Tener en la manos un teléfono de menos de 4,5 pulgadas es extraño por estos días. La industria de fabricantes de móviles se ha volcado desde hace dos años a hacer equipos con pantallas superiores a esa medida, sobre todo para las llamadas gama media y alta. Sin embargo, Apple acabó ayer con los rumores sobre su nuevo lanzamiento presentando un teléfono de 4 pulgadas, el iPhone SE (acrónimo de Special Edition).
Este es el segundo intento de la compañía por entregar un móvil más económico, el primero fue con el iPhone 5C en 2013, sobre el que no hubo tan buenos comentarios, sobre todo porque, finalmente, no tuvo un precio asequible como se esperaba en algunos mercados.
Con esta nueva apuesta Apple apunta a otro segmento de consumidores, esos que quieren ser Apple pero no están dispuestos a pagar más de 800 dólares por un teléfono. No obstante, con el SE, solo necesitarán invertir 399 dólares (su precio base en Estados Unidos).
El nuevo terminal es un tipo de fusión entre el iPhone 5S y el iPhone 6S. Del primero conserva su tamaño y peso, mientras que del segundo incluyó características como su procesador, los MP de su cámara trasera (12), la capacidad de grabar video en 4K y tecnologías como sensor para identificar huellas digitales integrado en el botón de inicio.
Sobre la decisión de construirlo con una pantalla de 4 pulgadas, Tim Cook, SEO de la compañía, dijo que el año pasado se vendieron 30 millones de iPhones de ese tamaño.
El teléfono saldrá a la venta los primeros días de abril en Estados Unidos y en diferentes países de Asia y Europa. Para Latinoamérica aún no hay una fecha definida y la estrategia para competir tendrá que ser agresiva, pues otras marcas como Motorola con sus Moto, Huawei, Samsung y Alcatel están bien consolidadas en el mercado de la gama media.
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