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Google Drive aviva la controversia por derechos de contenido

AP

26 de abril de 2012 12:01 AM

El director general de Google, Larry Page, escribió recientemente que esperaba demostrar que la compañía es “digna de un gran amor”. Sin embargo, la empresa líder de búsquedas en internet puede necesitar más confianza, según se desprende de las sospechas que giran en torno a sus servicios, entre ellos Google Drive, un nuevo servicio de almacenamiento en línea de documentos personales, fotos y otros contenidos. 
A pocas horas del debut de Google Drive el martes, blogs de tecnología y usuarios de Twitter se abalanzaron sobre una cláusula legal en los “términos de Servicio” que podría interpretarse en el sentido de que cualquier contenido almacenado en Google Drive se convierte automáticamente en propiedad intelectual de Google Inc. 
La confusión se concentró en un pasaje según el cual cualquier persona que suba o envíe contenido a Google Drive concede a Google “una licencia mundial para utilizar, alojar, almacenar, reproducir, modificar o crear trabajos derivados (tales como aquellos resultantes de traducciones, adaptaciones u otros cambios que hagamos para que su contenido funcione mejor con nuestros Servicios), comunicar, publicar, ejecutar públicamente, exhibir públicamente y distribuir dicho contenido”. 
A medida que esas palabras circulaban en internet, los temores de que Google Drive menoscabará los derechos de propiedad intelectual aumentaron. Algunos interpretaron la jerga legal en el sentido de que si un autor guarda una novela a través del servicio, Google de repente posee la obra y puede hacer lo que quiera con ella. 
La política del nuevo servicio fue suficientemente preocupante como para que The New York Times, el tercer periódico más grande de Estados Unidos, enviara una nota para desalentar a los cerca de 1.000 empleados de la sala de redacción al momento de almacenar archivos en Google Drive hasta que se comprendan mejor las cuestiones de propiedad intelectual y cómo funciona el servicio. Resulta que las preocupaciones probablemente son infundadas. 
Google dijo que la frase es en realidad la jerga legal habitual que otorga a la empresa los derechos de licencia que necesita para cumplir con los servicios que solicitan los usuarios. 
La forma en que Google guarda los documentos en sus centros de datos requiere que la empresa obtenga una licencia para “alojar, almacenar (y) reproducir” los archivos. 
Si, por ejemplo, un guionista en China usa los servicios de Google para colaborar en un guión cinematográfico escrito en mandarín con un editor de guiones en Hollywood que sólo sabe leer en inglés, Google necesita los derechos para “traducciones, adaptaciones u otros cambios” a fin de permitir que los dos escritores trabajen en el documento en diferentes idiomas y hagan las revisiones correspondientes. 
Incluso hechos cotidianos, tales como que alguien vea un vídeo o suba un archivo de texto en un café internet, requiere que Google conserve el permiso para “ejecutar públicamente” o “exhibir públicamente” dicho contenido. 
Eso no significa que Google tomará la obra de un guionista y producirá una película con ella, dijo la compañía.

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