Investigadores australianos lograron, a través de una técnica de ultrasonidos, aumentar la capacidad con la que los espermatozoides se desplazan. Podría mejorar la fertilidad.
La donante ya tiene formada su familia, con dos hijos, mientras que la receptora había almacenado embriones para someterse a un tratamiento de fertilidad.
El proceso es considerado como una de las mejores alternativas para personas con problemas de fertilidad relacionados con la imposibilidad de gestar un embarazo.