Putin sugirió el lunes la existencia de una mano negra ucraniana en el atentado, pese a que el ataque fue inmediatamente reivindicado por el Estado Islámico.
El atentado contra la iglesia de Santa María en Estambul que dejó un muerto este domingo es obra de dos militantes extranjeros vinculados al Estado Islámico (EI).
Ambos gobiernos esperan que las conversaciones conduzcan al fin de la misión de la coalición militar que se formó para luchar contra el Estado Islámico.