No hay quinto malo, este adagio se cumple nuevamente con la nueva producción discográfica del cantautor ibaguereño Santiago Cruz, quien presenta “Equilibrio”, el quinto álbum de estudio que hasta el momento llena las expectativas de sus seguidores.
Santiago Cruz es uno de los artistas contemporáneos que ha mostrado su corriente musical desde sus inicios y de la misma manera ha mantenido su esencia pese a las exigencias comerciales del mercado y con esta bandera de autenticidad llega cada uno de sus trabajos.
Con respecto al nombre de esta producción, Santiago advierte que está lejos de lograr ese equilibrio, lo busca y piensa que como la mayoría de las cosas en la vida, lo importante no es conseguirlas, sino el camino recorrido con ese fin y en el caso de este disco es así, pues se rodea de cosas que le brinden esa medida, un estado difícil de alcanzar, pero lo importante es buscarlo.
Los discos de Santiago siempre llevan vivencias propias, se enmarcan en un suceso particular que el artista experimente, y en esta oportunidad, el hecho de haber formado un hogar y tener a su hija Violeta, le dieron el panorama propicio para escribir, aunque advierte que no todo el álbum está contenido en ese aspecto, como autor, se permitió y se arriesgó a visitar lugares dolorosos de su memoria, que están guardados y que conservan cicatrices por sanar.
Asegura que en este momento de su vida se tomó el trabajo de visitar sus lugares más “oscuros”, exorcizar panoramas anteriores, recorrió situaciones que requieren sanación como lo fue su vida sentimental, el propio crecimiento personal y una temporada en el infierno que confiesa la hubo y en este disco tuvo el suficiente valor para reconocerla y saber que aún hay secuelas, por eso les dio espacio en “Equilibrio”.
Un trabajo en España
Nuevamente volvió a España para la creación de este álbum, su relación con el productor Nacho Mañó ha rendido muchos frutos artísticos, entonces, el estudio en Valencia abrió sus puertas para darle vida a “Equilibrio”, como en su momento sucedió con “Cruce de caminos” y “A quien corresponda”.
Santiago Cruz ha logrado una comunión artística muy especial en ese lugar y por eso le brinda la confianza necesaria para continuar allí su creación. Es de aclarar que estos tres últimos álbumes marcaron la identidad musical del ibaguereño y lo muestran tal cual es, fiel a sus convicciones musicales.
En una carrera de cantautor se vive en la búsqueda permanente a la definición de la identidad, algo que experimentó en los dos primeros trabajos, y afirma que desde “Cruce de caminos” se encontró con el artista que quiere ser y a partir de allí está disfrutando de ese encuentro y continúa cultivándolo, decorando y defendiendo un poco más el lugar que ya se sabe, es propio.
La defensa de ese lugar fue muy linda, a base de canciones y que al final de cuentas el público fue quien tuvo la última palabra, dice con mucha satisfacción el artista, quien agradece a la Costa Caribe su determinación, pues dos personas en Cartagena y Barranquilla creyeron y apostaron y al final, el resultado se ve.
El disco
“Equilibrio” tiene un carácter distinto, indica Santiago Cruz, cada canción es diferente, no se atreve a definirlo, quiere que cada persona le busque un sentido a los temas, pero para él es un renacer, sin querer decir que ha estado quieto.
Indica que este disco trae un impulso nuevo en un camino que iba bastante bien y por tanto hay mayor presencia de guitarras eléctricas, tiene un sonido más cercano al pop rock que a lo que venía haciendo, obviamente sin perder su esencia, pues brinda su punto de vista en cada canción, como es el trabajo de un cantautor.
El objetivo personal y profesional se cumplió, “Equilibrio” es tan honesto como sus antecesores, el valor que cree siempre se debe mantener, consigo mismo y con el público. Santiago afirma que al emprender un nuevo proyecto siempre se enfrenta a una disyuntiva, que es “qué tanto crecer, sin que la gente te vaya a extrañar”, entonces ahí el crecimiento debe ser muy equilibrado para no perder de vista las razones por la cuales la gente siguió esa música.
Un español, un argentino y una cubana entran a colaborar en este álbum. Con el argentino Abel Pintos se conocía y afortunadamente había una admiración mutua que facilitó el trabajo en una canción muy especial llamada “Al otro lado de la puerta”.
Con Dani Martin, a quien conoce por su dimensión tan grande desde su estancia en “El canto del loco” y ahora como solista, se unió realmente en estudio, donde logró captar ese momento y plasmarlo en el tema “Una historia diferente”.
Y luego viene Diana Fuentes, una cubana a quien define como una “joya”, entonces decidió hacer con ella ese bolero que había compuesto para cantar a dúo. Ella grabó en Puerto Rico y le envió su voz a Valencia.
Son colaboraciones que representan puntos muy altos del disco, indica Cruz, a la vez que agradece que estos artistas hicieron un trabajo tan especial, que ni él mismo lo soñó cuando escribió los temas.
De las 14 canciones de “Equilibrio”, hay 12 que son cien por ciento propias, dos más que coescribió junto a Fernando Osorio, quien le colaboró en “Cuando regreses” de “Cruce de caminos” y en esta oportunidad estuvo acompañándolo en la letra de “Estar vivos” y “Una historia diferente”.
Comentarios ()