Gabriel Bestard-Ribas, fundador de Goji, estaba harto de que las llaves de su casa dañaran el smartphone en su bolsillo. Por eso unió ambos objetos y creó una de las múltiples cerraduras electrónicas que se exponen en el Salón de la Electrónica de Consumo (CES) en Las Vegas.
Esta cerradura, que combina tecnología virtual y mecánica de varios siglos, detecta cuándo el teléfono inteligente del habitante de la vivienda se aproxima, abriéndole la puerta y dándole la bienvenida por su nombre.
Una aplicación en el smartphone informa a la cerradura que alguien se está acercando y, al ser un habitante de la casa o un conocido que dispone de la "clave numérica", la puerta se abre con un mensaje personalizado.
FOTOS DE LOS VISITANTES Y CLAVES TEMPORALES
Una cámara integrada a la cerradura electrónica saca fotos de los visitantes que, junto con una alerta sobre la llegada de éstos, son enviadas a los smartphones de los inquilinos a través de la red inalámbrica de Internet de la vivienda.
Las claves numéricas temporales, que tienen una validez limitada de tiempo o están restringidas a ciertos periodos, pueden también ser enviadas por correo electrónico a los visitantes.
"Esto le permite tener confianza y controlar el acceso a su domicilio", explica a la AFP Bestard-Ribas. "Todos hemos perdido o dado claves a personas que ya no vemos más, (y) no sabemos si hicieron duplicados".
Las cerraduras, disponibles en el sitio gojiaccess.com a 299 dólares cada una, comenzaron a ser comercializadas en marzo de 2013.
Los cerrajeros de larga data Kwikset y Schlage presentaron también sus dispositivos inteligentes en el CES, que cierra este viernes sus puertas.
La de Kwikset, Kevo, reconoce también el smartphone del habitante de la casa y se abre cuando esta persona toca lo que parece ser una cerradura ordinaria en la puerta.
"Siempre y cuando usted tenga su teléfono en el bolsillo o en el bolso, toca la cerradura y en un segundo se bloquea o desbloquea", describe Phil Dumas, presidente de la compañía UniKey, cuya tecnología está integrada a la Kevo. "Incluso puede decirle de qué lado de la puerta está; si usted está dentro y una persona toca la cerradura del lado exterior, (la puerta) no se abrirá", asegura.
Kevo es comercializada desde fines del año pasado por varios distribuidores estadounidenses con una aplicación adaptada al iPhone de Apple, y UniKey espera una actualización para lanzar una versión compatible con los aparatos que utilizan el sistema operativo Android de Google.
Schlage presenta por su parte un cerrojo en pantalla táctil que permite abrir la puerta a distancia desde un teléfono inteligente, y alarmas integradas que suenan si se introducen repetidas veces códigos incorrectos.
Cada una de estas cerraduras permite asimismo un acceso limitado con claves numéricas o códigos temporales, y promete vigilar quién entra a la casa y enviar los informes al smartphone del propietario.
TIMBRE DE VIGILANCIA
Y para aquellos que quieren saber quién está del otro lado de la puerta sin tener que cambiar la cerradura está el timbre SkyBell, vendido a 199 dólares en Amazon.
Estos timbres están integrados a una cámara y se conectan a través de wifi para difundir en un teléfono inteligente un video en tiempo real que muestra quién está frente a la puerta.
Dispone también de censores de movimiento y de visión nocturna, lo que le permite transmitir imágenes incluso cuando los visitantes arriban al caer la noche.
"Usted puede verlos, oírlos y hablar con ellos (los visitantes)", subraya Kelly Stewart, quien presenta el timbre en el CES. "Si un ladrón está en la puerta, el sensor de movimiento lo alertará, así como si su hija está intentando entrar (en la casa) discretamente luego de la hora convenida".
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