Aún cuando estamos en una temporada de receso, preparar la Primera Comunión es un asunto familiar, que bien puede ser tratado en estos días. La tradición sigue siendo parte fundamental de este sacramento, y los detalles que lo componen tienen gran importancia, de allí que busquen perdurar en el tiempo.
Lucía de Canelos, experta en este tipo de decoración, indica que los recuerdos de esta fecha esperada, han dado un giro y se han convertido en ese detalle que pueda perdurar, por tanto las vírgenes en resina con tonalidades llamativas, lo mismo que los ángeles, son una apuesta a la tradición con algo de renovación. Las estampitas también se inclinan por el colorido y motivos más vanguardistas.
La línea hecha a mano tiene un espacio especial en los recordatorios, así aparecen los denarios en madera, cuya pintura es muy llamativa y se organizan de igual manera para niños y niñas, siendo un elemento útil más allá de ese día y marcan la diferencia.
En la idea de mantener esa tradición y lo que representa la fecha en los niños y sus familias, aparece nuevamente el álbum de fotos, que es un recuerdo irremplazable, aún por la tecnología y todos sus avances.
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