Expertos de Estados Unidos, Países Bajos y Australia publicaron un artículo conjunto basado en datos socioeconómicos y ambientales de los últimos 500 años.
Un científico se someterá a vivir sumergido durante tiempo prolongado con el objetivo de descubrir los efectos de la presión sobre el cuerpo y la salud.
Expertos advierten que las sustancias que liberan al aire son “altamente tóxicas”. Generan además daños físicos, ambientales y hasta al aire que respiramos.