Como salidos de una caja de música se presentan Catalina García, Santiago Prieto y Nicolás Junca, y se hacen llamar Monsieur Periné, una banda distinta, con sonido propio que está dando sorpresas y haciendo ver que son un proyecto distinto.
Precisamente “Caja de música” es su segundo álbum de estudio, un disco hecho entre Puerto Rico, Colombia, México y Nueva York, el cual tiene un componente muy especial, su producción estuvo de la mano de Eduardo Cabra, mejor conocido en la industria de la música como “Visitante”, de Calle 13.
Este disco recopila lo que Monsieur Periné ha estado viviendo como banda y como artistas en los últimos tres años, tiempo en el cual recorrieron Latinoamérica, Europa y Estados Unidos, además de poner en perspectiva su identidad y dejarse permear por intercambios culturales que nutrieron el proceso.
El trabajo abarcó mucho, advierte Catalina, pues estuvieron en contacto con otra música, tocaron con otros artistas, abrieron “trocha” en otros países que se volvieron importantes para su trayectoria como México y Alemania y descubrirse como nómadas con los sueños en la maleta.
Ese disco entonces narra todas las experiencias de vida que los fortalecieron como banda, como seres humanos y como artista. Por esto es un disco concepto que debe escucharse de principio a fin, con una narrativa pensada para que las canciones estén en el lugar que tienen que estar de acuerdo a la experiencia y la evolución que hay desde “Hecho a mano” su anterior trabajo, hasta hoy.
“Caja de música” tiene instrumentos de muchas partes del mundo, pues traían de todo para enriquecer su música e ir buscando esos “puentes” que unen la cultura de Latinoamérica con el mundo y tiene ese nombre porque hace 200 años ese instrumento fue grande y hoy es un pequeño objeto disponible en cualquier parte, que recuerda todo.
El show
Monsieur Periné no se quedó sólo en la grabación de este disco, se fueron a la preparación de un show que narra esa experiencia material del viaje, pero también es un recorrido poético y espiritual. El primero porque saben que han tenido una evolución en su lenguaje y por otro lado, como familia y como banda, lograron vivencias que los fortalecieron.
Por esto quisieron plasmar todo esto en escena y junto a Laura Villegas, una dramaturga y directora de teatro, desarrollaron otros recursos escénicos para contar esa historia, entonces el teatro fue el escenario perfecto para lograrlo.
Con ellos está un equipo que se suma para lograr todo este trabajo que se presenta en el montaje con escenografía especial que lleva al público a ese viaje que vivieron y está vigente en su música.
Monsieur Periné es un buen experimento que funcionó, un regalo de la vida como ellos lo definen, pues entre tanto artista urbano y ellos planteando una diversidad de sonido, se aprecia el reto cumplido.
Son parte de la cultura diversa que aún subsiste, buscaron otros recursos y el proceso diferente donde los instrumentos suenan como realmente son, pero para esto requieren de un público con cierto nivel y calidad de interpretación y es allí donde precisamente radica su éxito.
El Grammy y la nominación
Otra gran experiencia para la banda la constituyó el Premio Grammy Latino a “Mejor nuevo artista” y la nominación a “Disco del año”. De otra parte, la nominación a los Grammy anglo, los hizo entrar a este gran circuito de la industria de la música.
El respaldo que sienten desde entonces es grande, toda vez que otras dimensiones artísticas empezaron a entender que hay que girar la mirada hacia lo que ellos están haciendo, por lo que Santiago afirma que esto ha sido como un “sello de calidad”.
Haber estado ahí los unió más, les recordó de inmediato todos los momentos de lucha juntos, de grandes logros y evocar ese grupo de trabajo que está presente en ellos, por eso comprendieron que siempre van a valorar este proceso.
El camino a seguir
Si bien están en el proceso de mostrar a Colombia su “Caja de música” convertida en show, Monsieur Periné, la gira se ha de extender a Europa y Estados Unidos y en medio de todo probablemente le abren el concierto en París a Carlos Vives.
Saben que hay mucha música por hacer, sólo tienen dos discos y el deseo grande de continuar en este universo que pide sonidos como el de ellos, propio, sin ataduras ni fronteras, tan diverso como ellos.
Quieren sembrar semillas de música en muchos lugares, pues cada vez que los recorren, encuentran la cosecha que expande su arte, a la vez que aprenden las raíces de Latinoamérica, esas que los llena de orgullo.
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