Los lentes de contacto se han convertido en la mejor alternativa para quienes padecen problemas visuales derivados de errores refractivos y no se adaptan a los anteojos, o simplemente por razones estéticas quieren prescindir de éstos.
Alrededor de los lentes de contacto se han tejido muchas historias, cuando su buen uso puede derivar en comodidad y estética, pues sólo depende del buen examen de un especialista y el correcto manejo por parte del paciente.
Generalmente están indicados para cualquier defecto en dioptrías medias y altas, indica el optómetra Hans Gerdts y añade que un problema que anteriormente no se corregía con lentes de contacto, como es el caso del queratocono, esa condición que protruye la córnea hacia adelante, se está logrando con bastante eficiencia y éxito.
Para esta condición se ha considerado la adaptación de lentes esclerales, los cuales tienen una característica particular, son duros, con unos materiales de gas permeable que permiten el paso del oxígeno de manera óptima, protegiendo de la mejor manera el ojo, pues se considera la técnica más novedosa.
La recomendación de este especialista se extiende a los miopes medios y la adolescencia, pues se trata de la etapa donde más suben los defectos refractivos y se ha comprobado que el uso permanente de lentes de contacto controla notablemente su aumento.
En este sentido, son más los mitos que rodean el uso de lentes de contacto, afirma el doctor Gerdts y advierte que el cuidado es fundamental para evitar problemas derivados del mismo. La primera medida que se debe implementar es la higiene, el lavado de manos con agua y jabón, la asepsia total del estuche que los guarda y el cambio diario del líquido que los protege.
Este líquido protector se considera inocuo, sin mayor efecto sobre la visión del usuario, sin embargo se ha tenido conocimiento de personas alérgicas que les impide el uso de los lentes, en este caso, siendo variada la baraja de productos, es menester probar posibles opciones, indica el especialista.
Esto sirve de aclaración para quienes se consideran alérgicos a los propios lentes, algo que no es muy común, toda vez que están elaborados con materiales inertes, los cuales están exentos de cualquier proceso que pueda afectar el ojo.
El tiempo de los lentes está limitado y ese es otro factor que puede afectar si se extiende más allá de su indicación. Hay dos clases de lentes, el de uso diario y el de uso prolongado, los primeros no pueden extenderse, ya que no permite suficiente paso del oxígeno y puede causar edema corneal, queratitis y conjuntivitis.
Con los de uso prolongado, pese a su indicación, el doctor Gerdts recomienda no excederse y dormir con ellos, toda vez que algunas personas son más propensas a desarrollar problemas, cuando no se hace necesario mantenerlos en el ojo durante el sueño.
Su condición de desechables es garantía de seguridad, por tanto al mes requieren cambio, ya que la malla molecular que los compone no permite el paso de oxígeno requerido, indica el especialista.
La seguridad de este sistema garantiza que incluso deportistas puedan hacer uso de lentes blandos, sólo está contraindicado en boxeadores y toda práctica que requiera enfrentamiento cuerpo a cuerpo.
Después de un tiempo prolongado de uso, es recomendable alternar los lentes de contacto y los anteojos, pues se trata de un cuerpo extraño que en una eventualidad puede producir una reacción de rechazo.
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