El miedo a la taquilla

Hollywood, los canales de televisión, los libros apocalípticos, y en general todos los medios de comu-nicación saben que el miedo, como el sexo y la violencia son grandes ta-quilleros y temas suma-mente atractivos. Acaba de suceder con la prensa y la gripe A1H1; en el 2000 pasó con el Y2K; y pasa también con el cine de manera cíclica cuando a un productor se le da por volver a explotar la fórmula del miedo; to-dos nos ponemos de acuerdo tácitamente para incluirlo en nuestra agenda temática: el miedo al fin de la mundo o el calenta-miento global. La nueva cinta apoca-líptica “2012” sin duda al-guna, es el preámbulo para una serie de filmes que tendrán el mismo argu-mento en los próximos dos años y que inundarán nuestras salas de cine. Desde ya, hay que ir pre-parándose para el caos in-formático que según los especialistas nos depara el “Problema de 2038”. En el pasado, nuestros padres y abuelos sintieron lo mismo cuando vieron cintas como “Cuando los mundos chocan” de Ru-dolph Maté, 1951; “El Pla-neta de los simios” de Franklin J. Schaffner, 1968; “La amenaza de Andrómeda” de Robert Wise, 1971; “Mad Max” de George Miller, 1979; “1997: Rescate en Nueva York” de John Carpenter, 1981; “El Día de los muertos” de George A. Romero, 1985; “Último Superviviente” de Geoff Murphy, 1985; “Akira” de Katsuhiro Ôtomo, 1988 ; “Terminator 2” de James Cameron, 1991 ; “Apoca-lipsis” de Mick Garris, 1994), y más reciente-mente “Wall E”, una pe-lícula de animación de 2008. Con todas estas pelícu-las nos angustiamos, por-que el sólo hecho de pen-sar en la idea de que en un futuro muy cercano el mundo se va acabar, re-sulta terrorífico, escalo-friante y para algunos apa-sionante. El filme “2012” vuelve y juega con un te-ma que siempre será para los amantes del cine de aventura, ciencia ficción y acción un banquete de efectos especiales. A muchos nos encanta la manera morbosa y ma-soquista con que el cine lanza sus especulaciones sobre lo que puede pasar con el planeta. Sin embar-go, el ejercicio de fanta-sear con el fin del mundo se hace reiterativo y me-nos entretenido si son Los Estados Unidos, los que li-deran el plan de salva-ción…; pero ni modos…; Esta es una de esas pelí-culas donde los más im-portante es la galería de efectos especiales y donde no importa si las teorías, las predicciones de los mayas y los libros sagra-dos coinciden o no. Ver como desaparece la Casa Blanca, como se hunde Pa-rís y como el Everest ter-mina siendo una pequeña colina para los grandes tsunamis, impacta. Roland Emmerich, el director de “2012” y de largometrajes como “Inde-pendence Day” de 1996, y 'El día de mañana' de 2004 se ha especializado en aca-bar el mundo de varias formas, desde extrate-rrestres que se reprodu-cen y quieren apoderarse del mundo hasta un súbito calentamiento global. Es-tos argumentos hacen parte del menú que apa-siona a este director que logró con esta misma for-mula una nueva millonaria taquilla que apela a nues-tros miedos e instinto de supervivencia y a poner-nos a botar corriente sobre el tema. En su primer fin de se-mana, “2012” recaudó 225 millones de dólares; en sólo tres días, recuperó los 200 millones de dólares que se invirtieron en esta película.. . esto sin incluir el resto de la semana…;y lo que falta. manuellozanopineda@gmail.com