Liliana Durán... Los sueños del arte

La búsqueda de la realización personal llevó a Liliana Durán a viajar y establecerse en Europa por muchos años, y fue allí donde logró abrirse paso a una serie de mandatos culturales que le indicaron su verdadera vocación, el arte. Con sus estudios de arquitectura viajó a España, donde empezó a cursar Diseño de muebles, Interiorismo e Historia del Arte, cuatro años que la llevaron a incursionar en varios campos que abrieron las puertas a nuevos horizontes de creatividad. Sus trabajos entonces se fundamentaron en creaciones para Agatha Ruiz De la Prada y para una productora de televisión como directora artística, un mundo nuevo donde logró otras experiencias, hasta cuando contrajo matrimonio con el italiano Alberto Dimeo, ligado a las artes en su país, un medio que ya se hacía conocido para ella. El crecimiento artístico la llevó a pintar obras que nacen de la percepción de sus sentidos, un análisis de su cotidianidad se plasma en el lienzo, dando paso a los anhelos y deseos de vida. Se define como una soñadora del arte, por lo que incursionó en el área de la restauración y la decoración, habilidad que trajo a Cartagena con el ánimo de trabajar en muchas cosas que estaban por hacer. Liliana llegó con un concepto claro, donde predomina el color, la escultura y en parte la naturaleza. Cartagena es agradecida con este tipo de decoración, donde sus construcciones se adaptan a la perfección a los ambientes creados por ella. En el Restaurante de Gladys con el Corazón, se funden cada uno de los elementos preferidos por la artista. La vieja casona fue como un lienzo en blanco donde el color, el arte y la naturaleza se funden para crear un ambiente agradable, colorido y con el sonido del agua y la brisa dando serenidad. Es una comunión permanente con las esculturas, donde se fusionan en el ambiente dando un poco de la inspiración de Liliana, en este caso, un homenaje a la diosa del amor, una asociación de la arquitectura con el arte. Otras obras en la ciudad guardan este concepto. Liliana quiere con su trabajo rescatar las obras de otros artistas que se pueden unir a la de ella. Es el momento de hacer de Cartagena una extracción de habilidades que se encuentren en cada edificación. Un gran proyecto para los artistas locales es ahora su sueño, para que la ciudad cambie muchos entornos que lo requieren y que harán la vida más amable.