Labios ardientes, pero sin fuego

Los labios llevan siem-pre la connotación de sen-sualidad, además con ellos se expresa cualquier emo-ción, desde dejar salir las palabras, hasta esbozar una sonrisa. Son un punto im-portante en el rostro, que marca identidad en una persona. Su salud es muy im-portante y tal vez en oca-siones se olvida el cuidado que merecen, cuando son sometidos a temperaturas extremas soportando frío o calor sin la debida protec-ción, o con cosméticos agresivos en el caso de las mujeres. A esta cadena de pro-blemas externos, se su-man otras patologías que merecen atención, tal es el caso de los llamados “fue-gos”, cuyo carácter recu-rrente, muestra la apari-ción de una enfermedad vesicoampollosa. Lo que puede en mo-mento parecer un inofen-sivo brote en los labios, es el inicio de un herpes que se prolongará por el resto de la vida y la persona lo padecerá cada vez que su organismo sufra cambios. Según indica la derma-tóloga Ingrid Salas Barre-ra, el herpes es una en-fermedad viral oportunista y se divide en simple I y II. El primero se presenta por encima del ombligo, el se-gundo por debajo del om-bligo. El herpes simple I, al cual pertenece el llamado “fuego”, aprovecha cuando la inmunidad del individuo está baja para aparecer y uno de los principales cau-santes del descenso en las defensas puede ser el es-trés. El contagio del virus se logra tras besar a una per-sona portadora del mismo o compartiendo utensilios de mesa que han estado expuestos al contenido de las vesículas. Este herpes se puede contraer a cualquier edad y obviamente hay personas con más predisposición que otras, tratándose de la calidad en las defensas en su organismo. Estas lesiones se reac-tivan generalmente con la sobre exposición a la luz solar, las fiebres intensas, medicamentos que depri-man la inmunidad, (corti-coides) y los pacientes sometidos a radioterapia, desnutridos o con defi-ciencia de zinc y complejo B. Esta enfermedad entra en el grupo de úlceras orales recurrentes y no tiene cura, advierte la doctora Salas, pero cuando el paciente presenta mu-chos episodios en un año, el especialista formula medicamentos anti virales prolongados. La duración de esta afección puede estar entre los cuatro y siete días en un paciente inmunocom-petente, y generalmente presenta un ganglio infla-mado. Es de aclarar, que estas lesiones resultan infectantes sólo cuando están en actividad. Las actividades al aire libre son desencadenantes de este tipo de virus en quienes los padecen, por-que el sol puede bajar la inmunidad de manera transitoria.