Centenares de pobladores de la ciudad argentina de Gualeguaychú (centro-este) organizaron este domingo una caravana de vehículos hacia un puente fronterizo, en protesta por el alza de producción en Uruguay de una fábrica que consideran contaminante.
"íFuera la fábrica!" (de celulosa), gritaron manifestantes en la marcha, que volvió a reclamar como en los últimos años el cierre de una planta de la firma pastera finlandesa UPM (ex Botnia).
Los ambientalistas habían anunciado su intención de cruzar el puente para llevar un petitorio ante las autoridades comunales de la vecina localidad de Fray Bentos (310 km al noroeste de Montevideo), en la orilla oriental del río Uruguay, pero la policía uruguaya les impidió el paso.
"Al no poder pasar la caravana, no vamos a cruzar para entregar el petitorio. Lo lamento. Lo haremos llegar de otro modo", dijo a la televisión en el puente el alcalde de Gualeguaychú, Juan José Bahillo, quien estuvo al frente de los manifestantes.
El presidente de Uruguay, José Mujica, había justificado la decisión de impedir el paso en que "hay cosas que se pueden dar y que son muy difíciles de evitar cuando la gente en la pasión de su manifestación a veces se pasa del estribo".
Los ambientalistas de Gualeguaychú, a 230 km al norte de Buenos Aires, mantuvieron un corte fronterizo de protesta durante tres años y medio desde que en 2007 empezó a operar la planta, en un contexto de tensión bilateral.
El conflicto se apagó a raíz de un fallo de la Corte Internacional de La Haya que negó que la planta contaminara, aunque dispuso un monitoreo conjunto entre ambos países.
Mujica acaba de autorizar un aumento de 1,1 a 1,2 millones de toneladas anuales en la producción y el gobierno argentino respondió que cualquier cambio debe ser consultado por ser un río de soberanía compartida.
Argentina dijo que la planta excede los límites permitidos de fósforo, nitrógeno y materias orgánicas, entre otras de los efluentes, pero Uruguay rechazó la imputación al afirmar que los niveles son normales.
Comentarios ()