Desde antes de terminar sus estudios, Julio Beltrán tenía muchas metas claras para su vida y además del trabajo, quería formar un hogar con Susana González, su novia de toda la vida, porque ser padre para él también era una prioridad.
Administrador de empresas con especialización en marketing, Julio incursionó en el manejo de centros comerciales en Montería, labor que desempeñó con miras a regresar a Cartagena, aun cuando este sector carecía del desarrollo necesario.
Julio Beltrán "conduce" uno de los centros comerciales más grandes de la ciudad, labor que le demanda buena parte de su tiempo, pero igualmente su papel en el hogar es fundamental, y lo complementa con su esposa Susana, quien es comunicadora social, se dedica a negocios familiares y a la dulce espera de la pequeña Susana Andrea, quien llegará en octubre para hacerle compañía a Julián Andrés.
Dice que le ha gustado ser papá, más si se cuenta con una persona como Susana para ejercer ese hermoso, pero no fácil papel en la vida, porque con ella quiere estar siempre.
Julián Andrés tiene nueve años, es un niño lleno de amor y guiado en su cotidianidad por sus padres, algo que se ve reflejado en el comportamiento social y el rendimiento académico.
La crianza de un hijo demanda responsabilidad, Julio viene de un hogar bien estructurado y cree que esas bases son fundamentales cuando se busca crear uno propio, por eso los fines de semana son enteros a su familia, ya que los otros días se dedica al trabajo.
Hace tres años se puso al frente de Caribe Plaza, en principio la misma novedad lo guiaba a visitar el lugar con la familia los fines de semana, ahora no lo hace, porque precisamente allí está su trabajo y ellos merecen total atención.
Es un padre exigente, no con esto le resta amor a su hijo, pero si le recalca que las cosas se logran con esfuerzo, porque de la misma manera él las ha conseguido. Julio le ha indicado el sentido del valor de las cosas y cree que la tarea ha sido positiva.
Julio Beltrán ha sido hijo único, eso lo hizo soñar con una familia más grande, quería varios hijos y entre ellos una niña, ahora Dios le manda la felicidad de ser padre por segunda vez.
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