro Integral de Desarrollo Infantil, ese lugar que es un factor nuevo en el complejo, donde asisten niños de 0 a 1 año, bebés que viven en extrema pobreza, por eso al entrar allí se rinde un homenaje a la dignidad de ellos y los visitantes deben quitarse los zapatos.
Catalina ha trabajado mucho por invertir la pirámide y busca para esta gente desprotegida lo mejor, es su tarea, la que Juan Felipe le dejó encargada y por la que ha luchado desde hace más de una década.
La Fundación Juan Felipe Gómez Escobar es una empresa muy bien constituida con 110 empleados, en Cartagena está la mayoría de ese personal, en Bogotá trabajan 11 personas y en España 2.
Hasta la fecha, después de 10 años de operación, se han canalizado 28 millones de dólares en inversión para Cartagena, además de involucrar en el proyecto a empresarios colombianos, multinacionales y están comprometidos, el Gobierno Nacional y los de Suiza, Bélgica y España.

Una pasión
Catalina indica que la Fundación Juan Felipe Gómez Escobar se ha convertido en su gran pasión. Siempre ha sido una enamorada de su trabajo y anteriormente estuvo vinculada con éxito a la empresa privada, pero desde cuando inició este proyecto, no hay un día que no piense en su pequeño hijo y en pedirle a Dios las fuerzas para seguir.
Llama a esta tarea el “mundo del no retorno”, sabe que ya no puede vivir sin este compromiso de vida que arrancó con unas ideas y unos modelos y que estos mismos funcionan y rompen ciclos de pobreza.
Este modelo es repicable, sostenible y de alto impacto social, es decir, cumple con todo lo que se quiere y fuera de eso es serio, coherente y contundente, pero lo más importante es que puede acabar con el dolor que causa la pobreza extrema.
Catalina Escobar indica que su amor por Juan Felipe la llevó a todo esto, pero también aclara que el apoyo de la familia ha sido fundamental para continuar, al igual que los asesores y junta directiva de la Fundación, que creyeron en su locura hasta cristalizar cada uno de sus sueños.
Con emoción advierte que la Fundación tiene una energía que atrapa y quien entra allí se llena de compromiso y se enamora profundamente.
Guillermo Gómez, su esposo, es quien más la ha comprendido, ambos viajan mucho, por lo que han programado todo de tal forma que siempre uno de ellos se quede con los niños en Bogotá.
Es un proyecto de familia, por eso todos están coordinados, pero Catalina se debe a sus hijos Guillermo de 15 años y Federico de 9, quienes saben que su mamá es activa y necesita de su comprensión.
Ha sido tanto el éxito de la Fundación Juan Felipe Gómez Escobar en Cartagena, que Catalina sueña con replicar el modelo y quiere continuar en el Departamento de Bolívar, de hecho ya ha conversado con la Primera Dama, Ana María Gómez.
Para que esta réplica se pueda dar, Catalina quiere que su proyecto se convierta en un modelo económico, porque el mismo rompe ciclos de pobreza, insiste en advertir que no hay nada que perpetúe más la miseria que el embarazo en adolescentes, ya que esas jóvenes tendrán hijos por siempre.
El cambio en ellas volviéndolas productivas laboralmente es total, se mantienen con pocos hijos y de allí van a generar progreso, al tiempo que los niños crecen en otro ambiente.
Catalina insiste en que ve los ojos de Juan Felipe en todos los niños de la Fundación y eso se convierte en su mayor orgullo, lo mismo que ver el progreso de las adolescentes cuando las encuentra en diferentes oficios.

Los héroes de verdad
Se puede decir que Catalina ha sido una heroína para todo ese sector deprimido de Cartagena, para bebés que salvaron sus vidas y hoy crecen con un buen futuro y para las madres adolescentes que vieron su vida cambiar radicalmente.
Pero todo no podía quedar allí, existe una forma en el mundo para rendir tributo a estos héroes de verdad, los que trabajan por los demás a sabiendas que si se les hace un reconocimiento, es precisamente para que se mire con otros ojos a toda esa gente beneficiada con su obra.
Miguel Silva es amigo y asesor de la Fundación, conoce perfectamente el trabajo que se ha realizado y de esta manera logró nominar a Catalina Escobar a “CNN Héroes”, nombramiento que debió cumplir un proceso largo para conocer la veracidad de las estadísticas.
De esta manera se iban descartando nominados hasta llegar a los 10 héroes, seleccionados de 45 mil personas que tienen una misión similar alrededor del mundo. A partir de ese momento los nominados dependieron de la audiencia.
Catalina Escobar es una heroína, no sólo por la obra que ideó, si no por la constancia que ha tenido y el deseo de posicionarla por encima de todo. El resultado es la mejor definición de su heroísmo y tenacidad.
El pasado 2 de diciembre, Catalina y otros 9 héroes recibieron una mención de honor en medio de una majestuosa ceremonia transmitida en vivo, en la misma, Pushpa Basnet, fue nombrada la Heroína CNN de 2012, por su obra, que brinda una mejor calidad de vida a niños de padres encarcelados en Nepal.
Con esta nominación, Catalina Escobar dio a conocer de una manera masiva el programa que adelanta en Cartagena y abrió puertas para que las ayudas se puedan incrementar en un futuro, además, ese es su objetivo.
El estar en los diez héroes finales les aseguró a cada uno 50 mil dólares, pero para ella la ganancia más grande fue el conocimiento ante el mundo de que la “Juanfe”, como ella le llama a su fundación, existe, que más beneficio, advierte.
De otra parte, su presentación ante CNN se llevó a cabo una semana antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, tiempo en el cual todos los ojos se posan en las pantallas de la prestigiosa cadena.
Catalina lo llama una “Dioscidencia”, ya que se nombraba a la heroína colombiana que trabaja por combatir la pobreza en Cartagena, una ciudad que es conocida por su turismo, lejos de imaginarse que existe en ella una especie de Somalia latina, con miles de muertes por hambre.
El triunfo fue contundente, esta heroína seguirá con su filantropía seria, con sus sueños por cristalizar y un trabajo limpio que ofrece cada día resultados, y lo mejor, el efecto es de vida y prosperidad, algo que si de alguna manera puede sonar utópico viendo la población en quien se aplica, es tan real al ver las sonrisas de niños y jóvenes madres salvados.