Al hablar de educación superior, merece la pena ahondar en el tema de los doctorados, que corresponden al último nivel de formación con que se cuenta en Colombia, siendo programas netamente de investigación.
Basados en ese principio, quienes deseen aplicar a un doctorado, deben tener muy claro su gusto y pasión por la investigación, dado que este nivel lleva una marcada cuota de “sacrificio” en cuanto a tiempo e inversión, por lo que la claridad en la aspiración es fundamental, advierte Rocío Padilla, directora del Centro de Posgrados de la Universidad de Cartagena.
El principal objetivo de los doctorados es el avance del conocimiento, por eso son programas basados en la investigación, lo que indica que están diseñados para aquellos profesionales que desde la selección de su pregrado muestran la inquietud por solucionar la problemática social desde las distintas áreas del conocimiento, la cual cada vez se presenta más compleja e involucra más variables.
Preparación previa
Cuando se decide cursar un doctorado, además de lo anterior, se entiende que un estudiante ha debido cursar un pregrado afín. Sin embargo, aclara la doctora Padilla, que la ley colombiana no tiene objeciones con respecto a estudiantes recién egresados del pregrado opten por esta elección académica, lo que indica que no se les exige haber pasado antes por especializaciones y maestrías.
Es de aclarar que un requisito indispensable para cursar un doctorado es el conocimiento y manejo de una segunda lengua, generalmente el inglés, toda vez que si se trata de avances, tecnología de punta y todo lo que involucra recientes descubrimientos, lo más probable es que su literatura se presente en la lengua sajona, pues mientras se hacen traducciones y validaciones al español, puede transcurrir mucho tiempo y llegar la obsolescencia en el tema tratado.
Los doctorados tienen distintas etapas antes de emitir el título de Doctor, como se trata de un programa netamente investigativo, lo que se hace es desarrollar una investigación durante los años de duración del mismo.
Los expertos recomiendan antes de iniciar los estudios de doctorado, pasar por una maestría de investigación, una especie de escala para prepararse de la manera más eficiente, aun cuando no es requisito, se considera prudente como preparación del individuo.
Muchos son los casos que han obviado este paso y este grupo corresponde a aquellos estudiantes que en su pregrado mostraron interés investigativo, pertenecieron a los semilleros de investigación y en buena medida se convirtieron en colaboradores permanentes de docentes investigadores, lo que facilita y guía en buena parte, el camino a seguir profesionalmente.
Entre las habilidades que debe tener un aspirante a doctorado está la de redacción, toda vez que la publicación de artículos hace parte del proceso, y si bien se fortalecen las competencias durante el estudio, es prudente contar con ella desde la toma de decisión.
La oferta
En el país aún existe un dilema en cuanto a la retribución económica para una persona que estudia un doctorado. Las empresas todavía no muestran el interés en formar un departamento de investigación sobre lo que producen y por lo tanto vincular doctores, surgiendo un panorama desconsolador ante los aspirantes que generalmente pierden motivación.
En lo anterior no está la última palabra. Aquella persona que quiere avanzar en el conocimiento y va a trabajar en la búsqueda de soluciones, siempre encontrará más delante que esta formación entregue sus frutos en el aspecto económico.
Generalmente donde mayor acogida encuentran los doctores es en las universidades, desempeñándose de manera inicial como docentes, porque se requiere para una formación con calidad. Sin embargo, llega un momento que las plazas se llenan y se requiere en otro tipo de empresas este proceso que promueve desde muchos frentes el crecimiento del país.
El tiempo
Aunque depende del área a estudiar, la mayoría de los doctorados requieren de tiempo completo para su curso, que es precisamente la dificultad que presenta a quien lo adelante, pues difícilmente va a poder trabajar en otras cosas. Algunos permiten otros desempeños, pero corre el riesgo de extenderse por más años, que no es recomendable por la obsolescencia que puede presentarse en algunos tópicos.
Lo ideal es que un doctorado se curse en un tiempo de cuatro a cinco años, algo que en ocasiones se ve obstaculizado por el factor económico, ya que el apoyo de diferentes entidades con becas no es muy usual y al tratarse de personas con independencia familiar, no sólo deben pensar en la matrícula, sino en el sostenimiento.
En la actualidad, la mayoría de personas que estudian un doctorado lo hacen con algo de esfuerzo, pero esto se gratifica con el gusto propio por la investigación, además de desarrollar la creatividad con novedades.
En cuanto a la demanda, es un tema relativo, pues allí prima el factor “cupos”. Existen doctorados con pocos cupos, esto amparado en que un trabajo de investigación requiere el acompañamiento del tutor de manera personalizada.
La Universidad de Cartagena tiene una propuesta variada en tema de doctorados, están los de Toxicología ambiental, de Ingeniería, que comprende varias áreas convirtiéndose en una fortaleza en la región; también el de Ciencias Físicas, en Educación, siendo el primero en abrir este nivel en el alma máter; el de Medicina Tropical y el de Ciencias Biomédicas, muy pertinentes ante la presencia de enfermedades tropicales que azotaron al país recientemente.
Los doctorados tienen un proceso de selección riguroso que involucra examen, entrevista, estudio de hoja de vida, análisis de la propuesta de investigación del estudiante, aval de los investigadores dependiendo de los temas y el dominio de una segunda lengua.
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