¡Sí se puede! Estas tres palabras acompañan el diario vivir del cartagenero Yorneis García desde cuando decidió que ese arte que se desarrollaba en su interior se tenía que poner de manifiesto y posteriormente sería su preciado tesoro.
Yorneis Chiquillo García hace parte de ese importante grupo de jóvenes que crecen en los barrios de Cartagena con el talento innato y que a su vez saben aprovechar las oportunidades, porque su norte está definido y las “esquinas” como él mismo aclara, no son precisamente una cantera de conocimientos, así que lo suyo estaba para darse a través del baile y el teatro.
Creció en el barrio Navas Meisel y estudió en el colegio Inem, donde los sueños encontraron la posibilidad de materializarse por medio del Colegio del Cuerpo, el centro de formación artística dirigido por Álvaro Restrepo y Marie France Delieuvin, quienes lo llevaron a pensar en grande.
Yorneis es el segundo de cuatro hermanos en el hogar conformado por Narciso Chiquillo, un albañil que ha trabajado honestamente para sostener a su familia y Zoraida García, quien se dedicó por entero a ellos, por eso cuando él les comunicó la posibilidad de emprender la preparación como actor y bailarín por medio de este proyecto, las dudas aparecieron como una protección natural.
La incertidumbre se despejó tras una visita de Restrepo a la familia y con su consentimiento, el tiempo de ocio para Yorneis desapareció, dando paso a una formación alterna en artes que lo condujo a nuevas propuestas, incluyendo más adelante la academia.
Si bien todo marchó a la perfección para este joven que se encontraba inmerso en su proceso, llegó el momento de la familia hacer propuestas para el futuro y fue cuando surgieron insinuaciones para estudiar esa “carrera” que ha de fortalecer el proyecto de vida, representando una presión muy fuerte para Yorneis.
En ese transcurrir y en medio de la preocupación de sus padres, quienes veían un futuro incierto en la actuación, se decidió por una Licenciatura en Artes Escénicas de la Universidad Tecnológica de Bolívar en convenio con la Universidad de Antioquia, estudio que fue la base para cambiar su rol en la compañía, donde pasó a ser profesor, viajando por muchos países.
Un paso adelante
Para quien tiene aspiraciones de crecer, la zona de confort no existe y el paso siguiente en la carrera de Yorneis García estaba fuera de Cartagena e incluso más allá del Colegio del Cuerpo y los proyectos culturales en la ciudad, el sueño estaba en Bogotá, aun cuando eso implicaba empezar de cero.
Presentarse a un reality que gestaba la naciente carrera para actores, fue el primer intento en la fría capital, sin embargo como él mismo aclara, no estaba dispuesto a involucrar su vida privada con el trabajo y eso hizo que no fuera admitido, aunque si le dio el aval para que los directivos, quienes ya habían visto su talento, lo llamaran más adelante para personificar a Rafael Díaz, uno de los hermanos del cantautor Diomedes Díaz en la novela homónima.
En medio de becas y muchas oportunidades, Yorneis García ha podido demostrar que tiene talento, aunque también advierte que nada ha sido regalado, todo ha sido fruto de su esfuerzo y disciplina, porque sólo así se logran las metas.
Las oportunidades continúan en el medio y de la misma manera los cambios prosiguen en muchos aspectos, es acostumbrarse a una nueva vida que surge cuando se ingresa a la televisión y se manifiesta en nuevos papeles, como el más reciente en “Los Morales”, donde interpretó a “El Pote” Daza, un parrandero carismático que se ganó el aprecio del público.
Este joven artista sabe que tiene que proyectarse y trabaja en eso, al tiempo que desarrolla labores de índole social en el Instituto Distrital de Artes de Bogotá (Idartes), con jóvenes en situación de vulnerabilidad, un proceso que siempre ha llamado su atención, pues al tiempo sirve de ejemplo.
Con su mente abierta, indica que si se quiere triunfar se deben asumir riesgos, porque sentado en una esquina nada bueno va a llegar y ese mensaje lo tiene siempre listo para los jóvenes de su barrio en Cartagena, a quienes aconseja directamente y les repite con insistencia que sí se puede.
Un actor de carácter
Todos los actores sueñan con ese papel que los ha de lanzar al estrellato, el de las mejores oportunidades, Yorneis quiere tener esos que se ganan el cariño en una producción, piensa que esos trascienden en el tiempo.
Cuando le preguntan por el protagónico, indica con sinceridad que eso no lo inquieta, le interesan los buenos proyectos y convertirse en un actor de carácter, como se lo dio a manera de consejo su amiga, la también actriz Adriana Ricardo, porque de esa manera se logra la estabilidad profesional, que a la postre es lo que realmente interesa.
Yorneis García quiere ser reconocido como un buen actor, donde su personaje logre relevancia y de lugar a nuevos proyectos, pues es consciente que protagonizar lleva características físicas precisas, mientras que en otros papeles, el talento es la pieza fundamental.
Le gustan las telenovelas, las ve como un excelente vínculo con el público, todos las ven y hacen historia, entonces está dispuesto para los casting, todo depende del camino que se vaya abriendo, también hace teatro y no descartaría una oportunidad en cine, pues la actuación requiere estar en movimiento.
La preparación de Yorneis García continúa con clases actorales y de baile y también de manera física, pues debe cuidar su imagen, porque desde allí igualmente se impulsa su carrera. Su condición de costeño en un momento lo preocupó para la consecución de papeles, en la actualidad sabe que eso no es obstáculo si se trabaja de forma profesional.
Creyente y muy ligado a su familia, este cartagenero no pierde oportunidad para regresar a casa, compartir con los suyos, extraña la buena cocina de su mamá, los consejos de su papá y los vecinos con quienes creció y lo siguen de cerca en su proyección artística.
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