Las infecciones respi-ratorias agudas constitu-yen una muy frecuente causa de enfermedad en el ser humano, especial-mente en las edades pe-diátricas.
Más de 5 millones de niños, mueren anualmente por estas infecciones, la gran mayoría de ellas, 95%, en los países pobres, especialmente, Africa, Asia y América Latina. No existe enfermedad que mate más niños que las infecciones respiratorias agudas.
Sus síntomas y etiolo-gía es muy variada, lo que condiciona una serie de enfermedades que pueden variar en su forma de pre-sentación y severidad, que van desde un resfriado común, una influenza, una amigdalitis o un crup, hasta sus formas clínicas más graves, responsables de esa mortalidad, como son la bronquiolitis y la neumonía.
Muchos son los agentes que han sido documenta-dos como responsables de estas infecciones, mas hoy sabemos que los virus, son los agentes más frecuen-temente aislados ya que los mismos tienen una alta capacidad de contagiosi-dad, lo que hacen a estos pequeños seres vivos, res-ponsables de grandes epi-demias que condicionan esas tasas de mortalidad.
Épocas del año y condi-ciones ambientales, como son la temporada de lluvias y la entrada a las guarde-rías o al colegio, facilitan la diseminación de los mismos. Por ello es muy importante que ahora que ya nuestros hijos volvieron a sus aulas y cuando espe-ramos que reaparezcan las lluvias, estemos atentos a la aparición y emergencia de las infecciones respi-ratorias por agentes como Rhinovirus, VRS, Influen-zae, Parainfluenza y Ade-novirus.
En los dos años ante-riores, la humanidad vivió el terror que produjo la pandemia del virus de la Influenza Ah1N1, el cual al parecer ha disminuido en su capacidad de agresi-vidad, sin embargo los es-tamentos en salud deberán seguir vigilantes a la rea-parición de los mismos o nuevos virus respiratorios, que puedan nuevamente poner en riesgo de enfer-medad y muerte en niños.
Recientemente, la Se-cretaría Distrital de Salud de la Ciudad de Bogotá, anunció la alerta epide-miológica por el incre-mento en la circulación de Adenovirus, el cual es un virus que causa enferme-dad respiratoria que con frecuencia evolucionan a formas muy severas, como Bronquiolitis obliterante y Neumonías fulminantes.
Desgraciadamente, en nuestra ciudad y en el Ca-ribe colombiano, no con-tamos, con laboratorios de vigilancia epidemiológica para virus, situación que es lamentable, ya que nuestra condición de ciu-dad porteña nos hace muy vulnerables a la aparición de nuevos brotes y riesgos de futuras epidemias.
Prevención
Nosotros, los padres y adultos responsables de los niños debemos procu-rar:
Que los niños tengan completo su esquema de vacunación, resaltando las vacunas contra Influenza y Neumococo, sin olvidar la importancia de las clásicas y obligadas contra Tuber-culosis, Tosferina y Sa-rampión.
Todos los niños pre-maturos y los recién naci-dos con enfermedad pul-monar crónica o cardiopa-tías, deberán recibir anti-cuerpos contra el VRS.
Promover en las ma-dres, la lactancia materna exclusiva hasta los 4 a 6 meses de edad.
Promover el consumo de frutas y verduras y dietas balanceadas.
Practicar y mantener hábitos higiénicos como el baño diario, y en especial el lavado frecuente de las manos, siempre después de ir al baño, antes de co-mer y al regresar a casa.
Es importante evitar enviar al colegio a los ni-ños con cuadros de gripas o catarros. Ellos contagia-rán a otros niños y estarán más susceptibles a adquirir infecciones y desarrollar complicaciones más gra-ves.
Signos de alarma
La mayoría de los cua-dros de resfriados con mo-cos y tos no necesitan va-loración médica. El reposo en casa, ingesta aumenta-da de líquidos y bebidas caseras como miel con li-món, vitamina C, aceta-minofen por fiebres o dolo-res y los aseos nasales con suero fisiológico permiten una recuperación en un término no mayor de 5 a 7 días.
Sin embargo en algunos casos, pueden ocurrir las terribles complicaciones.
Los estamentos en sa-lud como la OMS propo-nen que con parámetros clínicos sencillos, todos podemos estar atentos a sospechar cuando una in-fección respiratoria en un niño se pudo complicar y deberá consultar urgente al centro de salud:
El menor está anor-malmente somnoliento/a y no despierta con facilidad. Presenta ataques o con-vulsiones.
El niño no puede comer o beber nada y vomita to-do.
El niño con tos, que ini-cia respiración rápida: Ni-ños menores de 2 meses: más de 60 veces por mi-nuto. Niños de 2 a 11 me-ses: más de 50 veces por minuto. Niños de 1 a 5 años: más de 40 veces por minuto.
Hundimiento de costi-llas y/o ruidos extraños (silbidos) al respirar.
Menor de dos meses que presenta fiebre y ma-yor de 2 meses que pre-senta fiebre superior a 38.5 grados y que se man-tiene por más de dos días.
*Pediatra Neumólogo
Profesor Titular Departamento de Pe-diatría U. de Cartagena.
Profesor pos grado Universidad del Sinú.
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