Educación y salud, dos factores que determinan el desarrollo de una sociedad y quienes hacen posible este proceso, se convierten en líderes cuya labor trasciende y se hace grande, aun cuando sus protagonistas no busquen reconocimiento.
Con lo anterior se puede definir a Rolando Bechara Castilla, un médico oftalmólogo para quien el día debe tener más horas pues el trabajo no da espera, es su motor y si bien la familia es prioridad en su vida, también va ligada a su misión.
Descendiente de un inmigrante libanés, Don Elías Bechara Zainum, adquirió de su padre la virtud del trabajo, del emprendimiento y la lucha por hacer un mundo mejor, de esta manera no dudó un instante en prepararse y organizar sus propias fórmulas de crecimiento visualizado en la comunidad.
La travesía de Don Elías influyó notablemente en la formación de sus hijos, pues una vez asentado en el municipio de Lorica, tuvo especial participación en el desarrollo del Departamento, siendo uno de los fundadores de la Universidad de Córdoba y haciendo un gran aporte a la educación desde todos los niveles, llegando a una gran obra, como lo es la Universidad del Sinú.
Bajo esos principios, Rolando Bechara también encaminó su gestión, hoy, además de ejercer diariamente como oftalmólogo, con más de 100 cirugías realizadas al mes, es el rector de la Universidad del Sinú seccional Cartagena y presidente del Consejo Superior de la misma institución con asiento en Montería y Bogotá.
La llegada a Cartagena
Especializarse en el exterior fue el primer paso para que Rolando Bechara decidiera radicarse en Cartagena, más adelante una serie de hechos se presentaron y dieron pie a que esta decisión tomara más fuerza, teniendo en cuenta que era la mejor forma de internacionalizar la Universidad del Sinú.
Con 43 años y alrededor de 40 mil egresados, esta institución de educación superior le dio otro matiz a Montería, influenciado además por el trabajo que día a día se realiza en Cartagena y que trabaja por bajar los índices de analfabetismo, con un impacto que espera cristalizarse totalmente en una década, afirma Bechara.
La misión en Cartagena se ha cumplido conforme lo programado, indica Rolando Bechara, quien ha estado al frente de la universidad desde sus inicios en esta ciudad, donde además se empezó de cero y ya alcanza unos 3.700 estudiantes. La labor inicial de él fue montar la estructura de medicina, que se refleja en las dos clínicas y de ahí adhirió la Universidad del Sinú.
Además de lo anterior, este visionario trabaja en cambiar los parámetros establecidos hasta ahora, que ahondan en productividad en servicios, descuidando la competitividad. A su parecer, esta ciudad debe aprovechar más sus recursos, pues en la actualidad está dejando de generar riqueza.
Un día normal
Rolando Bechara Castilla es un hombre radiante, derrocha optimismo, está despierto desde las 3:30 de la madrugada y su día acaba a las 11 de la noche, se puede decir que aprovecha todas las horas de sol, también las que otros usan para descansar.
Cree que tiene muchos procesos a su cargo como para dedicarse a dormir, maneja la Clínica Oftalmológica, también la Clínica Cartagena del Mar, la Universidad del Sinú y es el médico que atiende pacientes diariamente, entonces la pasión supera cualquier hora fuera de lo común.
Advierte que el amor hacia lo que hace no lo deja decaer, tiene vitalidad que explota al máximo, porque de su trabajo dependen muchas obras en pro de la comunidad y en parte sabe que la devoción de servicio es el principal legado de su padre.
Montería es la tierra que lo vio nacer, pero en Cartagena creció como profesional, además siempre recuerda uno de los consejos de su padre, quedarse en una ciudad con proyección internacional que le dejara desarrollar todo su potencial.
Incansable, con la disposición a flor de piel, Rolando Bechara indica que el esfuerzo por la educación siempre estará en él, de igual manera seguirá trabajando en familia, porque es parte del proceso que le enseñó su padre y cree que los valores están por encima de todo para llegar a la meta.
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