El regreso oscuro de Mel Gibson

“Al filo de la oscuridad” es el nombre con el cual se distribuye la más reciente película protagonizada por Mel Gibson y la que ha generado opiniones dispa-res alrededor de la misma. Antes o después de verla tenga en cuenta que la cinta es dirigida por Martin Campbell, el mismo que hizo “Golden Eye”, “Casino Royals” y “La Leyenda del Zorro”, y quien por estos días prepa-ra “Green Lanter” su si-guiente largometraje basado en un personaje de tiras cómicas. Además de tener a este director, “Al filo de la oscuridad” tiene como protagonista a un destaca-do actor que tiene entre sus anteriores trabajos, clásicos como “Mad Max”, “El hombre sin rostro”, ”Braveheart” y “La Pasión de Cristo”, entre varias. La cinta es la historia de un detective que lleva-do por la ira, quiere cobrar venganza y busca de ma-nera angustiosa desen-mascarar al asesino de su hija. En ese esfuerzo por encontrar a los culpables, se da cuenta que en el complot están involucra-dos grandes e importantes empresarios, senadores y altos miembros del go-bierno norteamericano; la situación en vez de atemo-rizarlo lo motiva a conti-nuar con su investigación. Este tipo de tramas son las que están desgastadas y tienen en crisis a las casas productoras en Hollywood. “Al filo de la oscuri-dad”, es un tímido intento por ser una película de suspenso que pierde fuer-za por lo predecible. Son escasas las sorpresas que el guionista y el director nos dan durante la hora y media de proyección. Cuando un espectador pronostica con lujo de de-talles lo que va a pasar en un filme, no hay nada que hacer, estamos frente a una película que muy poco tiene que ofrecernos. En “Al filo de la oscuridad” la trama, personajes y sub-tramas, así como la misma actuación son las señales que nos advierten un lar-gometraje repetitivo y sin situaciones inesperadas. Dentro de las pocas ex-cepciones de la historia, está la del personaje inter-pretado por el actor inglés Ray Winstone, un miste-rioso agente que no sabe-mos donde ubicarlo, si a favor o en contra del pro-tagonista, pero sólo al final un enfrentamiento nos re-suelve la duda. Mel Gibson (Thomas Craven) en su rol de de-tective golpeado por la re-ciente muerte de su espo-sa, y ahora por el asesinato de su hija, queda sin mu-cho respaldo por el guión. Hay quienes afirman que este papel es una especie de precalentamiento des-pués de 8 años de no verlo en la pantalla grande. Lo cierto es que sobre este Director que viene en as-censo en Hollywood y de un actor que reconocemos y admiramos su trayecto-ria eran muchas las ex-pectativas que se tenían.