“El Hobbit”, sobredosis de creatividad y tecnología

Regresa el neozelandés Peter Jackson con lo que mejor sabe hacer en el cine: fantasear y  divertirse.  Ahora,  vuelve con una adaptación de  “El Hobbit”,  un libro del   inglés  J.R.R Tolkien, el mismo escritor de “El Señor de Los Anillos”.
En esta oportunidad Jackson vuelve con más derroche de creatividad visual.  En “El Hobbit”  nos sorprende con  su  capacidad para jugar con los gustos del espectador. 
Jackson es de los realizadores que se preocupan al máximo para darle al público una sorprendente  y divertida experiencia  frente a la pantalla.  Es de los que piensa que el cine contemporáneo tiene un  reto muy grande por las “muchas alternativas a la hora de ver una película.
Los niños y los jóvenes ya usan otros vehículos, como las tabletas y los teléfonos inteligentes, y una gran mayoría ve las películas en la pantalla de plasma que tienen en casa. Para conseguir que la gente, sobre todo los más jóvenes, acudan a una sala tienes que hacer que la experiencia sea especial. Y ahí es donde entran los avances tecnológicos, que hacen que esa experiencia merezca la pena el esfuerzo y el gasto que supone ir al cine”,  recalca.
Lo que en esta película muchos señalaron como una  equivocación, es al final, a mi parecer, uno  de los aspectos más atractivos de la  cinta.  Detalles  que conectan esta aventura con la de “El Señor de Los Anillos”, el pasado, personajes, paisajes  y sobre todo su atmósfera y creatividad son sin lugar a dudas varios de los  aciertos de esta producción.
En la versión original de “El Hobbit”, Jackson recurre como nunca a la tecnología y a la técnica de los 48 fotogramas por segundo, un nuevo recurso que permite que el espectador tenga más información visual por unidad de tiempo. “Esto se traduce en una sensación de mucha más nitidez y realismo”. Este riesgo no tuvo mucha acogida en la industria del cine.
No es nuevo este afán  por trabajar  con los recursos que tiene a la mano. Desde el inicio de su carrera  siempre  le ha gustado experimentar  no solo con la tecnología  sino con la narrativa cinematográfica, es por eso que en una de sus primeras películas recurrió a marionetas. Probó suerte con un falso documental, ha hecho comedias, y una gran variedad de   películas de diferentes géneros en el séptimo arte. Muchos años después vendría el clásico “Señor de Los Anillos”. Y hace siete años hizo King Kong.
La cinta cuenta el viaje de un hobbit, Bibo Bolson,  personificado por el actor Martin Freeman en búsqueda de un tesoro. En medio de su cotidianidad el hobbit conoce a Gandalf el Gris (Ian McKellen), un poderoso mago, quien al lado de trece enanos empiezan a darle vida a esta aventura.  Entre secretos, sorpresas, acción van apareciendo muchos más personajes que enriquecen la adaptación.    Richard Armitage, Andy Serkis, Hugo Weaving, Cate Blanchett,  Christopher Lee, Ian Holm  y Eli jah Wood completan un reparto de lujo  en una cinta que     recoge lo mejor de   la creatividad de  Jackson .