Está en cartelera la película "Transformer 3" dirigida por Michel Bay, un director que tiene entre su filmografía títulos como "Armageddon", "La roca", "Pearl Harbor"," Bad Boys II" y "Transformer I y II", entre varios.
La película cuenta la historia de la carrera espacial en la cual se ven implicados los Autobots y los Decepticons, y como ingenuamente las máquinas se involucran con los humanos.
Esta cinta es dirigida por alguien, que a pesar de tener muchas críticas de los periodistas especializados, es uno de los mimados de Steven Spielberg, quien desde el primer Transformer lo ha respaldado en muchos proyectos de manera incondicional.
Las razones saltan al bolsillo. Su primera película conocida fue "Bad Boy", protagonizada por Will Smith y Martin Lawrence se convirtió en un éxito taquillero que hizo que los productores lo tuvieran en cuenta para el próximo proyecto con Sean Connery y Nicolas Cage, en una historia que los críticos no calificaron muy bien, "La Roca". Sin embargo, ganó un Oscar por Mejor Sonido. Su siguiente proyecto fue "Armageddon", un filme que tuvo cuatro nominaciones a los Oscar y $553.000.000 dólares de taquilla en todo el mundo. Después vendría "Pearl Harbor", protagonizada por Ben Affleck, Josh Hartnett, Kate Beckinsale y Cuba Gooding Jr; luego, "Bad Boys II, "La Isla" y más adelante y a solicitud de Steven Spielberg hizo "Transformer", una cinta que recaudo más de 708 millones dólares en todo el mundo.
Bay es un director taquillero, sus películas son para el grueso de los espectadores y está acostumbrado a dirigir historias donde los efectos especiales, la acción, y las emociones se sobreponen a cualquier otra cosa. Domina la fórmula que lo ha hecho ganarse un estilo y un sitio destacado en Hollywood.
Su estilo es el que vuelve a utilizar en "Transformer 3, el lado oscuro de la Luna". Aquí la narración es sencilla, el protagonismo lo tiene la exageración de los efectos especiales que para algunos puede resultar tediosa, pero interesante y apasionante para otros. Su interés está en eso, en conquistar el espectador con un lenguaje técnico moderno y con historias donde no hay espacio para las complejidades. Para los que nos gustan los efectos especiales, es un banquete ideal.
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